LA COPA DEL REY DE BALONCESTO

El Barça vuelve a pelear por un título tres años después

El equipo de Pesic supera al Gran Canaria en semifinales y se enfrentará al Madrid en la final ( 74-87)

El azulgrana Heurtel se escapa del marcaje de Mekel en una acción de la semifinal

El azulgrana Heurtel se escapa del marcaje de Mekel en una acción de la semifinal / periodico

Luis Mendiola

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El Barça disputará este  domingo la final de la Copa con el Madrid (18.30 horas). Lo que hace unas temporadas entraba dentro de lo normal, estar en la pelea por los títulos, llega como una sorprendente novedad para los azulgranas que hacía tres años que no vivían una situación similar, justamente desde la final de Copa del 2015 también en Las Palmas y con los mismos protagonistas que hoy saltarán al Gran Canaria Arena.  Aquel precedente fue madridista.

El Gran Canaria, un  equipo con recursos y ambición, no lo puso fácil. Exigió al máximo al Barça, que  tuvo que hacer un enorme desgaste para abrirse paso hasta la final (74-87). El exazulgrana Eriksson, más motivado que nadie, complicó el camino con 25 puntos y un segundo cuarto magistral (17), pero el equipo catalán volvió a contar con el empuje de Heurtel (13 puntos, 14 asistencias) y Ribas (12 puntos) y el corazón de Oriola (14 puntos) para redondear otra gran actuación colectiva que le dio el premio que perseguía.

La llegada de Pesic al banquillo azulgrana hace apenas una semana ha tenido un efecto revulsivo que supera cualquier expectativa. El Barça vuelve a transmitir buenas sensaciones, a lucir pegada, a mostrarse fiable, todo lo que se espera de un grande. Sería  injusto atribuirle al técnico serbio todos los méritos. La calidad estaba en el vestuario. Pero había  que unir talento y estrategia.

Eriksson, letal

 El Barça controló casi todos los aspectos del partido, menos a Eriksson, que lució un perfil letal en el segundo cuarto que hizo trastabillar el 'efecto Pesic'. Parecía muy cómodo el Barça en la semifinal, recurriendo a las mismas armas que le ayudaron a prevalecer frente al Baskonia en cuartos y levantar cabeza, a saber: solvencia defensiva, control del rebote en las dos zonas, ritmo alto, pausa en los ataques, jugados todos con cabeza. 

"Todavía no hemos  Todavía no hemos ganado nada. Pero tenemos una oportunidad", asegura Pesic 

Aplicando esa receta se situó incluso en la frontera de la decena de puntos (26-36, m. 15) con más facilidad de la prevista. Pero Eriksson puso patas arriba el partido con una irrupción poderosa en cuestión de minutos. Cinco triples consecutivos sin fallo encadenó el alero sueco, que esta temporada ha cambiado el Palau por Las Palmas. Y sus 17 puntos, de los 28 que consiguió su equipo en el cuarto, levantaron al cuadro canario, dándole el mando en el marcador al descanso (43-41).

La fuerza de Oriola

Tuvo que volver a remar el Barça, de nuevo, desde la defensa en la reanudación. Construir desde atrás. Cerrar el rebote, multiplicarse en las ayudas dentro de su zona. Pero esta vez le acompañó la paciencia que requería el encuentro, una virtud que demasiadas veces ha echado en falta esta temporada y, además, mantuvo el mismo nivel de energía de los primeros 20 minutos  con una aportación notable de Claver y Oriola.

Así dio el golpe definitivo al final del tercer cuarto, encadenando tres triples de Ribas, Navarro y Claver que abrieron de nuevo un margen sustancial en el marcador (56-68, m. 30) y pusieron al Gran Canaria en una situación límite que los triples desesperados de Eriksson y Aguilar no pudieron cambiar.

Gran Canaria, 74- FC Barcelona, 87

<strong>Gran Canaria</strong>:  Mekel (2), Rabaseda ( ), Brussino (8), Aguilar (11), Balvin (3) –cinco inicial – Oliver (5), Eriksson (25), Seeley (2), Báez (3), Pasecniks (3 ), Radicevic (2), Rabaseda (10).