Cierre por insolvencia

Hacienda y Seguridad Social piden incrementar en otros 130.000 euros la deuda de las viejas patatas Corominas de Badalona

Los organismos públicos exigen incluir la cantidad como nuevo crédito en el concurso de acreedores de la empresa tras la emblemática marca

Otros 160.000 euros de indemnizaciones a trabajadores lastran la deuda de las viejas patatas Corominas de Badalona

Unos 600.000 euros, la deuda de las viejas patatas Corominas de Badalona con sus acreedores

Las viejas patatas Corominas de Badalona indemnizarán con 200.000 euros a trabajadores

Las famosas patatas Corominas de Badalona cambiarán de color y ubicación a raíz de una sentencia judicial

EL PERIÓDICO

Manuel Arenas

Manuel Arenas

Badalona
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La deuda de la vieja empresa de las patatas Corominas de Badalona, Patates Fregides Corominas SL, sigue estando en el foco. Tal y como ha podido confirmar EL PERIÓDICO a través de la documentación del concurso de acreedores en que la mercantil se halla inmersa, otros 132.000 euros son aptos de sumarse al crédito debido por la histórica marca local.

En este caso, los acreedores que piden incluir las cantidades de 66.764,79 y 66.694,33 euros son, respectivamente, Hacienda y la Tesorería General de la Seguridad Social. Y lo hacen a través de un incidente concursal dirigido al Juzgado de lo Mercantil núm. 6 de Barcelona al que ha accedido este diario.

Estos nuevos 132.000 euros que afloran se suman a los 600.000 euros de deuda con acreedores, a otros 200.000 euros de indemnizaciones a trabajadores y a otros 160.000 euros también de compensaciones a exempleados. De ser incluidos finalmente como créditos de Corominas, el adeudo total superaría ya el millón de euros.

La insolvencia que ha desembocado en este concurso de acreedores ha dejado tocada y hundida a la anterior sociedad tras las Corominas, emblemática marca local ahora retomada por otra facción familiar. En junio de 2024, la mercantil Patates Fregides Corominas SL cesó su actividad y cerró su histórica fábrica en la C/Miquel Servet de Badalona. Un 'cerrojazo' que empezó como "provisional", según declararon los socios de la mercantil, pero que tiene visos de convertirse en definitivo.

Corominas VS Corominas: claves de la pugna judicial

Más allá del actual concurso de acreedores de la mercantil Patates Fregides Corominas SL, el rumbo del emblemático aperitivo badalonés viró en julio del pasado 2023, cuando a raíz de una sentencia judicial la marca cambió de color y de ubicación. Esta pugna se remonta a abril del 2021, cuando la facción familiar que representa Anaïs Duran Corominas, heredera —y cuarta generación de la familia— de la titularidad de la marca original registrada el año 1968, llevó a los tribunales a la otra parte en que la familia está dividida, la que representan Joan Corominas y Josep Garcia, al entender que una nueva marca Corominas que estos habían registrado en el 2017 perjudicaba a sus derechos como titulares de la marca original.

En primera instancia les dio la razón el Juzgado de lo Mercantil número 8 de Barcelona el 1 de abril del 2022, que en una sentencia a la que ya tuvo acceso este diario recriminó a los Corominas que habían registrado la nueva marca hacerlo con "mala fe". El juez llegó a esta conclusión aduciendo que el registro de la segunda marca Corominas se produjo "sin conocimiento ni consentimiento" de la titular de la misma —la madre de Anaïs Duran Corominas— y "con claro abuso de confianza", con el objetivo de lograr "previsibles beneficios" para la sociedad Patates Fregides Corominas SL.

Dichos "previsibles beneficios" los dedujo el juez especialmente de la vía de venta telemática, muy relevante por el prestigio de las patatas artesanales en todo el territorio estatal. Esta cuestión fue clave en el juicio porque, mientras los Corominas que registraron la segunda marca defendieron haberlo hecho para proteger la tienda 'online' y el dominio 'www.patatescorominas.com', el juez justificó la nulidad absoluta de la misma en que su validez hubiera supuesto la "exclusión" de los titulares de la marca original de un canal como la venta 'online', "notoriamente en auge y en constante crecimiento [económico]".

Y fue el 28 de julio del 2023 cuando la Audiencia Provincial de Barcelona ratificó en sentencia firme —no recurrida— la resolución de primera instancia tras la apelación de los Corominas que perdieron el primer pleito. En ella, el juez reafirma la "mala fe" tras el registro de la segunda marca Corominas al entender que la misma "dificulta y perjudica la explotación de la marca anterior por sus legítimos propietarios", a quienes protege criticando que la facción familiar apelante "era consciente" de que la nueva marca "era incompatible" con la primera y que, en todo caso, debió registrarse "a nombre de la titular denominativa [la madre de Anaïs Duran Corominas] o, como mínimo, con su autorización".

Además, el juez consideró asimismo relevante que, pese a usar la marca desde los años 90 sin oposición de los propietarios de la misma, quienes gestionan la empresa Patates Fregides Corominas SL lo hacían en condición de licenciatarios y no de propietarios. Este hecho lleva al juez a apreciar que los propios apelantes eran conscientes de su condición de no propietarios, ya que da por probado que habían llegado a ofrecerse, tras intentar adquirir la marca sin éxito, a "cesar en el uso y no transmitirla o cederla a un tercero".

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