LA GESTACIÓN DEL POSIBLE PACTO POST 26-M

Los tres jaques al 'rey' Albiol en la partida de ajedrez por el Gobierno de Badalona

El alcalde de Badalona, Xavier Garcia Albiol.

El alcalde de Badalona, Xavier Garcia Albiol. / periodico

Manuel Arenas / Joan Salicrú

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

De los resultados de las pasadas elecciones municipales en Badalona (Barcelonès) se desprende una conclusión clara que todas las candidaturas de la cuarta ciudad más poblada de Catalunya tienen muy presente: tal y como adelantó la encuesta de EL PERIÓDICO, si no hay pacto postelectoral entre enemigos que lo desdiga, el próximo alcalde de Badalona -ya lo fue del 2011 al 2015- será Xavier Garcia Albiol (PP), cuya candidatura fue la lista más votada (37.506 votos, 37,58%, 11 concejales) el pasado 26 de mayo.

Para que Albiol no fuera nombrado alcalde en el Pleno de constitución del Ayuntamiento del próximo 15 de junio, por tanto, deberían llegar a buen puerto las intensas negociaciones que el resto de candidaturas con representación plenaria de cara al mandato 2019-2023 mantendrán durante los próximos diez días. La clave estará en si las formaciones de izquierdas -PSCLa Badalona Valenta (Guanyem y ERC) y ‘comuns’- son capaces de articular una mayoría suficiente.

Esto ocurriría si se fraguara un pacto de gobernabilidad que integrara el ‘sí’ -no cabe la abstención- a la investidura de otro candidato por parte de 14 de los 27 concejales del Pleno badalonés: se requiere mayoría absoluta, independientemente de cómo se articule el gobierno; si no, gobernaría Albiol por encabezar la lista más votada. Con toda probabilidad, estas conversaciones entre partidos que ahora empiezan se prolongarán hasta última hora y no sería hasta fechas muy próximas al 15 de junio cuando en su caso habría fumata blanca.

Todos contra Albiol

La partida de ajedrez en el tablero badalonés se vislumbra compleja y repleta de incertidumbres más allá de que Albiol ha salido otra vez victorioso de las municipales y el resto de candidaturas le han declarado la guerra. De las que obtuvieron mayor representación, ninguna cuenta con una ventaja suficiente como para partir con la autoridad de poder subyugar a las fuerzas competidoras.

La segunda candidatura más votada, la de la coalición La Badalona Valenta, que integra tanto al heterogéneo entramado de Guanyem Badalona -CUP y parte de ‘comuns’- como a ERC, suma 7 concejales (24.470 votos, 24,52%), uno menos de los que consiguieron las dos formaciones por separado el año 2015 y claramente por debajo de sus propias expectativas (pierden mil votos).

El PSC empieza las negociaciones con una línea roja: 'no' a Sabater

En tercera posición se sitúa el PSC (19.902 votos, 19,94%, 6 concejales), que, aun y la escalada de dos concejales, se perfilaba -junto con ERC- como fuerza con más respaldo ciudadano del obtenido -como en SabadellMataró o Santa Coloma-, especialmente tras los buenos resultados en las generales de estas dos marcas catalanas en auge. No fue así y los socialistas subieron 6 puntos pero se quedaron por debajo de la media del PSC en la provincia de Barcelona (24,3%), por lo que no pudieron rentabilizar tanto como deseaban el año en la alcaldía. 

Por último, como cuarta y quinta fuerzas en liza se han colocado respectivamente Badalona en Comú Podem (8.502 votos, 8,52 %, 2 concejales), que no ha conseguido el tercer regidor, y Junts per Catalunya (5.140 votos, 5,15%, 1 concejal), que pierde uno de los dos concejales de la antigua CiU.

Y ante este juego de candidaturas, ¿cuál es el punto de partida de las conversaciones en Badalona? Aunque es La Badalona Valenta la que aventaja como segunda fuerza por la mínima al PSC, son los socialistas los que han empezado fuertes marcado una línea roja propia además de la compartida con el resto de grupos de no pactar ni permitir que gobierne Albiol: no compartir gobierno con Dolors Sabater, la candidata a la alcaldía de La Badalona Valenta, a la que ya sacó de la alcaldía en junio del 2018 tras prosperar una sonada moción de censura que contó con el apoyo de Albiol en el último minuto. Y sin los votos del PSC, Sabater no tiene posibilidad material de sumar para ser alcaldesa.

Es este el límite -es importante el matiz personalista, pues el PSC ha hablado de Sabater, no de partidos- que sin duda más tensiona las negociaciones entre grupos tendentes a cristalizar una alternativa al gobierno popular. Alternativa que, en esencia, puede llegar a articularse a través de tres fórmulas distintas para hacerle jaque al ‘rey’ Albiol e impedirle el acceso al futuro gobierno, cada una con sus matices y condicionantes.

1. Un gobierno de PSC y ‘comuns’ sin independentistas

La primera posibilidad que se esboza como alternativa al gobierno en minoría de los 11 concejales de Albiol es un ejecutivo también en minoría compuesto por PSC (6) y ‘comuns’ (2), que sumarían 8 concejales.

