Fin de una ocupación
La okupa de Badalona cede ante la presión de Albiol y los vecinos tras renunciar a seguir pidiendo 3.000 euros
La ocupante se marcha del piso, en el que estaba sin agua ni electricidad, y el centro de emergencias de Barcelona se hará cargo de ella, tras más de 24 horas con concejales del PP y manifestantes ante el bloque
Albiol se atrinchera para abortar una ocupación en Badalona y se encara con la usurpadora



Jordi Ribalaygue
Jordi RibalayguePeriodista
Periodista especializado en información local de Barcelona y el área metropolitana. Ha trabajado en El Mundo, EFE, Público, Ara, Tot Barcelona y medios locales de Sant Adrià de Besòs y Badalona. Ha colaborado en la redacción del libro 'Objectiu Venus', sobre el barrio de La Mina.
La mujer que pretendía quedarse en un piso vacío en la periferia humilde de Badalona en el que se introdujo este sábado de madrugada lo ha abandonado después de que el alcalde Xavier García Albiol y varios concejales del Partido Popular hayan vuelto este domingo al domicilio a emplazarle a que se marchara. Olga, que asegura que está pendiente de desahucio en Barcelona, permanecía sin agua ni corriente eléctrica y se había quedado sola, después de que su hijo desistiera a resistir este mismo sábado, un veinteañero con el que penetró por el balcón a la casa.
El hogar pertenece a la inmobiliaria Solvia. La propiedad ofreció 1.500 euros este sábado a Olga para que se fuera, pero la mujer ha reconocido en conversación con EL PERIÓDICO que reclamó 3.000 y que, en todo caso, no pensaba irse. No obstante, ha acabado cediendo ante la presión, continua durante más de 24 horas.

El alcalde de Badalona, Xavier García Albiol, hablando con la ocupante asomada al balcón, antes de abandonar el piso este domingo. / JR
Observada a cierta distancia por el grupo de vecinos que se han opuesto a la ocupación atrincherándose en el portal, Olga ha tomado un coche con destino al Centro de Urgencias y Emergencias Sociales de Barcelona (CUESB). Albiol ha explicado a los congregados que la ocupante ha puesto "unas condiciones asumibles y razonables" y ha rogado que no le trasladara una patrulla policial. El edil ha añadido que la mujer ha solicitado comida y agua, también que los presentes se apartaran cuando saliera. En las últimas horas, se ha discutido y ha intercambiado reproches con ellos.
Algunos asesores del ejecutivo local han bajado las pertenencias y las han introducido en el automóvil, antes de que Olga dejase el bloque, acompañada por Albiol. Ha subido al vehículo bajo la mirada del alcalde. "Dijimos que íbamos a conseguir sacar a esta persona y entre todos la hemos sacado. Un problema menos", ha proclamado el popular. El edil ha comentado que se ha instado a Solvia a blindar la vivienda y que instale una alarma. "Se han acabado imponiendo el sentido común y la justicia. Después de la que hemos organizado, nadie se va a atrever a ocupar aquí", ha resuelto ante los concentrados, que lo han aplaudido.

Asesores municipales cargan las pertenencias de Olga antes de dejar el piso que había ocupado en Badalona. / JR
Retén en el portal
Dos agentes de la Guardia Urbana, tres concejales del PP y un retén con una decena de personas parapetadas con sillas y mantas se apostaban poco después de las ocho de la mañana ante el bloque de la calle Guifré, donde Olga y su hijo escalaron por la fachada para colarse en un piso. Albiol se personó en varias ocasiones ayer ante el edificio y prometió que él mismo y miembros de su gobierno municipal se turnarían para presionar junto a vecinos del barrio de El Remei hasta que los usurpadores abandonasen el inmueble por su pie.

Vecinos apostados contra la ocupación de un piso en Badalona. / JR
Asomada al balcón, Olga declaraba esta mañana que no dispone de ingresos para costearse un techo. Los vecinos no la creían. Explican que Albiol, junto a trabajadores municipales, le ofrecieron una plaza en un albergue para pasar el fin de semana antes de abordar su situación con los servicios sociales. Al margen de la intervención del consistorio, la propiedad le ofreció dinero a cambio de que se fuera, coinciden varias fuentes. Desestimó ambas ofertas, según los manifestantes, que se han declarado hartos de ocupaciones que describen como un caldo de delincuencia y degradación en la zona.
“Dije que quería 3.000 euros porque, cuando estás así, te vuelves loca y es un calvario aguantar a esta gente”, alegaba Olga antes de rendirse, molesta con quienes la emplazaban a pie de calle a que claudicara. “No me voy a ir, pienso aguantar”, advertía. “Está mintiendo desde que llegó, no es una persona vulnerable”, acusaban los vecinos.
“Ni seguridad ni paz”
Antes de las nueve, una mujer presionaba sin soltar el timbre del portero automático. Apretaba al primero, donde se hallaba la mujer que lo había tomado. Ha ensartado una horquilla en el botón, para que el zumbido continuo del timbre incordiase a la ocupante.
“Sale al balcón y nos increpa. Menos que venga el Papa, ha pedido de todo: que venga una asistenta social, un médico, un juez, que le den dinero para ir a un hotel… Eso sí, de irse a su casa no dice nada”, recriminaba la manifestante. “Ya tenemos suficientes ocupaciones en el barrio”, alegaba junto al resto de vecinos cobijados en el portal.
Algunos de ellos daban fe de que han encadenado más de 24 horas protestando a la intemperie. También se han movilizado residentes del propio bloque, donde se cuentan otras dos ocupaciones ilegales en los bajos. Tres muchachos, estudiantes y trabajadores, han confesado que pagan más de 1.000 euros por un domicilio compartido entre cuatro en el inmueble. Albiol ha opinado que los alquileres que la propiedad cobra "son una vergüenza". "Pero la solución no es dar una patada a la puerta", ha agregado el popular, partidario de que la ley se endurezca frente a las ocupaciones ilegales.

