Las actividades

El 'bookcrossing' permite disfrutar y compartir lectura de manera gratuita

Ana María Matute, a la derecha, sentada, ayer en la fiesta de Qué leer.

Ana María Matute, a la derecha, sentada, ayer en la fiesta de Qué leer.

NATÀLIA FARRÉ
BARCELONA

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Hay muchas maneras de vivir la fiesta del libro por antonomasia. La más tradicional consiste en pasear, mirar, comprar y leer. La más novedosa pasa por leer, registrar y liberar. Se trata de la llamada norma de las tres erres (en ingles: read, register y release) que rige el fenómeno bookcrossing, una iniciativa que nació en EEUU, en el 2001, y en la que actualmente participan más de 700.000 usuarios, 150 países y casi 6 millones de libros.

Ejemplares que se distinguen por encontrarse expresamente olvidados en lugares públicos y por llevar una etiqueta en la que reza: "No me he perdido, soy parte de un club de libros global" y "Pásale este libro a alguien". La dinámica del proceso consiste en registrar en internet (www.bookcrossing-spain.

org y www.bookcrossing.cat) los libros que se quieren liberar para después dejarlos en lugares transitados a la espera de que otros lectores los cojan, y así sucesivamente.

Hoy, por lo menos, se liberaran 2.500 libros. Quinientos de ellos forman parte de una campaña auspiciada por EL PERIÓDICO y el concesionario de coches Keldenich para promocionar y apoyar la lectura en catalán. Los ejemplares, de temática y género variado, esperarán a sus nuevos lectores en las instalaciones de Keldenich de Barcelona (paseo de Sant Gervasi, 4).

Los otros 2.000 libros los pondrán en circulación 26 centros de arte de toda España. El objetivo es, según Teresa Martí, directora de la biblioteca de la Fundació Miró, "dar a conocer lo que se puede encontrar en una biblioteca de un museo", ya que se trata de ejemplares procedentes de los fondos de estos centros. En Barcelona participan cinco instituciones: El Museu Nacional de Catalunya (MNAC) y Casa Asia, que liberarán los ejemplares en sus propias sedes, y el Centre de Cultura Contemporània de Barcelona (CCCB), la Fundació Tàpies y la Fundació Miró, que dejarán los libros según el sistema in the wild o lo que es lo mismo, en cualquier punto de la ciudad.