Julia Roberts: "Lavada y planchada, soy yo la nueva Julia Roberts"

–Su último trabajo con Clive Owen en Closer quedó grabado en la memoria de muchos. ¿Ha querido repetir suerte con CloserDuplicity?

–Clive y yo tenemos una relación emocional muy fuerte, es un placer y al mismo tiempo un gran desafío trabajar con él. Creo que hay mucha química entre ambos y eso es algo que no se puede controlar, o se tiene o no. Es muy difícil manufacturarla. Dicho eso, no necesariamente te tiene que gustar una persona para que se produzca esa química entre ambos. La química es una energía que puede ser tanto positiva como negativa. Dos personas que se odian pueden tenerla. Pueden ser tan interesantes de observar como dos que se aman.

–Aparte de la química con Owen, ¿qué otro factor influyó a la hora de decidir hacer la película?

–Sin duda el guión. A Tony [Gilroy, guionista y director] le gusta jugar con el lenguaje y eso es un gran reto a la hora de interpretar porque tratas de que el espectador entienda el léxico del mundo del espionaje y se entretenga con él. Los guiones de Tony son duros de pelar y en eso está el atractivo. Además, me gustó mucho mi personaje, una mujer compleja y muy divertida.

–¿Influye el hecho de ser madre de tres hijos al elegir un papel?

–Sí, ahora soy más exigente que nunca, porque dejar a tres niños en casa para ir a trabajar no es fácil, así que tiene que ser algo que merezca la pena. Pero me sigue apasionando y divirtiendo mi trabajo, intelectualmente me atraen las mismas cosas que en los últimos años. Lo que ya no me interesa es interpretar a la mujer que busca desesperadamente el hombre de su vida.

–Sí parecen interesarle los personajes un tanto cínicos, ¿Por qué?

–Porque son muy diferentes a como soy yo, y en eso está la gracia. En el cine puedo vivir experiencias que nunca quisiera vivir en la realidad, pretendo ser y hacer cosas que no tienen que ver nada conmigo.

–¿Qué tal se le daría ser espía en la vida real?

–Muy mal [risas], acabaría con una úlcera de estómago.

–¿Qué ha aprendido del mundo del espionaje industrial en la preparación para esta película?

–Que es aterrador [risas], sobre todo en el mundo de la industria cosmética, en el que hay tanta competencia con tantos productos. No sé si ha leído el libroGorgeously Green. Mi amiga Sophie Uliano es la autora y en él habla de muchos de los ingredientes que usa la industria cosmética. Cuando piensas en lo que te pones en la cara o en el pelo dos veces al día se te ponen los pelos de punta. La mitad de ellos son cancerígenos. Pero al parecer no hay mucha normativa que regule a esas grandes corporaciones. Al final es el consumidor el que tiene que educarse y tomar la decisión de lo que usar y lo que no.

–Desde que interpretó a la activista Erin Brockovich se ha convertido en una gran defensora del medio ambiente. ¿Qué hace para mantener el planeta lo más verde posible?

–Cosas tan sencillas como reciclar, hacer compost con los residuos orgánicos y usarlos para abonar el jardín y la huerta de casa, desconectar todos los electrodomésticos cuando no los uso, entre ellos el ordenador y los cargadores de móviles, usar reguladores de intensidad de luz en cada habitación de la casa, ahorrar agua al máximo, sobre todo aquí en California, donde tenemos siempre escasez. Creo que todos podemos hacer esto en casa. Es la única forma de que podamos compensar todo el daño que ya le hemos hecho al planeta. Nos lo debemos a nosotros mismos y a las nuevas generaciones.

–Hablando de nuevas generaciones, cada vez que emerge una nueva actriz en Hollywood se dice que es la nueva Julia Roberts, ¿quién es para usted la nueva Julia Roberts?

–¡Yo soy la nueva Julia Roberts! No nueva pero sí lavada y planchada [risas]. Hay muchas actrices con mucho talento por ahí, este año hemos visto a Anne Hathaway y a Keira Knightley haciendo un gran trabajo en sus respectivas películas.