La pervivencia de un club histórico

El Sant Pep de Badalona aprueba un plan para poder jugar con su camiseta mientras trata de reabrir su pabellón

Con este resultado, los socios del histórico club de baloncesto evitaron que se tuviera que votar por la disolución de la junta y del club

El C.B. Sant Josep tratará ahora de reabrir su pabellón, precintado desde junio tras la denuncia de un vecino por ruidos

Sin embargo, los problemas siguen para el club, que ahora afronta una demanda de desahucio por parte de la propiedad

Movilización del CB Sant Josep en Badalona.

Movilización del CB Sant Josep en Badalona. / CB Sant Josep

Àlex Rebollo

Àlex Rebollo

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El Club Bàsquet Sant Josep, el Sant Pep, disputó este martes uno de los partidos más importantes de su historia, uno en el que se puso sobre la mesa no menos que su existencia. El histórico club de Badalona (Barcelonès), se jugó su disolución en una junta extraordinaria que tenía por objetivo aprobar un plan con soluciones provisionales para que todas las categorías pudieran disputar la temporada 2021-22, después de que el pabellón que acoge al club desde hace 51 años se haya mantenido precintado desde finales de junio por verse la entidad obligada a realizar una serie de obras de insonorización, exigidas estas a raíz exigidas tras la denuncia de un vecino.

Si este plan no hubiera sido aprobado por los socios, la actual junta directiva hubiera pedido candidatos para una junta alternativa y, si estos hubieran sido aprobadas por los socios, la actual hubiera presentado su dimisión. Sin embargo, en caso de que no hubiera habido junta alternativa, se habría votado sobre la disolución del club. No fue necesario. La votación fue unánime y un centenar de socios aprobaron el plan, asumiendo con ello el esfuerzo extra que supondrán los desplazamientos añadidos fuera de Badalona para poder entrenar y jugar.

"Ha sido muy emocionante. Por unanimidad. Es impresionante. Plantaremos batalla de verdad. Si algunos creía que se nos quitarían de encima que vayan cambiando de idea", celebra el Ibon Orrontia, presidente del club.

Conscientes de la trascendencia del acto y de las dificultades que atraviesa el Sant Josep, los clubs de baloncesto de la demarcación catalana de la ACB: el Barça Basket, el Baxi Manresa, el Morabanc Andorra y La Penya, su vecino badalonés y también estandarte del básquet formativo, emitieron un comunicado conjunto remarcando su apoyo al Sant Pep, unas muestras de solidaridad que a lo largo de los últimos días también han protagonizado otros clubes y referentes del baloncesto catalán, pero también español, como el entrenador del Real Madrid de básquet Pablo Laso. "Estamos muy agradecidos al apoyo de los clubes. Necesitamos el apoyo del mundo del básquet para poder encontrar una solución", remarcan desde el Sant Pep.

Sin pistas en Badalona

Para los equipos que pueden jugar en patios descubiertos, desde el Sant Josep afirman que no hay problema para adaptarse y que se pueden reubicar en equipamientos cercanos, todos en Badalona, para entrenar y jugar partidos. El problema reside en los once equipos de categorías más altas, a los que la normativa les exige disputar los partidos en pabellón techado.

Así, dispuesta a defender su identidad a toda costa, la directiva del C.B. Sant Josep celebró una junta extraordinaria para presentar a familias, técnicos y abonados una propuesta temporal para que estos equipos se desplacen a entrenar y jugar a otros campos de Barcelona, mientras desde la dirección trabajan en vías legales que les permitan reabrir su pabellón. Concretamente, los once equipos superiores se reubicarán en el pabellón Eurofitness Can Cuiàs, en la zona de Ciutat Meridiana.

Previo a la asamblea, desde el gobierno badalonés se propuso otra posible solución provisional en la que la nueva pista deportiva de Pere Martell y la cesión de diferentes pistas deportivas en escuelas municipales darían cobertura a los equipos inferiores del CB Sant Josep, que podrían continuar luciendo los colores del club: amarillo y lila. En cuanto a los equipos que militan en ligas preferentes -Infantil, Cadete y Júnior-, tres de los once que requieren un pabellón cubierto para la celebración de los partidos oficiales, el Badalona Bàsquet Club (BBC) los asumiría para jugar en sus instalaciones de Badalona. Sin embargo, esta opción no convencía al Sant Josep porque esos tres equipos hubieran tenido que jugar, por lo menos una temporada, con la camiseta del BBC y no del Sant Pep. Además, seguían necesitando ubicar a los otros ocho equipos del club que no pueden jugar al descubierto.

Por su parte, el concejal de Deportes del Ayuntamiento de Badalona, Juan Fernández, añade que, tras esa primera propuesta, se habló también con la Federació Catalana de Basquetbol (FCBQ) y que vieron que había pabellones en Barcelona donde los otros equipos superiores del Sant Josep podrían jugar, aunque el mismo Fernández reconoce que aún hubieran quedado un par de equipos sin pabellón en el que disputar los partidos.

