PRINCIPIO DE ACUERDO

PSC y Guanyem perfilan una alcaldía compartida en Badalona sin acuerdo definitivo

Dolors Sabater, en rueda de prensa.

Dolors Sabater, en rueda de prensa. / M.Coll

Manuel Arenas / Àlex Rebollo

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Las negociaciones por la alcaldía de Badalonaque volvieron a la casilla de salida de las municipales del año pasado tras la aparatosa dimisión del exalcalde <strong>Álex Pastor</strong>, han dado un giro en las últimas horas y las posiciones enrocadas se han relajado. 

A pocas horas de la investidura de este 12 de mayo, el PSC propuso que la exalcaldesa Dolors Sabater (Guanyem) y su candidato, Rubén Guijarro, se repartan -en ese orden, de modo que Sabater gobernaría ahora y Guijarro llegaría como alcalde a las municipales del 2023- la alcaldía los próximos tres años, a razón de un año y medio cada uno. 

Sabater valora "positivamente" que el veto socialista ya no pese sobre su figura, pero discrepa de que el reparto de la alcaldía sea a partes iguales y no certifica todavía un pacto definitivo. "El acuerdo debe ser de 18 meses y 18 meses; o se firma mañana o no será", sentenció Guijarro.

Sabater pide al PSC "un ejercicio de confianza" para que vote a favor de su investidura aun sin el acuerdo cerrado y que los detalles se pulan a posteriori, algo que no convence al grupo liderado por Guijarro, que exige pacto por escrito. De llegar este principio de acuerdo a buen puerto, Xavier García Albiol (PP), líder de la lista más votada en las pasadas municipales, no retomaría la vara de mando del cuarto municipio catalán, ya que PSC y Guanyem, junto con ERC, 'comuns' y JxCat, sumarían 16 apoyos, dos más -el Pleno está constituido por 27 ediles- de la mayoría absoluta necesaria.

"Estamos ante el pacto de la indecencia", afirma García Albiol, que tilda de "injustificable" que el PSC "vuelva a regalar la alcaldía a la CUP". A juicio del exalcalde, "los vecinos acabarán sufriendo y pagándolo como ya hicieron en el anterior gobierno de Sabater".

La exalcaldesa Sabater, por su parte, aseguró en rueda de prensa que la nueva propuesta socialista “solo es posible si primero hay un acuerdo por la alcaldía”, es decir, estableciendo los términos y tiempos del gobierno una vez pasada su investidura. “Tal y como ha ido la mesa de negociación, tenemos el convencimiento de que esto saldrá adelante”, destacó Sabater, perfilando ya un gobierno PSC-Guanyem.

Un "liderazgo compartido" PSC-Guanyem

A la mesa de negociación de este lunes, producida a menos de 24 horas del Pleno de investidura, los partidos llegaban con la última propuesta del PSC a Sabater de abanderar "un liderazgo compartido" en Badalona, una oferta a través de la cual el candidato socialista Rubén Guijarro ya deslizaba en este diario el que acabó siendo el ofrecimiento final.

Hasta este mismo lunes, la máxima cesión socialista había sido ofrecer a Sabater una "vicealcaldía plenipotenciaria" en un Gobierno socialista que mantuviera a la exedil fuera de la alcaldía, la ya desvanecida línea roja socialista.

Para la formación liderada por Guijarro, que Sabater se hiciera con la vara de mando, aunque fuera un año y medio, no había estado sobre la mesa en las negociaciones hasta el lunes. La estrategia, urdida por los socialistas como veto de desaprobación a Sabater por su etapa al frente del consistorio, recordaba a la que el año pasado llevó a Álex Pastor a la alcaldía: presionar a Guanyem hasta el final bajo la amenaza de la alcaldía de Albiol.

Asimismo, Sabater lo había dejado muy claro replicando la estrategia socialista: "Si el PSC no cede, Albiol gobernará en Badalona", un mantra que la exalcaldesa ha ido repitiendo. Sabater era consciente de que, un año después, su formación no podía repetir el mismo cheque en blanco que ya le sirvieron al PSC tras las elecciones municipales del 2019, cuando los socialistas ganaron la partida.

El controvertido papel de ERC durante las negociaciones

Sin contar al PP de Albiol, la tercera formación con más apoyos en el Pleno municipal de Badalona, ERC, ha jugado un complejo papel durante las negociaciones. Tras coquetear con el PSC por una hipotética alcaldía compartida, los republicanos se vieron obligados a ratificar a Sabater como su candidata tan sólo dos semanas después de reafirmarla por primera vez.

El hecho de que los independentistas se tuvieran que pronunciar públicamente a favor de la exalcaldesa respondía a la división generada en el seno interno del partido por la tentativa socialista. Si bien la ejecutiva local de ERC se había mostrado abierta a pactar con los socialistas, desde la ejecutiva nacional desautorizaron dicho pacto y pararon los pies a su sección local. 

Tras las municipales del año pasado, fue esa misma sección local la que impulsó la disolución postelectoral de la coalición 'La Badalona Valenta', mediante la cual había concurrido a las elecciones junto con Guanyem. Desde la citada disolución, en ERC Badalona conviven tensionadas la facción que ve con buenos ojos a Sabater y la que no.

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