Adiós al popular bar Santa Lola de la playa de Badalona: ¿qué ha ocurrido?

El Ayuntamiento de Badalona desalojó definitivamente el bar Santa Lola, ubicado en el espacio de patinaje del paseo marítimo conocido como Skate Ágora, este pasado miércoles 21 de mayo. El cierre ha provocado el malestar de los propietarios del negocio.

Badalona desaloja el popular bar de 'tardeos' Santa Lola ante el malestar de los propietarios

El adiós del local está en boca de miles de badalonenses, especialmente de los aficionados a sus populares 'tardeos', uno de los principales atractivos de la oferta de ocio del polígono Can Ribó durante este último año junto a la discoteca Titus Carpa. También de las familias que llevaban a sus críos a patinar los fines de semana. Pero ¿qué ha ocurrido exactamente? EL PERIÓDICO disecciona las claves del caso.

El origen de la gestión del espacio

El origen del embrollo se sitúa en el 13 de julio del 2023, cuando el bar Santa Lola firmó un contrato con la entidad Skate Ágora, que contaba con la concesión municipal para gestionar el espacio situado en un enclave privilegiado justo al lado de la badalonesa playa del Cristal. El local, que contaba con una unidad de restauración especializada en hamburguesas y un DJ en directo, estima que ya en ese momento desembolsó una inversión de unos 72.600 euros.

El esquema de la gestión estaba por lo tanto protagonizada por tres agentes: la entidad de patinaje Skate Ágora se encargaba vía concesión el espacio titularidad del Ayuntamiento de Badalona, y a su vez el bar Santa Lola explotaba el negocio de restauración del enclave a través de un contrato con Skate Ágora.

Hechos clave

Tras la firma del contrato, el nuevo Santa Lola se inauguró el 16 de septiembre del 2023. Tan sólo tres meses después, el 5 de diciembre del 2023, el convenio entre el consistorio y la entidad Skate Ágora para la licencia de uso temporal del lugar llegó a su fin. Durante el pasado 2024 hubo diversos desencuentros entre el Ayuntamiento y Skate Ágora sobre obras de mantenimiento del lugar y diferentes partidas presupuestarias en liza.

El 16 de diciembre del 2024, el bar Santa Lola recibió la notificación de Skate Ágora para rescindir su contrato en vigor. Al no recibir las indemnizaciones previstas, el negocio continuó su actividad. Hasta que el pasado 6 de febrero recibió un burofax del consistorio comunicando el desalojo, que finalmente se hizo efectivo este pasado 21 de mayo.

Una concesión controvertida

El enfado de los propietarios del Santa Lola reside en la controvertida concesión del Ayuntamiento de Badalona que gestionaba el colectivo Skate Ágora. Fuentes de la gerencia del negocio consultadas por este diario argumentan no haber tenido conocimiento, en el momento de la firma del contrato, de que tan sólo tres meses después expiraba la concesión municipal.

De hecho, los titulares del Santa Lola afirman haber suscrito un contrato con tres años de vigenia, hasta julio del 2026, después de reunirse con un responsable del consistorio el 26 de junio del 2023, pocos días después de que Albiol asumiera la alcaldía tras las elecciones municipales. "Si no hubiéramos tenido garantías, no nos hubiéramos embarcado en una inversión de este tipo", consideran fuentes de la propiedad del Santa Lola.

Inversión no recuperada de unos 120.000 euros

Después del cierre definitivo del Santa Lola, el caso no ha llegado todavía a su fin. Según la visión de los propietarios del local, hay un contrato entre ellos y Skate Ágora que sigue teniendo vigencia a día de hoy y prevé una serie de compensaciones en caso de resolución sobrevenida. Además, el local lamenta no haber podido recuperar los 120.000 euros de inversión que ha desembolsado durante el poco más de un año que ha permanecido abierto. Las partidas más destacadas dentro de ese montante son unos 76.200 euros de inversión inicial y otros 25.000 de obras de adecuación del espacio y saneamiento del mobiliario urbano deteriorado.

Más allá de las pérdidas económicas, los responsables del Santa Lola sienten haber revitalizado un espacio que estaba degradado para haber acabado desalojados del mismo. "El local era mucho más que 'tardeos': cada fin de semana venían muchas familias que llevaban a sus hijos a patinar", rubrican fuentes de la propiedad del establecimiento.

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