El riesgo de cierre de un mercado casi centenario de Badalona evidencia las deficiencias de los otros cinco que hay en la ciudad

Las alarmas saltaron en el Mercat Torner del barrio del Progrés de Badalona el lunes 23 de septiembre, cuando el Ayuntamiento citó a los tenderos a una reunión urgente, para aquella misma tarde: "Nos trasladaron que el mercado tendría que cerrar por peligro de derrumbe inminente ―explica la presidenta del equipamiento, Olga Viltró―. Nos quedamos a cuadros porque nos dijeron que nos pusiéramos en el peor de los escenarios". Un informe técnico del Ayuntamiento detectó el deterioro de las cámaras frigoríficas, que ponía en riesgo tanto a los trabajadores como a los clientes.

Los siguientes días, a la espera de un segundo informe municipal que en un principio debería estar preparado en 48 horas, fueron de incertidumbre. "No podemos seguir mucho más tiempo con la espada de Damocles del cierre del mercado encima", se lamenta Viltró.

Casi un millar de las paradas de los mercados de Barcelona están vacías

Un par de días después, sin embargo, los peores augurios se empezaron a disipar. El Ayuntamiento decidió elevar la realización del informe concluyente a profesionales independientes, que se encargarán de realizar un diagnóstico estructural del edificio, construido en 1926. Permitió también que las 15 comercios en activo en el mercado trabajasen con normalidad: "Los políticos no somos técnicos ―explica a EL PERIÓDICO la teniente de Alcaldía Cristina Agüera―, de manera que si un técnico municipal nos da una información como que hay que cerrar por peligro inminente, nuestra obligación era trasladarla, y eso es lo que hicimos aquellos días".

Preguntada por el aparente cambio de parecer sobre el estado del mercado, la concejal Agüera apunta que "una decisión como la de cerrar un mercado ha de estar bastante fundamentada" y que por ello se decidió recurrir a un estudio más pormenorizado del estado estructural del mercado: "Espero que el estudio integral, que empezará la semana que viene, apunte que es necesario reforzar o cambiar algunos elementos, pero que no sea necesario cerrar".

Así, a la espera de las conclusiones finales, en el Mercat Torner se vive estos días, en palabras de su presidenta, "una calma tensa". Cuentan, eso sí, con el apoyo de la asociación vecinal del barrio del Progrés, que se ha sumado a sus reivindicaciones y desde hace meses recogen firmas para la dignificación tanto del barrio como de su mercado. Llevan unas 3.500.

El Mercat Torner de Badalona pendiente de su futuro

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Falta histórica de mantenimiento

Badalona tiene seis mercados municipales y cada uno de ellos sufre a su manera la falta histórica de mantenimiento, un extremo en el que coinciden tanto los paradistas como el gobierno local. Según explica el presidente de la Federació de Mercats de Badalona, Juan Carlos de Miguel, el pecado original reside en un antiguo convenio acordado entre el Ayuntamiento y los mercados según el cual, a cambio de exenciones fiscales, serían los propios tenderos los que se preocuparían del mantenimiento del día a día mientras que el Ayuntamiento llevaría a cabo las obras mayores de reforma necesarias: "Con el tiempo, se ha visto que en 20 años no se ha hecho ninguna obra mayor en los mercados de la ciudad, aunque las necesitan urgentemente", señala de Miguel.

Así, a la situación del de Torner, se han de sumar el resto de deficiencias en los otros cinco mercados municipales. Entre otras dolencias que refiere el presidente de la federación, en el de La Salut y el de Llefià hay goteras; el interior del de Morera-Pomar "está muy mal, rozando el cierre"; el de Sant Roc "funcionaba bien, pero ahora hay problemas con las ventanas, que se van hundiendo y dejando un espacio entre el cristal y la reja". Mención aparte merece el mercado de Maignon, el más antiguo de la ciudad, que lleva 12 años situado en una carpa que iba a ser provisional: "En septiembre, ha tenido que cerrar dos veces para reparar el suelo y la iluminación con unos trabajos que han costado unos 40.000 euros y que han pagado los propios tenderos", enumera Juan Carlos de Miguel.

Plan de choque de 6 millones

Para revertir en la medida de lo posible la situación, el gobierno municipal ha preparado una partida de seis millones de euros, incluidos en el presupuesto municipal que debería aprobarse el viernes 25. Ese dinero está proyectado, informa la concejal Agüera, para los proyectos de reforma de Torner y Maignon. En el caso de Torner, y siempre a la espera de lo que arroje el estudio pendiente sobre el estado de su estructura, hay que sumar el encargo que se le hizo al AMB hace ahora dos años para rehabilitar una serie de elementos como la fachada, la cubierta, los lavabos o las entradas. El proyecto está financiado en casi 900.000 euros por el Ayuntamiento y en unos 200.000 por el ente supramunicipal. "El de Maignon ha de volver a ser lo que se merece, un mercado abierto, luminoso y atractivo", asume Cristina Agüera, que anuncia una reunión con los tenderos del mercado la semana que viene para explicarles los próximos pasos.

Entrada de operadores privados

Para el mercado de Llefià, presidido al alimón de la federación por Juan Carlos de Miguel, la solución, consensuada, pasa por la incorporación de un supermercado al equipamiento: "Será el operador privado quien asuma el coste de las obras", asegura Agüera, que además detalla que la intención del Ayuntamiento es "ir de la mano del Institut de Mercats de Barcelona, debido a la mucha experiencia que tienen en ello". Si bien a de Miguel le complace la idea de la introducción de un operador privado, esa opción disgustaría a la presidenta del Torner, Olga Viltró, que arguye que la gran cantidad de supermercados que ya se encuentra en las inmediaciones de la Plaça Nova haría absurda la idea.

Los mercados de L'Hospitalet tienen cerradas un tercio de las paradas

La teniente de Alcaldía Agüera, por su parte, subraya que la entrada de un privado en los otros cinco mercados de la ciudad "se ha de valorar independientemente para ver cual es la mejor opción, ya que cada uno tiene sus peculiaridades". Sobre la posibilidad de cerrar alguno de los seis que están abiertos, Agüera se muestra en contra: "No creo que tengamos que cerrar ninguno, y los tenderos tampoco tienen esa intención".

Así, mientras no se ejecuten los trabajos de reforma planeados, los seis mercados badaloneses afrontan su futuro inmersos en el cambio de hábitos de compra de los ciudadanos, que cada vez acuden menos a los mercados y más a las grandes superficies comerciales. No en vano, en 18 años han cerrado prácticamente la mitad de las paradas, pasando de las 207 que había en 2006 a las 116 con que acabó el año 2023.

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