Esta opción, que es el escenario predilecto de los socialistas, sería únicamente factible si La Badalona Valenta (Guanyem y ERC) -a pesar de no entrar en el gobierno local- estuviera dispuesta a dar su ‘sí’ explícito a Álex Pastor como alcalde -que sumaría a sus 6 apoyos los 7 de La Badalona Valenta y lo 2 de los ‘comuns', obteniendo en total 15 ‘síes’ a su investidura-. Se trata de una mecánica con un coste que, por poco viable que pueda parecer a primera vista, encuentra un precedente de esta fórmula en la aprobación definitiva del presupuesto municipal de Badalona para el 2019, donde el Gobierno de Pastor consiguió el apoyo del bloque que había conformado el anterior Gobierno de Sabater.

Otro requisito necesario para que esta posibilidad de gobierno pudiera prosperar sería, obviamente, que los ‘comuns’ liderados por Aïda Llauradó aceptaran entrar en un gobierno junto con el PSC, algo que les haría decantarse hacia un lado de la balanza y salir de la equidistancia en la que están instalados hasta la fecha, pues la formación ha reivindicado por activa y por pasiva un gobierno “amplio y estable de izquierdas” que cuente tanto con el bloque del PSC como con el de La Badalona Valenta.

El pacto que se está gestando Barcelona podría influir en la formación del nuevo gobierno badalonés

Tal es el papel de puente de los ‘comuns’ que de alguna manera van a tratar de mediar entre los dos bloques con posiciones más enconadas con el objetivo de desbloquear la situación. En sendos bloques, tanto en el PSC como en La Badalona Valenta, cuentan con que el primero que logre cortejar a la formación liderada por Llauradó será el que cuente con la ventaja de dos apoyos más para tratar de arrastrar al otro bloque a su terreno. Las fuerzas badalonesas tampoco obvian que en este juego de apoyos podría influir lo que acabe ocurriendo en el Ayuntamiento de Barcelona: un acuerdo entre Colau y Collboni podría acercar las posturas entre PSC y ‘comuns’ de Badalona, que, como Barcelona, es una alcaldía capital.

La gran dificultad de esta posibilidad de gobierno reside en ponderar hasta qué punto La Badalona Valenta estaría dispuesta a entregar un cheque en blanco al candidato del PSC, Álex Pastor. Si bien es cierto que en las filas independentistas sopesan la posibilidad de repetir la fórmula de los presupuestos y apoyar a Pastor como mal menor de que Albiol no gobierne, la moción de censura que expulsó de la alcaldía a Sabater con duras críticas de Pastor permanece todavía en la memoria de los independentistas, que, aunque cuentan con la desventaja de ser una coalición y, por tanto, una suma de sensibilidades, parten con la ventaja de sumar a sus 7 votos el apoyo del único concejal de Junts per Catalunya, David Torrents.

2. Un gobierno de PSC, ‘comuns’ e independentistas

El segundo jaque que ve venir Albiol en la trepidante partida de ajedrez por el gobierno de Badalona es el de un ejecutivo que cuente con la mayoría absoluta compuesta por PSC (6), ‘comuns’ (2) y La Badalona Valenta (7), lo que sumaría 15 de los 27 concejales del Pleno badalonés. Esta opción, que es la que tratan de impulsar desde Badalona en Comú Podem en busca de una mayoría amplia, se antoja como la más inverosímil de las aquí esbozadas puesto que es la única que ha rechazado de entrada y sin paliativos una de las formaciones implicadas en la pugna, en este caso el PSC, que ha cargado contra los “propósitos independentistas” de la coalición liderada por Sabater, a la que Pastor acusa de quebrar el acuerdo por el que la aupó a la alcaldía en 2015.

Ciertamente, y a pesar de esa amplia mayoría que sí concurrió para aprobar los presupuestos, se hace difícil pensar en un gobierno liderado por dos formaciones que chocaron frontalmente en una moción de censura que determinó la última parte del mandato en Badalona, máxime cuando están netamente enfrentadas en el eje nacional. Y no sólo por parte del PSC, que ha manifestado con contundencia su rechazo a la candidata Dolors Sabater, sino también por parte tanto de Guanyem como de ERC, formaciones a las que relevaron en el ejecutivo local tras la moción de censura.

Se hace difícil pensar que Pastor y Sabater, que se enfrentaron en la moción de censura, puedan compartir gobierno

Tampoco hay que olvidar que justo la semana en la que se constituirá el nuevo Pleno de Badalona, concretamente los días 11 y 12 de junio, tendrán lugar las últimas actuaciones procesales del juicio del ‘procés’, cuando las defensas, también la del líder de ERC Oriol Junqueras, enarbolarán su alegato final. Esta situación, sumada al papel de los socialistas en torno a la suspensión de los diputados presos, podría tensionar todavía más las negociaciones en Badalona, donde el contexto supralocal podría llegar a jugar en contra del PSC en caso de que la posición de ERC se enconara más.

