El Barça gana en Kazan con un sensacional arreón final (63-69)

Un parcial de 5-25 en seis minutos, con tres triples de Navarro, solventan un estreno que los azulgranas se habían complicado

El azulgrana Justin Doellman trata de controlar el balón ante un jugador del Unics Kazan.

El azulgrana Justin Doellman trata de controlar el balón ante un jugador del Unics Kazan. / periodico

JOAN CARLES ARMENGOL

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El Barça solventó con una extraordinaria reacción final su estreno en la nueva Euroliga de baloncesto. El viaje a Kazan para debutar ante el Unics, uno de los rivales teóricamente más asequibles de los 15 de debe afrontar el equipo azulgrana en este larguísimo torneo, se presumía mucho más cómodo que esos 3.700 kilómetros de distancia hacian presagiar. Con un arreón sensacional (un parcial de 5-25 en los últimos seis minutos), los hombres de Georgios Bartzokas sentenciaron un partido pésimo por su parte hasta entonces y que iban perdiendo de 14 puntos en el minuto 33 (58-44).

La regularidad de Justin Doellman y la aparición casi milagrosa del máximo anotador histórico de la Euroliga, Juan Carlos Navarro, dieron la vuelta al partido como un calcetín, desarbolando a un Unics Kazan que hasta aquel momento había sido dueño y señor del encuentro. De golpe y porrazo, el equipo azulgrana comenzó a lucir las virtudes de las que había adolecido durante todo el choque (intensidad defensiva, rebote y acierto anotador) y, gracias a tres triples del renacido Navarro (y 11 puntos en esos seis minutos), a la aportación de Doellman (el más eficaz, con 23 puntos, 5 rebotes y 25 de valoración) y a la conducción de un desconocido Tyrese Rice (9 asistencias, aunque solo 5 puntos y 2 de 15 tiros convertidos), el Barça maniató al conjunto ruso y le tumbó en la lona cuando menos se los esperaba.

CRÓNICA DE UN DESASTRE

Hasta estos seis minutos finales, el partido había sido la crónica de un desastre anunciado. El Barça de Bartzokas es un equipo en formación (con seis jugadores nuevos), diezmado por las bajas (Ribas, Koponen, Lawal...) y en plena fase de adaptación a los nuevos esquemas de su técnico griego, que este viernes se desesperaba en la banda del Basketball Hall de Kazan viendo la poca intensidad y, en ocasiones, el despiste, de sus jugadores, desacertados en todas las facetas del juego.

Tras enjugar el 8-3 inicial gracias a los 11 puntos de Doellman, el primer cuarto acabó con una ligera ventaja azulgrana (21-23). pero ahí se acabó lo bueno. En los 20 minutos siguientes, el Barça solo anotó 20 puntos (por 30 de su rival) y entró en el último cuarto con todas las de perder (58-44 en el minuto 33). El Unics, con un acertado Langford (14 puntos y 5 asistencias) y el sorprendente Latavious Williams (12 y 15 rebotes) se había hecho dueño del partido y de la zona, a pesar de sus evidentes limitaciones. Rice no metía ni una (1 de 11 tiros hasta entonces), Navarro y Doellman se llevaban tapones, el tiro exterior no existía (7 puntos entre Oleson, Vezenkov y Perperoglou) y Dorsey le daba pocos minutos de descanso de calidad a Tomic.

Pero cuando menos se lo esperaba el Unics, e incluso la afición azulgrana, emergió el mejor Barça que, de la mano del resucitado Navarro, protagonizó una de las remontadas más sorprendentes. Una mejora que deberá refrendar este mismo domingo en Bilbao (donde el Barça juega en Liga en menos de 48 horas) y la próxima semana con la visita del Fenerbahçe, una rival ya de entidad.

{"zeta-legacy-despiece-horizontal":{"title":"Unics, 63 - Bar\u00e7a, 69","text":"Barcelona Lassa (23+11+9+26):\u00a0Rice (5), Oleson (4), Claver (3), Doellman (23), Tomic (13) -cinco inicial-, Eriksson (-), Navarro (13), Dorsey (3), Perperoglou (-), Peno (2) y Vezenkov (3)."}}