Recuperación con retraso

La playa de Sant Adrià reabrirá en julio tras dos años cerrada por contaminación cancerígena

Se prevé que las obras de limpieza empiecen después de la Semana Santa, justo cuando el Ministerio de Transición Ecológica anunció que iba a finalizarlas

Obras para extender un cable submarino en la playa cancerígena de Sant Adrià

Obras para extender un cable submarino en la playa cancerígena de Sant Adrià / RICARD CUGAT

Jordi Ribalaygue

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La playa principal de Sant Adrià de Besòs abrirá más de dos años después de prohibirse el acceso por la detección de altas concentraciones de metales pesados a nivel de superficie y que, en caso de larga exposición, comportan un riesgo potencial de contraer cáncer que un estudio catalogó de “inadmisible”. La alcaldesa del municipio vecino de Barcelona, Filo Cañete, ha anunciado esta lunes que el Ministerio de Transición Ecológica -titular de la franja costera- prevé que la descontaminación de la playa del Litoral empiece en abril y que la valla que circunda el arenal desde mayo de 2021 se levante “hacia finales de julio”.

Posteriormente, el ministerio ha precisado que programa el comienzo de la operación para "finales de abril". Transición Ecológica ha detallado que costará 1.197.849,53 euros, por debajo de lo estimado en informes preliminares, que elevaban el gasto a 2,78 millones. El Gobierno asume la inversión íntegra.

La recuperación de la playa se ha retrasado sobre las previsiones que el Gobierno comunicó meses atrás. En octubre del año pasado, Transición Ecológica manifestó que los trabajos podrían finalizar antes de la próxima Semana Santa. Sin embargo, no ha arrancado por ahora la retirada de la arena afectada por la presencia de ocho sustancias tóxicas -como plomo, cobalto y arsénico- y un tipo de hidrocarburo, todos ellos identificados en proporciones por encima del límite tolerado. Ante la demora, Sant Adrià se abocaba a pasar un verano más con el paso sellado al tramo de franja marítima más frecuentado por los vecinos.

La ciudad malogrará parte de la temporada de baño, aunque aún podrá disfrutar de la playa durante medio verano, si el calendario no se vuelve a incumplir. “Esperamos con muchas ganas que sea una realidad”, ha deseado la alcaldesa, que ha añadido que se estudiará que el plazo para que el tramo reabra “se pueda acortar”. Cañete ha explicado que, dado que la franja costera seguirá cercada durante los primeros meses de temporada estival, se contratará un servicio de bus lanzadera para que los habitantes de la población se desplacen a la playa del Fòrum, al otro lado de la desembocadura del río Besòs. El mismo transporte ya estuvo disponible en los dos años anteriores.  

Cable submarino

Los contaminantes se localizaron a raíz de las primeras obras para extender unos cables submarinos de fibra óptica hasta la estación de este tipo de conexiones internacionales afincada en Sant Adrià. El origen de los residuos nocivos no se ha concretado, si bien todo apunta a que son restos nunca limpiados de las fábricas que ocuparon el litoral del municipio durante décadas. Tampoco han dado pie a ninguna investigación judicial; la Fiscalía archivó una denuncia de la entidad ecologista local La Marea Verde.

Las tareas de limpieza en la playa de Sant Adrià corresponden tan solo a una parte de los terrenos pendientes de descontaminación en la fachada costera al norte de Barcelona. Otra playa cercana, la del barrio de La Mora, en Badalona, sigue con un tramo vallado adyacente a la orilla, vetado también al florecer residuos industriales en 2017 tras un temporal. No hay fecha para rehabilitarlo. 

Meses atrás, el Ministerio de Transición Ecológica estimó que resultará necesario retirar entre 3.500 y 4.000 metros cúbicos de arena contaminada en Sant Adrià. Será irrecuperable y tendrá que trasladarse a un vertedero. Un organismo de la Generalitat, la Agència de Residus de Catalunya, revisó meses atrás el plan de obras en Sant Adrià e instó al ministerio a introducir algunas modificaciones. Según fuentes conocedoras, se comprobó que los residuos peligrosos están concentrados en una zona central de la playa y no tan dispersos como se creyó en un principio.