Agresiones sexuales

La falta de vigilancia y el "morbo" preocupa a los comercios del Màgic Badalona

Las tiendas del centro comercial, en el foco por los casos de violaciones, explican a EL PERIÓDICO cómo viven su día a día

'No esteu soles' exige inversiones "drásticas" para las víctimas de violaciones en Badalona

Los Mossos celebrarán una reunión extraordinaria para abordar las violaciones en Badalona

BADALONA 07/06/2023 Barcelona. Centro comercial Magic de Badalona. Fotos de recurso dentro y fuera. FOTO de ZOWY VOETEN

BADALONA 07/06/2023 Barcelona. Centro comercial Magic de Badalona. Fotos de recurso dentro y fuera. FOTO de ZOWY VOETEN / ZOWY VOETEN

Gerardo Santos

Gerardo Santos

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Los repetidos casos de violaciones grupales han situado en el ojo del huracán al centro comercial Màgic de Badalona, epicentro de la conversación pública que navega entre las reclamaciones sociales para poner a las víctimas en el centro y la gestión de las administraciones que discuten cómo atajar una situación límite ya de ámbito catalán, con la Generalitat de Catalunya implicada de primera mano.

La vorágine mediática tiene, además, una perspectiva de proximidad: la de los comercios cuya realidad transcurre cotidianamente mientras el centro comercial está en el foco. EL PERIÓDICO ha conversado en las instalaciones del Màgic Badalona con una decena de comerciantes que mayoritariamente se muestran preocupados por la falta de vigilancia en el centro comercial y que, pese la sensación de normalidad implícita en el devenir del día a día, subrayan la novedosa presencia de algunos visitantes que acuden llamados por el "morbo".

De una decena de charlas con algunos de los trabajadores de tiendas del Màgic se pueden extraer un par de conclusiones generales. Primero, que los vecinos no han dejado de acudir al Màgic; ya sea para realizar sus compras, para saciar su ocio o, simplemente, para pasear. "¿Clientes?, esto está siempre lleno", comenta una vendedora de chucherías. En un establecimiento de restauración confirman la tendencia: "Los fines de semana, esto está a tope, no paramos".

Por otro lado, la sensación habitual de falta de vigilancia en el centro de comercial. En esta línea, unas dependientas señalan que la seguridad solo aumenta los días siguientes a cuando se publica algún caso de violación: "Durante unos días ves más vigilantes, pero no pasa ni una semana y vuelven a ser los de siempre". A finales de marzo, días después de conocerse uno de los casos de violación grupal en los lavabos del centro, el Ayuntamiento se reunió con la Guàrdia Urbana, los Mossos d'Esquadra y la dirección del Màgic. Acordaron el aumento de la vigilancia, y el patrullaje tanto de 'mossos' y policía local por el interior del centro.

En efecto, los Mossos d'Esquadra se han dejado ver: "Hay más vigilancia, sí. También de los 'mossos', y he visto que hay mujeres entre los vigilantes de seguridad, supongo que es por si hay que abrir algún lavabo de chicas", sostiene el vendedor de electrodomésticos. Aún así, para algunos de los trabajadores no es suficiente: "Muchos días solo veo a un vigilante haciendo ronda, y con suerte un auxiliar más", sostiene la vendedora de golosinas.

La tarea que realizan los vigilantes, ahora bien, es visiblemente apreciada por los comerciantes del Màgic: "Nos conocemos todos, y cuando se hace tarde entran al interior de las tiendas para revisar que esté todo bien", comenta la dependienta de la juguetería.

Mara es una de las dependientas de la perfumería. Apenas lleva un par de semanas trabajando ahí, pero su testimonio como vecina y clienta del centro comercial tiene peso: "La verdad es que este centro comercial lleva muy mal toda la vida. Hace años, me persiguieron un grupito de estos chavales, por aquí, en el Màgic, pero me escapé. Me da a mí que son los mismos que ahora, ¡qué asco!".

Presencia de turismo de "morbo"

Otro de los elementos que destacan algunos comerciantes es el del "morbo". "Lo que sí que he notado es que vienen bastantes morbosos, gente que no es ni de Badalona, que conoce el tema de las violaciones por los medios de comunicación y que vienen al Màgic por puro morbo", explica una vendedora de golosinas.

Su establecimiento está justo delante de una de las puertas de acceso al centro comercial, lo que convierte a la tienda de chuches en una especie de puesto de información para esos extraños visitantes: "Me preguntan: '¿Sabes dónde fue la violación?'. Y yo, claro, les digo que ni idea", comenta esta trabajadora con incrédula expresión.

Una fuente que pide no revelar su identidad ni que se le relacione con ningún establecimiento cuenta cómo los lavabos del centro se han convertido en un epicentro de interés. "Cada vez es más habitual que se utilicen los servicios para mantener relaciones sexuales", remarca. Ya sea debido a que se trata de jóvenes que no disponen de otros lugares con la suficiente intimidad o debido al morbo que el contexto puede generar.

Sin afectación a las ventas

De todas las entrevistas realizadas, únicamente los empleados de una tienda de electrodomésticos aseguran a este diario que las ventas han disminuido desde que se empezaron a conocer los casos de agresiones sexuales grupales: "Entiendo que haya gente a quien le dé miedo venir, pero no hay motivos para eso", apostilla el vendedor.

Son las dependientas de una perfumería las que ponen el dedo en la llaga: "La preocupación por estos casos de agresiones dura dos días, los dos días siguientes a que se publique la noticia, cuando pasa una semana ya lo hemos olvidado todos. Pero todos quiere decir todos: los clientes, nosotras, y todo el mundo", sentencian.

Centro comercial Magic de Badalona.

Centro comercial Magic de Badalona. / ZOWY VOETEN

En el turno de comida de un día laborable en los restaurantes del Màgic, cuando quedan un par de horas para la primera sesión de cine de la jornada, las terrazas interiores muestran buen aspecto, sin estar llenas. Pocas tiendas están vacías y bastantes personas, ociosas, pasean por los pasillos o descansan en los asientos. Afuera pica el sol y aunque todavía no es verano, las instalaciones del centro comercial se convierten en una especie de refugio climático para los badaloneses.

El aspecto del Màgic de medianoche es muy diferente al del resto del día. Persianas bajadas, luces apagadas, bastante menos gente. Muchas de las vendedoras entrevistadas viven relativamente cerca del centro comercial, o usan transportes públicos cercanos. Preguntadas las dependientas de un establecimiento de estética al respecto de la sensación de seguridad, responden con claridad meridiana: "No. No nos sentimos seguras. Ni aquí, ni en ningún lado. Ni solas, ni acompañadas".

Lee todas las noticias de Badalona en EL PERIÓDICO de Badalona

Suscríbete para seguir leyendo