LA MARCHA DE UN JUGADOR EMBLEMÁTICO

Mumbrú confiesa en su adiós que jamás "soñó lograr lo que ha logrado"

El alero catalán se retira tras 21 temporadas en la Liga con la idea de convertirse en entrenador

Mumbrú, junto a sus excompañeros Jesús Ramirez (Bilbao), Juanan Morales (Joventut), Alberto Herreros (Madrid) Y Jorge Garbajosa (federación), con las camisetas de los equipos en los que jugó.

Mumbrú, junto a sus excompañeros Jesús Ramirez (Bilbao), Juanan Morales (Joventut), Alberto Herreros (Madrid) Y Jorge Garbajosa (federación), con las camisetas de los equipos en los que jugó. / periodico

Luis Mendiola

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Rodeado de sus amigos, de compañeros, de su familia, Alex Mumbrú se ha despedido del baloncesto este lunes en la sede de la ACB, en Barcelona, en un acto sencillo y emotivo, en el que el jugador barcelonés, de 38 años, ha querido agradecer públicamente a todo el mundo el apoyo que ha recibido en sus 21 temporadas y 677 partidos en en la ACB.

“Llevo un par de semanas haciéndome a la idea de la decisión que tomé a principios de temporada”, explicó Mumbrú a los asistentes, ayudado por un guion que se había confeccionado para no olvidarse a nadie a la hora de los agradecimientos. “Se me ha acumulado el trabajo en Bilbao en los últimos meses, totalmente sumergido en intentar salvar al Bilbao Basket. No me paré a pensar ni un minuto en la situación que estaba viviendo. Pero sí, se terminó. Se ha acabado. He puesto punto final a mi carrera de jugador de baloncesto”, explicó ante la mirada atenta de su mujer Arantzazu, presente junto a sus tres hijos Aleix, Keira y Lua.

 “He vivido de todo, los mejores momentos, momentos imborrables como el Mundial con la selección y también los peores como el descenso del Bilbao”, comentó Mumbrú, que hizo un repaso de su carrera, agradeciendo el apoyo, cariño y enseñanzas de todos los clubs por los que ha pasado, desde el SESE, donde empezó, al Joventut donde se formó y jugó en dos etapas, al Madrid, hasta llegar al Bilbao, donde ha jugado los últimos nueve años de su carrera, ejerciendo funciones de capitán.

En esa larga lista, hizo referencia a todos sus técnicos, con especial mención al “maestro Aíto” y al malogrado Manel Comas, así como a sus excompañeros en los equipos y en la selección, representados, entre otros por Navarro, Vidal,  Reyes, Jofresa, Miralles o el actual presidente de la Federación Española, Jorge Garbajosa.

El Mundial de Japón

“Cuando empecé mi carrera, jamás imaginé llegar donde he llegado y conseguir lo que he conseguido, algunas cosas que parecían imposible de conseguir, como el Mundial de Japón, el mejor momento de mi carrera”, subrayó Mumbrú, haciendo referencia a sus conquistas entre las que destacan una Liga Endesa y Uleb Cup de 2007 con el Madrid, la Fiba Eurocup de 2006 con la Penya, así como títulos con la selección  entre los que destacan el Mundial de 2006, la plata de los Juegos Olímpicos de 2008 o el oro en el Europeo de 2009. También hay que destacar el subcampeonato de Liga Endesa logrado con Bilbao en 2011.

“El baloncesto me lo ha dado todo. Quizá más de lo que le he dado yo. Este ha sido mi sueño. Ha durado lo que tenía que durar. Ahora afrontaré otros retos e intentaré que sean dentro de las canchas”, ha asegurado. “Ahora me gustaría entrenar. Me gustaría poder ayudar, aportar mi experiencia como jugador. Formarme, estar con entrenadores de calidad y poder aprender”, indicó Mumbrú, que ahora quiere pasarse al otro lado del deporte, encauzando su vida como entrenador. “He tenido entrenadores muy buenos, mucho. Pero si tuviera que parecerme a alguien, me gustaría a Aíto, que siempre ha sido un innovador”.

El alero catalán deja el deporte en activo como tercero en triples anotados en la historia de la ACB, quinto en minutos jugados, sexto en partidos, noveno en puntos, una huella profunda para los que vienen detrás. “He conseguido muchas cosas. Quizás me hubiera gustado lograr algún título con el Bilbao. Pero lo he dado todo en la cancha. Y me gustaría que recordarán así. Seguro que me queda algo de baloncesto dentro, pero no sería al nivel que me gustaría. Me exijo demasiado cada día”, concluyó.