El Barça va de mal en peor y cae ante el colista

El Barça necesitaba la victoria frente al Galatasaray como el aire que respira. Y no la consiguió. Acabó cayendo por 62-69 en otro ridículo colectivo. Va de mal en peor en la Euroliga, profundizando en una crisis sin fin, un suplicio para los hombres de Georgios Bartzokas convertidos en un rival menor, una caricatura del equipo grande que una vez fue. No hay excusas que justifiquen la trayectoria de los azulgranas, ni lesiones que la expliquen.

Si tenía alguna mínima opción de clasificarse aún para los cuartos de final de la Euroliga, lo que era casi un milagro a estas alturas, el Barça las dilapidó con una derrota frente al colista, la sexta en siete partidos desde que empezó el año, un rival que no había ganado ningún partido fuera de casa, hasta que llegó al Palau y cambió esa estadística.

Es de los peores momentos en la historia reciente de los barcelonistas, despedidos con pañolada, silbidos, recriminaciones hacia el palco y el público protestando puesto en pie, incrédulo ante lo que están viviendo esta temporada.

Pocos jugadores lograron escapar a la situación de presión, de nervios, de responsabilidad que atenaza al equipo barcelonista. Solo Vezenkov, con 18 puntos, y Koponen, con 15, dieron la cara. Para el resto, incluido el debutante Xavier Munford, el partido se convirtió en pura frustración, y la multa que han recibido los jugadores por bajo rendimiento parece que ha tenido el efecto contrario al que se esperaba.

CONFIANZA EN BARTZOKAS

«Tenemos que trabajar juntos para revertir esta situación, que los jugadores vuelvan a recuperar la confianza. No hay otro camino», explicó el mánager general Rodrigo de la Fuente a los medios en cuanto acabó el partido, intentando capear el temporal que se abate sobre el Palau.

El responsable del baloncesto azulgrana volvió a reiterar que el club mantiene toda la confianza en el técnico Bartzokas para reconducir la situación del equipo, que la próxima semana afrontará la Copa, el segundo título de la temporada.

«No voy a abandonar. Soy un luchador. No he vivido nunca una temporada tan extraña como la que estamos viviendo. Pero no soy ese tipo de entrenadores  que lo dejan», explicó el preparador griego. «Hemos fallado otra vez», fue la valoración del capitán Juan Carlos Navarro. «Es un momento muy complicado».

UN EQUIPO ROTO

La caída del Barça empieza  a tener tintes esperpénticos. El equipo se descompone a la primera adversidad, en cuanto las cosas le van de cara y el Galatasaray, como hizo el Bilbao en la Liga el pasado domingo, supo sacar partido de esa situación para mantener el equilibrio hasta los últimos instantes y darle la estocada a su rival en un último cuarto para olvidar, saldado con un parcial para el cuadro turco de 12-24, que dejó bien a las claras que el Barça no está para nada.

El debut de Munford pasó sin pena ni gloria en un equipo perdido,  nervioso, lejos de los mínimos que debería ofrecer. El base fue una víctima más de la confusión que atrapó al equipo, en la que cayeron la mayoría de jugadores (Rice, Claver, Perperoglou, Faverani, Tomic..), incapaces de afrontar la adversidad. 

Las mínimas ventajas que logró trabajar el Barça (45-37, m. 18; 50-45, m. 30) ) desaparecieron en cuanto el Galatasaray encontró algo de acierto con Tyus y Diebler y  traspasó la presión a su rival. En esa situación, el equipo de Bartzokas volvió a naufragar.

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