Desde las filas socialistas, sin embargo, juegan con la baza de que, al contrario de lo que ocurre en el PSC, el bloque heterogéneo de La Badalona Valenta aúna distintas sensibilidades, no sólo en cuanto a la cuestión catalana -en Guanyem hay tanto independentistas como no-, sino también en términos de cultura política y experiencia en las instituciones. De hecho, para los socialistas, que en el líder de ERC, Oriol Lladó, no han puesto de momento ninguna línea roja, un escenario propicio sería que se abriera una brecha entre el sector más duro de Guanyem y el más moderado de ERC por tal de llevar a su terreno a los republicanos, algo que no parece entrar en los planes de los de Lladó, que han defendido a Sabater como candidata y sobre el papel no estarían dispuestos a puentearla para entrar en un hipotético gobierno de Álex Pastor.

En el supuesto altamente improbable de que llegara a buen puerto la mayoría absoluta de PSC, La Badalona Valenta y ‘comuns’, otro interrogante sería descubrir qué formación ocuparía la alcaldía, pues es cierto que los de Sabater suman un concejal más pero son los socialistas los que han vetado a la exalcaldesa de Badalona.

3. Un gobierno de Albiol con una moción de censura postergada

Por último, la tercera amenaza a la alcaldía de Albiol que se plantea en la mesa de negociaciones de Badalona es una suerte de ‘Caballo de Troya’; una victoria amarga para el líder popular. Este sería el botón nuclear que podría acabar accionando La Badalona Valenta en caso de considerar irreconciliable la postura con el PSC e inasumibles las exigencias de los socialistas.

En general, la posición de la candidatura de Sabater es ver en Álex Pastor un mal menor a la alcaldía de Albiol, la cual quieren evitar a toda costa. Sin embargo, en función de la tensión durante las negociaciones, podría darse el caso de que tanto las bases de Guanyem como de ERC decidieran que la mejor manera de derrotar a Albiol fuera dejarle vencer, al menos durante un periodo limitado, una postura con la que estarían más cómodos en Guanyem que en ERC -que de momento no han puesto líneas rojas-, puesto que les allanaría el camino para hacer una oposición de enmienda a la totalidad popular.

Albiol podría acabar gobernando en caso de que La Badalona Valenta considerara inasumibles las exigencias del PSC

Esta estrategia, por supuesto, llevaría aparejada una moción de censura postergada a Albiol, a la cual podrían sumarse los socialistas y que supondría procrastinar a la hora de tomar decisiones: en esa eventual moción de censura, nuevamente existiría la disyuntiva de qué candidato consensuar y qué gobierno articular. Esta opción ha cobrado cierto peso entre las filas independentistas porque, en caso de que La Badalona Valenta entregara el bastón de mando a Álex Pastor, la opción de una moción de censura -a la que en Badalona ya están acostumbrados- se desvanecería, pues se vislumbra del todo inviable que los de Albiol y los de Sabater consiguieran ponerse de acuerdo.

En cuanto a la compleja posición de La Badalona Valenta, el interrogante a sopesar es qué costaría menos explicar a las bases de la coalición: si permitir a Albiol gobernar o si entregar un cheque en blanco al PSC de Álex Pastor; en otras palabras, si poner en práctica la ética de la convicción o la ética de la responsabilidad. En cualquier caso, cabe recordar que las decisiones en la coalición se tomarán de manera bicéfala: Guanyem por su parte y ERC por la suya, algo que podría dificultar todavía más una determinación.

Moción de censura o presupuestos: el ‘déjà vu’ badalonés

El escenario postelectoral en Badalona es tan complejo que, de alguna manera, todo lo que puede pasar ya ha ocurrido antes pero con los actores en distintos roles. En síntesis, se trata de dilucidar si el próximo gobierno local se fundamentará sobre la estructura que ya operó en la moción de censura contra Sabater, pero esta vez en un ‘todos contra Albiol’, o si, en su lugar, dará resultado la mecánica utilizada para aprobar el presupuesto municipal de este año, donde los grupos que el PSC relevó en el gobierno lo apoyaron para tirar hacia adelante la hoja de ruta de su ejecutivo.

Lo que parece claro es que, si quieren evitar un gobierno de Albiol, los bloques principales de los dos últimos ejecutivos de Badalona están condenados a entenderse, con los correspondientes costes que eso suponga. Como suele ocurrir, se llevará el gato al agua el que quede más cerca del precipicio y no frene ni demasiado pronto ni demasiado tarde.

Si Pastor es finalmente alcalde, todo apunta a un mandato con cierta estabilidad, por la dificultad de que PP y La Badalona Valenta pudieran llegar a acuerdos. Si no hay pacto y Albiol es alcalde, se avecina movimiento y más tensión.

En diez días se sabrá cómo queda configurado el tablero de una de las principales urbes catalanas para que el día 15, sin más preámbulos, acabe una partida y empiece otra, la que durará los próximos cuatro años.

Más noticias de Badalona