Un año de la masacre

Ana, guardia urbana: "Recuerdo como si fuera una guerra, solo escuchas y no ves"

Ana fue una de las agentes de la Guardia Urbana que estuvieron de servicio el 17 de agosto del 2017 en La Rambla

La agente de la Guardia Urbana Ana fue testigo del atentado de las Ramblas del 17A.

La agente de la Guardia Urbana Ana fue testigo del atentado de las Ramblas del 17A. / .44493353

Begoña González

Begoña González

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Ana es una chica joven, ronda los 25 años. Llega a la entrevista con un casco en el antebrazo, un vestido de verano y unas chanclas. Sonríe. Cree que llega tarde. Parece una joven barcelonesa más, pero hace un año su presencia en esas mismas calles de La Rambla, donde está ubicada la comisaría de Ciutat Vella, fue crucial, igual que la de sus compañeros de la Guardia Urbana. Ana, que prefiere ser solo Ana, sin apellidos ni complementos, fue una de las agentes que acudieron en primera instancia a la llamada de radio que alertaba del atentado del pasado 17 de Agosto en Barcelona en el que perdieron la vida 15 personas al ser arrolladas por una furgoneta a toda velocidad.

“Yo me encontraba con mi compañero detrás del Mercat de la Boqueria, en la plaza de la Gardunya. Estábamos encima de las motos cuando de repente pasaron por radio un aviso. Una furgoneta bajaba a toda velocidad. Ni lo dudamos. Mi compañero y yo nos miramos y dimos gas a todo lo que daba la moto. Teníamos que llegar allí, y lo hicimos en segundos”, explica la joven agente.

15 víctimas mortales y 131 heridos

En ese momento la prioridad era encontrar a los terroristas. Ana recuerda que cuando llegaron donde había quedado la furgoneta abandonada, a la altura de la calle Hospital, tanto ella como su compañero cargaron el arma y se metieron de lleno en la búsqueda de los autores del atropello masivo. “En ningún momento pensábamos que aquello hubiese sido obra de una sola persona, por lo que al llegar buscábamos a varias personas”, cuenta la joven.

Fueron momentos muy tensos y hasta pasadas varias horas no se consiguió ninguna pista del autor del atropello, que había huído a pie de la zona centro de la ciudad y había asesinado a un joven en la Zona Universitaria para robarle el vehículo y escapar de los agentes.

Sobre las 5 de la tarde una furgoneta blanca había recorrido 530 metros en la zona central del paseo de Las Ramblas, desde la calle Bon Succés hasta el pavimento Miró, frente al Mercado de la Boquería atropellando a su paso a decenas de personas. Cuatro horas después, el Estado Islámico reivindicaba el atentado mediante la agencia de noticias Amaq, y no fue hasta el día 21 de agosto cuando la policía dio con Younes Abouyaaqoub, el autor material de los hechos.

“Recuerdo como si fuera una guerra. Donde solo escuchas y no ves”, explica la joven agente. En el atentado del pasado 17 de agosto en Barcelona perdieron la vida 15 personas y otras 131 resultaron heridas. “Había mucho humo, la gente gritaba pero yo no atinaba a entender qué decían”, recuerda Ana.

Superación

El área de Las Ramblas tiene todavía un significado especial para muchos, y para gente como Ana, que se encontraba allí en el momento de los hechos, aún más. “Cada vez lo llevo mejor, pero aun vengo a trabajar a veces y recreo mentalmente lo que ocurrió aquel día, lo que estaba haciendo, lo que podría haber hecho”, explica Ana, que dice que aunque la actuación de su equipo fue rápida siempre se puede mejorar. “No se dijo que era un atentado, pero todos lo sabíamos y aunque estábamos en shock, actuamos rápido”, explica la agente.

“A los agentes nos fue muy bien ayudarnos entre nosotros. Dónde estaba cada uno, cómo reaccionó, qué sintió. No pedí ayuda externa, al día siguiente volví a trabajar, pero hablarlo con amigos, compañeros y familiares me ayudó muchísimo”, explica Ana. “Todos tuvimos miedo aquel día, y todos hemos vuelto a sentirlo en algún momento”, se sincera la agente que asegura que es inevtiable sentirse así habiendo vivido una época de antentados en Europa como la que se ha dado en estos últimos años. “Lo pasé mal en su momento, lo superé y a día de hoy he salido adelante, aunque es cierto que ahora voy más atenta”, concluye.