CiU, PP y ERC se alían para dar carpetazo a la perrera de Sarrià

Marcha atrás definitiva a la perrera proyectada junto al parque de la Oreneta. El bipartito municipal (PSC-ICV-EUiA) deberá buscar otro emplazamiento para hacer realidad el reivindicado y necesario nuevo centro para animales. Porque ayer el considerado socio preferente del gobierno en minoría, ERC, hizo frente común con CiU y el PP y refrendó en una tensa comisión de Urbanismo su negativa a este equipamiento, evidenciando una crisis con sus antiguos aliados.

La perrera, pues, ya no se hará allí, para congratulación también de varios padres que llevan a sus hijos a una escuela colindante, que remitieron la pasada semana al alcalde Jordi Hereu una carta con casi 1.500 firmas en contra en la que alegaban que una instalación de este tipo puede presentar "riesgos" para los alumnos, así como criticaban su coste, seis millones para la instalación y otros tres para adecuar el terreno.

Este ha sido, el de la proximidad con el centro escolar, el principal argumento que reiteraron ayer tanto CiU como el PP para mostrar su rechazo. Un argumento que la impulsora del equipamiento, Imma Mayol (ICV-EUiA), que fue acusada por la oposición de haber actuado con "tozudez", de no haber buscado el consenso, de "falta de transparencia" y de haber "impuesto" la ubicación sin detallar porqué se habían rechazado las otras 12 estudiadas, consideró "muy preocupante".

Así, después de encajar el rechazo previsto --calificado por el convergente Joan Puigdollers como un "rotundo fracaso político" de la edil ecosocialista--, Mayol aseguró que el gobierno municipal "encontrará soluciones a corto o medio plazo" para construir el centro para animales.

BUSCAR ALTERNATIVAS

La edil les espetó: "Lo más preocupante es que lanzan un mensaje a la ciudad de que con dinero e influencia se puede evitar tener algún tipo de equipamiento", lo que enervó al republicano Ricard Martínez, cuya formación justificó su no en que quiere que la ubicación prevista sea zona verde (cuando esos terrenos están calificados de equipamiento) y de seguir adelante con el plan "se perdería una pieza estratégica de Collserola".

Pese a las discrepancias, todos coincidieron en la necesidad de buscar una alternativa a la obsoleta perrera del Tibidabo, una solución que el municipio lleva ya seis años buscando en vano. Aquí se repitió el frente común entre la oposición. ERC entregó anoche al bipartito un documento con cinco alternativas para construir el polémico equipamiento, a las que se sumó la opción de edificarlo en la finca municipal de Can Calopa, en Collserola, propuesta por el PP. Entre estas alternativas, republicanos, populares y nacionalistas consensuarán una, lo que no sería vinculante pero prolongará el vodevil en el que se ha convertido el tema de la perrera.

Este es un equipamiento que cerca de un centenar de asociaciones en favor de los animales defendían que se hiciera junto al parque de la Oreneta. Por eso, tras el rechazo, con lo que ya no irá al pleno del día 27, han anunciado movilizaciones para hacer ver a los barceloneses "quien pone palos en las ruedas".