Crónica

Vetusta Morla, una victoria discreta

La banda complació a sus seguidores con una muestra de rock temperamental en Razzmatazz

Pucho, cantante de Vetusta Morla, el viernes en Razzmatazz.

Pucho, cantante de Vetusta Morla, el viernes en Razzmatazz.

JORDI BIANCIOTTO
BARCELONA

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Vetusta Morla ha accedido al éxito por la vía de la discreción: carisma pendiente de manifestarse, un planteamiento en la estela de ciertas propuestas internacionales, su nombre evoca una imagen poco despierta (la tortuga deLa historia interminable). La banda de Tres Cantos (Madrid), con un debut,Un día en el mundo, publicado tras casi una década de labor, desarrolla un estilo bienvenido por lageneración Radiohead. La que ronda la treintena y premia las formulaciones sonoras tortuosas y líricas; un rock con temperamento, ebullición emocional y flecos experimentales.

Tras agotar las entradas del concierto de anoche en Razzmatazz, la banda prorrogó su nueva visita a Barcelona con una segunda fecha programada para el viernes, unas 4.000 personas secundando un fenómeno situado en una tercera vía entre el rock, digamos, corporativo y el rock alternativo. Un camino que les acerca a Los Piratas. Los chicos del grupo Vetusta Morla plantean un rock convulso, propenso a la exaltación y el texto metafísico, rico en imágenes efectistas. Cantan a las «jaulas de cemento», los «corazones asfixiados» y los «iglús sin primavera». Aunque en el campo de la creatividad poética, su cima es, sin duda,La cuadratura del círculo, que, tras diversos recovecos filosóficos, ofrece el siguiente estribillo: «La Paz, Bolivia, Quito es Ecuador, Lima es Perú / Buenos Aires, Argentina no llores por mí más».

CATALÁN MADRILEÑO // Su único disco brindó el sustento básico del concierto celebrado el viernes con canciones coreadas comoUn día en el mundo, Pequeño desastre animaly una de las mejores,Sálvese quien pueda. Seis músicos sobre el escenario y un teclado que intervino en contados momentos.

El grupo recuperó piezas de maquetas primerizas o inéditas, comoMi habitación favorita, Maldita dulzurayLos buenos. Y Pucho, el cantante, mostró familiaridad con el público barcelonés, hablando en un catalán más que digno. «Ens heu donat moltes alegries». Pareció recíproco.