El Barça llega al clásico con un triunfo solvente en Europa

Hacía casi dos meses que el Barcelona no sabía lo que era ganar en Europa. La última vez que ocurrió fue el pasado 18 de enero ante el Bamberg en el Palau. Hasta cinco derrotas habían encadenado los azulgranas,  una racha negativa que cortó este viernes con un triunfo contundente (88-54) frente al Estrella Roja, más en la línea que ofreció en la fase final de la Copa que la pasada semana frente al  sorprendente Zalgiris de Jasikevicius en Kaunas.

La victoria frente al equipo serbio no le servirá de mucho en la competición europea, donde las opciones azulgranas ya son nulas. Pero es un excelente estímulo para preparar el clásico que se vivirá este domingo en el Palau (18.30 horas) en la Liga Endesa,  un partido que se presenta con ánimos de revancha en los barcelonistas, aún escocidos por los 27 puntos concedidos al Madrid en el pulso europeo de hace 15 días. 

El vídeo de Tomic reventando el tablero en el Palau

Desde un espléndido trabajo en defensa, con un importante despliegue físico, consiguió el Barça imponerse y dominar a un Estrella Roja que, a falta de cinco jornadas, aún augura alguna esperanza de colarse entre los ocho mejores del torneo. 

Ribas (18 puntos, 6 asistencias), brillante en la dirección junto a Heurtel (16 puntos), controló el ritmo con autoridad. Y Koponen (16 puntos) y Tomic (16 puntos, 6 rebotes, 4 asistencias) emergieron como los ejecutores del cuadro barcelonista, que brilló también a nivel coral.

La concentración y la actitud fueron dos de las virtudes que adornaron el triunfo del Barça, muy superior en todas las facetas del juego a un rival que no acabó de encontrarse cómodo sobre el parquet de un Palau con media entrada, consciente como parece el público azulgrana de que la Euroliga ya está completamente perdida.

Aceptó el equipo de Pesic el juego físico que propuso el Estrella Roja desde el primer momento y ese planteamiento físico por parte de los dos equipos embarró mucho los primeros minutos (17-12, m. 10).     

Tomic rompe el tablero

Fue el badalonés Pau Ribas, totalmente asentado en su papel de director de juego, quien hizo saltar el pulso por los aires con una actuación redonda y un  segundo cuarto magistral, en el que movió el balón con inteligencia, generó espacios, controló el ritmo y, además, anotó sin error (4 de 5 en triples). Su acierto unido al de Koponen,  propulsó a los azulgranas en los últimos cuatro minutos del segundo periodo, cuando el Barça superó  la veintena de puntos (45-24).

Un pase de Ribas por la espalda en un contrataque, precisamente, dio paso a la jugada más espectacular del encuentro: un mate a una mano de Tomic, una acción inusual en el pívot, que hizo saltar el cristal de uno de los tableros y obligó a suspender 10 minutos el encuentro hasta que se cambió la canasta.

No fue la única jugada en la que el pívot croata demostró su enorme confianza. Tomic, a quien le ha sentado bien la llegada de Pesic, dominó en todo momento dentro de la pintura (16 puntos, 6 rebotes, 4 asistencias) y su aportación fue otra de las razones por las que el Barça fue de menos a más frente al cuadro serbio hasta conseguir una victoria escandalosa.