Pesic se estrena con una rotunda victoria en su vuelta al Barça

El Barça empezó la nueva etapa con Svetislav Pesic en el banquillo con una rotunda victoria por 90-58 frente al Bilbao Basket y muchas esperanzas de que cambie el rumbo de una temporada decepcionante.

No fue un partido para enmarcar, por mucho que supusiera el reencuentro con el técnico serbio después de casi 14 años de su primera etapa azulgrana. Paso a paso. Pero, al menos, sirvió para cortar la racha de tres derrotas y el Barça lo resolvió con enorme contundencia gracias a un definitivo parcial de 27-10 en el tercer cuarto, que dejó todo visto para sentencia.

Necesitará Pesic algo más de tiempo, aunque no disponga de mucho, y aplicar también mucho de su sabiduría para cambiar el perfil de un equipo que insinúa muchas cosas, pero no ofrece aún garantías de nada. Solo hay que mirar su tabla de victorias y derrotas. Lo mismo que encadena una buena racha espectacular, le entran la flojers en las piernas, y pierde la cabeza. Así al menos ha sido hasta ahora.

Más voluntad defensiva

Se vio en el Barça, eso sí, voluntad de mejorar en defensa (Koponen cometió cinco faltas en siete minutos en juego), más preocupación por cerrar las líneas de pase rivales,  más protagonismo de Heurtel y Ribas en la conducción del juego, más conexión con el juego de Tomic y también mejor actividad en las acciones de Claver y Moerman. Pero sigue echando de menos el acierto de sus exteriores, jugadores que deberían tener más relevancia  como Hanga, Sanders o Koponen, para lograr el proyecto ilusionante que se pretendía.   

No está tampoco el Bilbao Basket para demasiadas fiestas. Su crisis también es de calado. Llegó al Palau tras tres derrotas consecutivas (5 en los últimos 7 partidos) y demostró, con este nuevo revés,  que necesita mejoras con urgencia. En especial, apuntó una enfermiza obsesión con el triple (6 de 22), que desmontó toda su estrategia.

Parcial clave en la reanudación

Frente al cuadro de Mrsic, los azulgranas empezaron con fuerza, con ganas de gustar al nuevo jefe y de romper el partido (21-9, m. 8), aderezado eso sí, con mucho acierto desde el triple. Pero la falta de más consistencia y algunas pérdidas y  malas decisiones, llevaron al cuadro de Pesic a enredarse en el partido y a dejar más abierto el partido de lo que merecía en el descanso (35-27).

Pero el Bilbao demostró su mal momento con un pésimo incio de segunda mitad, en la que encajó un parcial de 9-0 en contra, que disparó rápidamente el margen hasta los 17 puntos (47-27, m. 22) y acabó con cualquier debate en la cancha.

A partir de ese instante, el Barça encaró el resto del partido desde una enorme tranquilidad, haciendo crecer su confianza, dando minutos a jugadores de banquillo como Pressey y Vezenkov, y recuperando sensaciones, que le harán falta  para el gigantesco reto que le aguarda esta semana: la Copa y el Baskonia en los cuartos de final.