Nuevo SOS por la regresión de las playas metropolitanas: “Muchas desaparecerán si no hacemos nada”

Los cimientos de antiguas edificaciones emergieron a principios de la temporada de 2022 de entre la arena de las playas del Cristall y del Pont d'en Botifarreta de Badalona. Tan solo uno más de los múltiples síntomas de los estragos que provocan los temporales, cada vez más frecuentes, y el cambio climático en el litoral metropolitano.

“Hemos perdido un 20% de la superficie de las playas metropolitanas desde el año 2014 y las proyecciones del cambio climático es que las playas perderán más de 20 metros en 30 años”, ha destacado este viernes 28 de octubre Daniel Palacios, jefe del servicio de playas del Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB), durante un trayecto en velero por las playas de Badalona, Montgat y Masnou para presentar las conclusiones de los últimos estudios del litoral metropolitano.

“Si no hacemos nada, de aquí a 30 años muchas playas habrán desaparecido”, ha advertido por su parte Ramon Torra, gerente del AMB. Ante esta situación, desde el AMB piden ahora al Gobierno un plan de estabilización del litoral metropolitano.

El propio Torra señala como la pérdida de arena es fruto de la “artificialización” de la costa. La construcción de los puertos y otras infraestructuras que se han producido a lo largo de las últimas décadas han provocado “una alteración en la dinámica litoral” y que las playas ya no recuperen de forma autónoma la arena perdida tras los temporales, como sí ocurría años atrás.

“Nos encontramos en una situación crítica”, remarca Palacios, quien explica también que, de los 30 kilómetros de playas que tiene el área metropolitana, “entre 28 y 29 están en regresión”. Así, la única zona estable es la desembocadura del Besòs, es decir, Sant Adrià.

Las aportaciones de arena no son suficientes

La excepcionalidad del temporal Gloria, en enero de 2020, combinó una serie de circunstancias que provocaron la rotura del Pont del Petroli de Badalona, símbolo de la ciudad que ahora está en vías de reconstrucción. Según un estudio de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC), uno de los factores clave fue la variación de la batimetría -la profundidad del fondo del mar- en ese punto.

"Fue un temporal muy particular con una duración muy larga y un transporte de sedimentos único", explicaba hace poco más de un año el investigador de la UPC Corrado Altomare.

Pese a las excepcionalidades que generó el Gloria, los estudios del AMB destacan como los temporales han incrementado notablemente desde 2017, siendo "más prematuros, intensos, frecuentes y largos". "Esta coyuntura aumenta la erosión y la inundabilidad de las playas", explican desde el Área Metropolitana.

En cuanto a las playas de la zona sur, los últimos análisis señalan que retroceden un metro de media anual. "El dique del río Llobregat tiene un papel negativo en la regeneración de las playas del delta del Llobregat. Esta infraestructura, que tiene 8 metros de profundidad, actúa como 'trampa' de sedimentos, que descienden hasta esta profundidad y después se quedan atrapados", explican desde el AMB.

Así pues, la cuenca sedimentaria del río Llobregat se ha desconectado del delta, lo que rompe la dinámica natural de aportación y transporte de sedimentos, que a su vez son regeneradores naturales de arena en las playas.

Respecto a las medidas que se han tomado en los últimos años, desde la administración metropolitana remarcan que las aportaciones anuales de arena del puerto de Barcelona en cumplimiento de la Declaración de impacto ambiental (DIA) "son insuficientes y la granulometría no es adecuada".

Un litoral al límite

Hace apenas un año, el Consell Assessor per al Desenvolupament Sostenible de la Generalitat de Catalunya publicó el informe 'Un litoral al límite. Recomendaciones para una gestión integrada de la costa catalana', donde ya se señalaban muchos de los problemas expuestos durante la presentación del Área Metropolitana de Barcelona.

Entre otras cuestiones, destacaba cómo desde 2017 se observa una regresión "significativa" de las playas en el litoral metropolitano, sobre todo, en los arenales de ciudades como Badalona y Montgat, con regresiones en sus playas de hasta 9,8 metros por año y de 7,5 metros por año, respectivamente.

La previsión más favorable, dice el informe de la Generalitat, es que en el año 2035 "sólo un 54% de las playas actuales cumplan las condiciones de anchura necesaria para proveer servicios de ocio".

Así, el texto señala también como las grandes aportaciones de arena con medios mecánicos, como ocurre en buena parte de las playas de la zona de Barcelona habitualmente, "es insostenible a largo plazo y tiene unos costes económicos ambientales elevados y crecientes".

Posibles soluciones

El Gerente del AMB, Ramon Torra, insta a la administración catalana y a la estatal a unir fuerzas para aplicar medidas estructurales que reviertan el contexto actual. "Vamos por detrás de las alteraciones que genera el cambio climático", ha reiterado Torra, quien ha instado también a implementar un plan de resiliencia del litoral metropolitano.

A pesar de que en cada arenal se debe actuar de forma diferenciada, en líneas generales, las soluciones que reclaman desde el AMB pasarían por construir escolleras y diques sumergidos. En el puerto de El Masnou, "culpable" de que los sedimentos no lleguen a las playas del sur, el informe del AMB propone restablecer el movimiento de sedimentos a través de la técnica del 'bypass', movilizando en barco (draga) una parte de la arena desde el norte hacia la parte meridional del puerto, en las playas de Montgat.

Sin embargo, mientras llegan las soluciones estructurales, Ramon Torra ha insistido en la necesidad de hacer aportaciones de arena para que "podamos disfrutar de las playas en la temporada de verano". "Son las playas de uso más intenso del área metropolitana, con casi 15 millones de usuarios al año. Tienen por tanto también una importancia social y económica y hay que garantizar que se puedan usar", dice Torra.

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