Finalmente, el club ha buscado sus propias soluciones y las del Ayuntamiento se mantendrán en un cajón. Ahora, la votación favorable da un pequeño respiro al Sant Pep, que, si no hay contratiempos añadidos, podrá disputar la temporada vistiendo la camiseta en todos sus equipos. Así, Orrontia añade que siguen abiertos a dialogar con el gobierno de Badalona y que si les encuentran "algun agujero" en pistas de Badalona donde, al menos, puedan entrenar les estarán "muy agradecidos". Por otra parte, el reto de recuperar el pabellón sigue siendo una tarea un tanto kafkiana que el club deberá batallar durante los próximos meses.

Reabrir el pabellón

La intención de la junta directiva del Sant Pep es que esta solución provisional dure lo menos posible. A lo largo del verano ya realizaron un tercio de las obras previstas, por valor de unos 30.000 euros, que incluían la insonorización de la pared del pabellón colindante con la vivienda del vecino que les demandó por los ruidos. Desde el club señalan que pensaban que sería suficiente con estas reformas para poder abrir mientras, a lo largo de los próximos meses y años, realizaban las demás obras que, por su envergadura, "requieren de más permisos y plazos más largos" para poderse llevar a cabo. Así, fuentes del Sant Pep explican que tras hacer estas primeras obras trataron de concertar una nueva sonometría -prueba de sonido- en casa del vecino demandante, pero que este se niega a permitirla hasta que hagan el resto de las actuaciones previstas.

En un comunicado enviado hace una semana por su abogado a Badalona Comunicació, Jordi Parellada, el vecino demandante, afirmaba que llevaba 10 años quejándose por los ruidos antes de recurrir a la vía judicial. En la misiva, tildaba de “lamentable” que se le responsabilizase de la situación que atraviesa el club de baloncesto Sant Josep y añadía que “no hay ningún interés urbanístico detrás”, una insinuación con la que se ha especulado, dado que Parellada trabaja en el sector inmobiliario. Además, recordaba también que, de las diferentes mejoras que requiere el pabellón, él solo reclama tres: la insonorización de la pared que da con su casa, la insonorización del techo y que se claven las canastas al suelo.

Desde el gobierno local explican que, ante esta negativa, la única opción es que se finalicen todas las obras, de modo que “no haría falta hacer la ECA –la comprobación de ruidos- porque se entendería que el pabellón se ha adaptado a la normativa”. Aunque esta es la intención del club, insisten en que son obras que requieren de tiempo, por lo que trabajan con una alternativa para darle la vuelta a la situación por la vía legal. “Tenemos precedentes de casos similares en los que se ha presentado una demanda a un juez para que el vecino demandante -en este caso Parellada- permita hacer una prueba se ruido y, a la vez, presentar una sonometría desde la casa de otro vecino –colindante con la misma pared- para obtener un permiso provisional y poder abrir”, aseveran fuentes del club.

Tanto desde el Sant Pep como desde el Ayuntamiento consideran que si se pudiera hacer esta prueba de sonido y se comprobase la disminución de ruido, sería posible de que el pabellón reabriese antes de finalizar las obras.

De problema en problema

A finales de 2019, el Arzobispado de Barcelona, propietario del espacio, quiso permutar el terreno deportivo para construir una residencia de ancianos, proyecto que fue rechazado por el Ayuntamiento. El C.B. Sant Josep consiguió entonces una prórroga municipal a falta de pocas horas para que se hiciera efectivo el cierre de las instalaciones del club por orden del Ayuntamiento de Badalona. Finalmente, las negociaciones entre consistorio y Arzobispado prosperaron y, tras  una reunión entre los dos actores, el Sant Josep alargó su estancia en la pista en la que llevaba medio siglo, a falta de una renovación estructural que pide el Ayuntamiento.

Más tarde, en enero de 2020, el consistorio comenzó un expediente administrativo por falta de licencia de actividades en las instalaciones. Poco después, sin embargo, el club presentó un proyecto técnico para obtener esta licencia y, este abril, el Ayuntamiento se la concedió con la condición de que hicieran las diversas obras acordadas.

Pese a los múltiples escollos salvados hasta ahora, el club sigue entre la espada y la pared y a mitades de este mismo octubre tiene una vista por una demanda de desahucio por parte de la propiedad, tal y como explican desde el consistorio y el propio club. El caso es que la entidad nunca ha tenido un contrato formal con la propiedad, que ahora requiere el terreno. "Esperamos poder abrir vías de negociación para no tener que llegar a este punto y que el Arzobispado detenga la demanda y lleguemos a un acuerdo”, explica el presidente del Sant Pep.

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