El alcalde de Badalona, Xavier García Albiol, y Olga, asomada al balcón de la casa que había ocupado. / JR
“No podemos seguir viviendo pendientes de ruidos y con el miedo de que se van a colar. Vivo con temor a que entren en el piso, se creen con el derecho a invadir”, expresaba una chica que vive en la finca. “Las ocupaciones hacen que el barrio sea inseguro y que esté en decadencia”, abundaba su compañera. “No puede ser que vivamos con miedo. Por eso hemos reaccionado así, no lo queremos seguir soportando. Pagamos impuestos y merecemos que se respete nuestra casa, pero ahora no tenemos ni seguridad ni paz”, concluía.
“Tenemos tres naves ocupadas, el edificio de la esquina está todo ocupado y es un centro de distribución de droga, hay ocupaciones unas calles más allí, el antiguo instituto B9 está ocupado… -recontaba una vecina- No podemos más con esta situación ni con más degeneración. O nos tiramos a defender el barrio o nos van a echar a nosotros. No podemos absorber tanta ocupación”.
Discusión tensa
Mientras los vecinos conversaban con este medio, la ocupante ha aparecido en el balcón y se ha discutido con quienes se concentraban para que se marchase. “¡Pero si el piso es de un banco! ¡Qué te importa que esté aquí!”, se encaraba con una de las congregadas. “¡Mientes! ¡No tienes vergüeza!”, reprendía la vecina.
Entre interrupciones por el cruce de reproches con los presentes, Olga ha afirmado que le vendieron la llave del domicilio, una práctica que se repite en más barrios del extrarradio, en que grupos que se apoderan de viviendas deshabitadas hacen negocio a costa de la necesidad. “La compré por 2.000 euros”, ha confesado. “Entonces, ¿por qué entró por el balcón? No tiene lógica”, replicaban los congregados.

Albiol se dirige a los vecinos después de que la ocupante se marchara del piso que había ocupado en Badalona. / JR
“Estoy en la calle, me queda poco para que me echen de un piso en Barcelona, ya he parado ocho desahucios”, ha relatado. Los vecinos murmuraban, descreídos. Sostienen que ya penetró en la vivienda el martes pasado y que fue expulsada el mismo día, un extremo que el gobierno local no confirma que fuera así. Hasta hace pocas semanas, unos inquilinos habitaban el domicilio, que se anuncia a la venta por 259.000 euros. “Se van porque no pueden pagar lo que están subiendo los alquileres”, apuntaba uno de los concentrados.
“Hasta que no vengan con alguna ayuda, no me voy a ir”, prometía Olga. “Ha amenazado con destrozar el piso. No es justo, aquí todos somos vulnerables, pero nos sacamos las castañas del fuego”, oponían los manifestantes.
Olga se ha mostrado crítica con Albiol. "Falta mucho al respeto", ha recriminado. "¡Gracias que tenemos al alcalde! ¡Que te acoja Colau!", le ha contestado una de las congregadas. "Otro alcalde no estaría aquí. Han venido 17 concejales. Dan la cara y no nos sentimos desprotegidos. ¿Si sirve que vengan? Pues de algo está sirviendo, porque ahora vienen los periodistas y se hacen eco, lo que es buena señal", opinaban.
- El tráfico de fármacos para crear la 'droga de los pobres' se expande en la zona más vulnerable de Barcelona
- Caos en Rodalies en plena madrugada: decenas de pasajeros atrapados en Castelldefels durante una hora
- Un estudio de la UAB concluye que los carriles bici bidireccionales de Barcelona no son más peligrosos que el resto
- Despedido el director de una escuela de Terrassa en plena investigación por denuncias de radicalización ultracatólica
- Un atropello mortal en la estación de Mataró interrumpe el servicio de Rodalies, ya restablecido
- Telefónica desmantela la central de cobre de su histórica sede de Fontanella y el Ayuntamiento recalifica el edificio
- L’Hospitalet inicia las inspecciones para determinar qué edificios de su zona norte deben rehabilitarse o derruirse
- La Fiscalía investiga si patrimonio de La Masia del Barça corre riesgo de destrucción