El Barça no nota el 'efecto Julbe' y cae en Tel-Aviv

La nueva etapa del Barça tras la destitución de Sito Alonso empezó igual que acabó la anterior: con una derrota (94-82). El equipo azulgrana, con Alfred Julbe como apuesta provisional en el banquillo, ofreció alguna sensación positiva, pero adoleció de la pegada y mostró la inconsistencia de las últimas semanas y dio otro paso más para su condena en la Euroliga con la derrota. Es la decimoquinta en 22 jornadas.   

A la espera de la confirmación oficial de la llegada de Svetislav Pesic, el técnico que parece mejor posicionado para ocupar el banquillo, y que seguramente se producirá este viernes, el Barça intentó cambiar el rumbo y levantarse en Tel-Aviv para escapar a la dinámica negativa de las últimas jornadas. Pero no lo consiguió. 

El acuerdo al parecer cerrado con Pesic, que ya estuvo en el Palau entre el 2002 y el 2004, y le dio la primera Euroliga de su historia al club (2003), permitiría incluso al técnico serbio, de 68 años, con pasaporte alemán, ponerse al frente del equipo ya este domingo,en el partido de la Liga frente al Bilbao en el Palau. La intención de los dirigentes azulgranas, en cualquier caso, es que ejerza de revulsivo en la lucha por la Copa de la próxima semana, el primer título importante de la temporada. 

Heurtel y Hanga lideran

Tuvo momentos para la esperanza el Barça, llegó a competir bastantes minutos. Pero también tuvo lagunas en defensa y fases de espesura en ataque, que solo pudo combatir con voluntad. Nada que no se haya visto esta temporada en un bloque bipolar y un reto demasiado complicado incluso para un referente como Julbe que apenas ha tenido un par de días para trabajar el tema mental. El efecto revulsivo de su llegada al banquillo apenas se pudo notar.  

El escaso bagaje que mostró el Barça en Tel-Aviv, algunos destellos individuales y muchas ganas, no le dio para tumbar al Maccabi, un rival muy solvente, plagado de jugones como Pierre Jackson (20 puntos) o Norris Cole (14) que resolvieron un partido equilibrado sobre todo por talento individual.

En el Barça, que empezó con el joven letón Rodion Kurucs, de 19 años, como titular, un detalle de la filosofía que defiende Julbe, tanto Heurtel (18 puntos, 10 asistencias) como Hanga (17 puntos) intentaron tirar del carro, pero sin la ascendencia que necesitaba un pulso de tanta exigencia. Igual ocurrió con Navarro y Tomic, muy activos en todo momento, que se sumaron a la causa y tuvieron buenos minutos.  

A nivel anímico, el Barça demostró haber superado el bloqueo mental que le llevó a una bochornosa derrota el domingo en Vitoria. Algunos de los jugadores actuaron con más determinación, como si quisieran demostrar su implicación, caso de Hanga, más activo que hasta ahora en aspectos ofensivos.

Debilidad en defensa

Hubo momentos brillantes en ataque. Pero el Barça evidenció también algunos de los problemas que arrastra como su inferioridad en la pelea física, la dificultad para asegurar el control del rebote bajo su canasta, en función sobre todo si el quinteto que tiene en pista cuenta con Navarro o Ribas, y también la mala lectura en algunos ataques.

El resultado fue que el Barça mandó en el primer cuarto, cuando afinó su puntería y el partido se jugó sin ataduras. Pero en cuanto el pulso ganó en contundencia y se subieron las líneas defensivas, el equipo de Julbe fue a remolque, haciendo la goma, intentando entrar en juego (72-71, m. 33), pero sin acabar de creérselo, lo que aprovechó el Maccabi para imponerse con solvencia.