El Barça cae con facilidad en Moscú y se hunde un poco más

El Barcelona se quedó a medio camino entre el deseo de cambiar su imagen en la Euroliga y la realidad y eso le costó una nueva derrota, la séptima en 12 partidos, en la cancha del CSKA Moscú que lo empuja a la zona baja de la clasificación europea (92-76). Es la sexta derrota que el equipo azulgrana encadena como visitante, tanto en Euroliga como en la ACB, una clara señal de alarma de que la crisis se ha instalado en el Palau Blaugrana.

Por momentos transmitió buenas sensaciones el equipo de Georgios Bartzokas frente al campeón europeo, pero los errores acabaron superando a los aciertos una vez más. El Barça pagó su pésimo inicio (concedió 18 puntos de ventaja a su rival en los primeros 11 minutos) y también un nefasto desenlace (11 puntos también en un último cuarto de una enorme espesura ofensiva) y eso le impidió desprenderse de la negativa imagen que le acompaña en las últimas semanas.

SOLO PINCELADAS

Hubo pinceladas de algunos jugadores en el Barça. Emergió sobre todo Victor Claver (17 puntos y 6 rebotes), cuya visibilidad necesita el equipo como el aire que respira. También Koponen estuvo efectivo por momentos (13 puntos) y Navarro, en su vuelta a las canchas, tras una larga convalecencia, emitió  señales más que positivas (8 puntos, 2 asistencias en 12 minutos). Pero, de nuevo, resultó decepcionante la imagen colectiva.

La floja aportación de Tyrese Rice (9 puntos y 2 asistencias en 24 minutos), el hombre sobre el que descansa la dirección, de un negado Doellman (5 puntos en 16 minutos) y también de Tomic (5 puntos y 7 rebotes) un pívot dominante en la ACB, que baja su rendimiento cuando sale a Europa, ayudó a escribir en gran parte la condena del Barça.

El mal día de esas tres piezas fundamentales en los esquemas de Bartzokas y también las numerosas pérdidas de balón (23) lastraron a un equipo que se ve incapaz, por ahora, de competir de forma continuada y que acabó como la fácil víctima de un poderoso CSKA.

La exhibición de Teodosic (16 puntos, 11 asistencias), la infalibilidad de Higgins (23 puntos), la inspiración de los jugadores de Itoudis desde la línea del triple (15, con un 65% de acierto) y los tiros libres (29 frente a los 12 tirados por los azulgranas) marcaron diferencias para un CSKA que, a pesar de la ausencia de De Colo, resolvió con autoridad y sigue imparable en la competición. 

INICIO PARA OLVIDAR

Debía mostrar otra actitud de inicio el Barça en Moscú, que le alejara de la imagen apática y falta de acierto de los últimos encuentros. Así lo reconocieron los propios barcelonistas haciendo examen de conciencia. Pero nada más lejos de la realidad.

En 11 minutos el Barça ya cedía por 18 puntos (29-11). Pérdidas de balón - 8 en el primer cuarto-,  tres de ellas de un desconocido Doellman, espesura ofensiva y nula intimidación en defensa acompañaron los primeros minutos de los azulgranas. La lista de errores fue completa, facilitando el trabajo para el CSKA.

El primer parcial (24-11) hacía temer lo peor. Pero el Barça fue capaz de salir del pozo enviando a todos sus titulares al banquillo. El acierto de Navarro en su vuelta al equipo después de dos meses de baja, la buena dirección de Renfroe, el paso delante de Claver y la aparición desde el banquillo de Vezenkov, propició una reacción azulgrana espectacular (31 puntos anotados), que cambió por completo el guion.

Durante 20 minutos el Barça consiguió competir y complicarle la vida a su rival (71-65, m. 30), dejando abierta incluso la puerta a la sorpresa. Pero en los últimos 10 minutos, el equipo se dejó arrastrar de nuevo por la depresión y dejó vía libre a un triunfo rotundo del CSKA, que prolonga la caída azulgrana. 

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