Presentación temporada

Veranos más largos y regresión de la costa: los retos ante el arranque de la nueva temporada de las playas de Barcelona

La administración metropolitana trabajan con el paradigma de tener que alargar la temporada veraniega por el aumento de las temperaturas mientras que siguen pendientes las inversiones para salvar los arenales

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Las playas del área de Barcelona se ponen a punto tras los temporales de marzo

Bañistas en la playa del Litoral de Sant Adrià del Besòs.

Bañistas en la playa del Litoral de Sant Adrià del Besòs. / Jordi Cotrina

Àlex Rebollo

Àlex Rebollo

Sant Adrià de Besòs
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Las playas del área de Barcelona encaran un futuro, cuanto menos, incierto. Los 30 kilómetros que suman las playas metropolitanas sobreviven ante un paradigma contradictorio: cada vez reciben más usuarios y la temporada es más larga, mientras que, al mismo tiempo, la costa sufre una regresión constante. A la espera de inversiones y soluciones estructurales reclamadas desde hace años pero que nunca llegan, el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) —administración responsable del mantenimiento de los arenales— ha dado el pistoletazo de salida a la nueva temporada este miércoles 28 de mayo. 

El lugar elegido para presentar la nueva temporada, la playa del Litoral de Sant Adrià de Besòs (Barcelonès), no ha sido accidental. Este tramo del litoral metropolitano estuvo cerrado durante cuatro años por los elevados niveles de contaminación que se detectaron en su superficie.

Así, tras años de sortear trabas burocráticas, retrasos por las afectaciones de los temporales y de trabajos para hacer que la playa dejara de ser peligrosa para los usuarios, la alcaldesa de Sant Adrià, Filo Cañete, y el gerente del AMB, Ramon Torra, han celebrado que los vecinos puedan volver ha disfrutar de este tramo de la costa, que reabrió en febrero tras constatar que la presencia de metales ya no supone un riesgo para la salud y que se ha acondicionado a lo largo de las últimas semanas.

Pérdida de arena y más días de calor

Aunque las playas de Sant Adrià no están precisamente afectadas por la regresión gracias a los sedimentos que deposita el Besòs, tanto la meteoróloga de 3CAT Gemma Puig como Ramon Torra, se han referido a esta contradicción con la que lidia el litoral metropolitano y en la que influyen de gran manera el cambio climático y la consecuente desestabilización del verano. “Los episodios de calor llegan antes y marchan más tarde y se extiende el periodo de demanda de las playas a casi seis meses. Esto obliga a adaptar la gestión a una realidad climática que cambia rápidamente”, ha destacado Ruiz. De hecho, la propia AMB presentó un estudio hace unas semanas en el que ya advertía que la previsión es que, en las próximas décadas, aumente el número de días con calor extremo en la metrópolis barcelonesa.

Por su parte, Torra ha recordado que, además de ser un espacio natural, las playas metropolitanas son también el espacio público de mayor uso en la conurbación de Barcelona con más de 11 millones de usuarios al año. “Es un espacio importante para los ciudadanos porque tiene un uso cotidiano y que se va extendiendo a lo largo del año”, ha añadido el gerente del AMB, quien ha recordado también como, antes, cuando terminaba el verano en septiembre ya se desmotaban todos los equipamientos de las playas metropolitanas, como duchas o pasarelas, pero que llegó un punto en que los ciudadanos reclamaban mantenerlos. “Había un señor jubilado que cuando nos quitábamos la ducha, ya en el mes de diciembre, nos decía que no nos lleváramos porque la usaba prácticamente cada día”, ha apuntado.

Con todo, los responsables del AMB destacan que la regresión estructural de arena sigue siendo el principal problema de las costas metropolitanas, que en los últimos años ha provocado la desaparición de algunas playas de Montgat y una situación de vulnerabilidad en otros arenales. Los últimos datos del AMB indican que las playas del Barcelonès norte y el bajo Maresme —las más afectadas— han perdido unos 30.100 metros cuadrados de superficie (el 13%) en cuatro años. En cuanto al volumen, hay una pérdida de 83.000 metros cúbicos, cifra que representa un 15% menos de volumen de playa emergida. Estos son algunos de los datos del último estudio que el AMB presentó en febrero y que señaló también que el nivel del mar de las playas del norte de Barcelona ha subido 14 centímetros en 25 años ―5,6 milímetros anuales desde 2003― y las olas son 30 centímetros más altas durante los temporales,

Más allá de los cada vez más frecuentes temporales y la subida del nivel del mar, Torra, Cañete y Puig han insistido que otro de los principales elementos que provoca la regresión de la arena es la artificialización de la costa. "El puerto de Barcelona es una infraestructura inmensa que altera radicalmente el movimiento de la arena y la estabilización de la costa. Más al norte, tenemos el puerto del Masnou, que supone un corte para la circulación de los sedimentos que provienen del Maresmes", ha manifestado Ramon Torra, quien ha recordado también que las playas de Montgat son las más afectadas por esta situación y que han perdido ya el 70% de su superficie, con algunos arenales ya completamente sumergidos bajo el agua.

El ente metropolitano sigue reclamando la ejecución de un Plan de estabilización en el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, que es el organismo competente para implementar y construir la infraestructura adecuada para proteger el litoral, así como actuaciones urgentes en las playas que han desaparecido o que tienen un riesgo elevado de desaparecer. Por ahora, parte de las playas se han mantenido con aportaciones de arena cada vez que hay temporales o se acerca la temporada veraniega, un parche que los expertos apuntan que no funcionará eternamente.

De izquierda a derecha: la meteoróloga Gemma Puig; la alcaldesa de Sant Adrià de Besòs, Filo Cañete; y el gerente del AMB, Ramon Torra, en la presentación de la temporada de las playas metropolitanas de 2025.

De izquierda a derecha: la meteoróloga Gemma Puig; la alcaldesa de Sant Adrià de Besòs, Filo Cañete; y el gerente del AMB, Ramon Torra, en la presentación de la temporada de las playas metropolitanas de 2025. / Jordi Cotrina

Mayor accesibilidad y espacios de deporte

Entre las principales novedades de la temporada de playas 2025, el AMB ha reivindicado su apuesta por mejorar la accesibilidad de su litoral con la incorporación de "elementos y equipamientos que permiten mejorar la inclusión en estos espacios públicos". Entre ellos: 12 nuevas líneas de boyas de ayuda al baño en las playas del delta del Llobregat y Barcelona; mejoras de los accesos, con pasarelas más anchas y señalizadas; y dos nuevas pérgolas para accesos adaptados con ayuda al baño en Barcelona. De este modo, en el conjunto de las playas metropolitanas están instaladas 16 pérgolas, 30 líneas de boyas de ayuda al baño y 576 unidades de pasarelas adaptadas.

Además, la administración metropolitana también ha hecho bandera de la conversión de los arenales y sus inmediaciones en espacios que combinen "ocio, salud y deporte". En este sentido, este año se ha buscado "reforzar el ámbito de la salud" con nuevas instalaciones deportivas de calistenia en Sant Adrià de Besòs, Montgat, Gavà y Viladecans, así como campos de voley en Sant Adrià y Castelldefels. También ha habido un "incremento exponencial" de los tratamientos preventivos y refuerzo de las desinfecciones. "Con la nueva normativa, se realizan analíticas de puntos terminales y se desinfectan anualmente la red de agua de las duchas y todos los rociadores de duchas, que suman unos 800 elementos", explica el AMB.