Comelade, el artista completo

Pascal Comelade es noticia por triplicado. Acaba de lanzar dos discos, Friki Serenata, con 13 piezas inéditas, y un pack con discos ya agotados y descatalogados de la década 1992-2002 (junto a libretos que no tienen desperdicio), y anuncia que exhibirá por primera vez en Barcelona su obra gráfica en El Cercle Artístic de Sant Lluc el 23 de marzo del 2010. Por cierto, el catálogo de esta muestra, titulada Rocanrol per males arts, es uno de uno de los cuadernillos adjuntos al recopilatorio.

El músico de Montpellier, que ya expuso esta muestra que incluye sus instrumentos de juguete en Ceret (Francia) y en el Museu del Joguet de Figueres, aclara: «No me considero un artista gráfico; estas obras son un complemento a mi música, y lo más interesante de la exposición es la parte dedicada a las carátulas y carteles que me hicieron artistas, como Perejaume, Max, Carlos Pazos, Robert Combas y Frederic Amat».

Fabrica sus colajes con juguetes viejos, recortes de revistas, chapas de cerveza, vinilos... O con los tapones de corcho, grapas y clavos con los que llegó a construir toda una Sagrada Familia, rebautizada como La catedral d’Escuradents, el mismo título que su reciente recopilatorio. «en ralidad, es el título de uno de mis primeros recitales de poesía de Enric Casasses; una manera de explicar nuestro trabajo: construimos catedrales, pero con palillos...».

Homenaje a sus mitos

Comelade recorta, pega, dibuja, pinta y escribe sobre materiales reciclados para rendir homenaje a sus mitos: Elvis Presley, The Cramps, Iggy Pop, Ramones, Los Salvajes, Pau Riba, Keith Richards, Bob Dylan...

En La catedral d’Escuradents reúne las colaboraciones que hizo con músicos como «PJ Harvey, Richardo Pinhas, Pierre Bastien y Toti Soler; dos discos de versiones; otros dos de composiciones personales y uno sobre música popular. Es un resumen ideal y egoísta de toda una etapa, de unos trabajos que no volveré a reeditar», advierte el músico.

En su otro lanzamiento, Friki Serenata, Comelade sorprende sobre todo con Improperis serenata. «Con un pintor del Rosselló hicimos una lista de insultos, de frases hechas, de expresiones de nuestra tierra», cuenta. No insulta pero sí tuerce el gesto cuando se le pide su opinión sobre el reciente uso publicitario de una de sus antiguas composiciones, Sense el ressó d’un dring (para el spot de la cerveza Mahou). «Esto también forma parte de mi trabajo. Que después de 20 años quieran usar una de mis pieza me parece un logro».

«Yo soy un trabajador de la música que no tendrá jubiliación. Y a partir del momento en que te subes a un escenario, entras dentro del mundo del espectáculo: es lo mismo actuar o que utilicen tu música para cualquier causa. No se trata de poesía ni de surrealismo. Es la realidad.».