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Tras las pistas de Stieg Larsson

La viuda, la familia, editores y amigos hablan sobre el autor de 'Los hombres que no amaban a las mujeres', un fenómeno de origen sueco que crea adicción. La segunda entrega está ya en librerías.

El malogrado escritor y periodista sueco Stieg Larsson.

El malogrado escritor y periodista sueco Stieg Larsson. / ARCHIVO

ANNA ABELLA
aabella@elperiodico.com

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"Estaba amarrada con correas de cuero en una estrecha litera de estructura de acero. El correaje le oprimía el tórax. Se hallaba boca arriba. Tenía las manos esposadas a la altura de los muslos". Así empieza La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina, la esperada entrega de la segunda parte de la trilogía Millennium, escrita por un sueco del que hace apenas seis meses, poco o nada se sabía en España sobre él. Se llamaba Stieg Larsson, pero ¿quién era este hombre cuya primera novela, Los hombres que no amaban a las mujeres, lleva desde junio en las listas de los más vendidos (300.000 ejemplares, y ya es número uno tanto en castellano como en catalán)? ¿Cómo vivió y cómo murió este escritor que atrapó a lectores y crítica con su muy particular novela negra de denuncia contra la violencia de género, el racismo o los abusos de poder, de tal forma que las editoriales Destino y Columna avanzaron a ayer, ante las muchas peticiones recibidas de los lectores, el lanzamiento de la segunda entrega previsto para el 2009? ¿Qué tenía Larsson para convertirse de repente en un best-seller capaz de vender tres millones de ejemplares en su país, Suecia, y ocho millones en todo el mundo, siendo traducido a 35 idiomas?

Como aperitivo, decir que la propia vida y muerte de Larsson (1954 - 2004) serviría para escribir un libro: periodista amenazado por la extrema derecha, metido a novelista por diversión; muerto de un infarto a los 50 años sin ver publicados sus libros y sin conocer el éxito y dinero que iban a generar ni la pelea pública y jurídica por esa herencia entre Eva Gabrielsson, la mujer con la que vivió durante 30 años, pero con la que no se casó, y su familia, Erland, el padre, y Joakim, el hermano. El postre, la tercera entrega, La reina en el palacio de las corrientes de aire, ya tiene fecha de publicación: el 5 de junio del 2009.

EL HOMBRE QUE TRABAJABA DEMASIADO

"Dormía y comía poco, fumaba mucho, hasta cuatro cajetillas de cigarrillos cada día, y tomaba entre 10 y 20 cafés diarios", recuerda el periodista Kurdo Baksi, amigo de Larsson desde 1992, que apunta que aunque no cuidaba mucho su salud sí cuidaba su aspecto --"le gustaba ir elegante: corbata, traje, perfume...".

Antes de su muerte, Larsson definía al protagonista masculino de sus novelas, Mikael Blomkvist: "un periodista de cuarenta y cinco años. Un tipo trabajador, competente, buena persona, que trabaja en su propia revista, llamada Millennium". Quienes le conocieron dicen lo mismo de él, aunque, como puntualiza Baksi, "Mikael es mujeriego y Stieg no, Mikael tiene dinero y Stieg no, Mikael trabaja en una revista que se vende bien y Stieg en Expo, una revista con altibajos económicos. Sin embargo compartían inteligencia, coraje y el gusto por la pizza". Larsson creó en 1995 la Fundación Expo, con el objetivo de luchar y denunciar actitudes racistas y fascistas, y dirigía Expo, donde muchos periodistas trabajan gratis y que inspira la de la serie. Baksi, que ayudó a Larsson a mantener Expo a flote económicamente, explica que "era un trabajador de las palabras, escribía mucho, sobre todo de noche", con unos horarios que la arquitecta Eva Gabrielsson, confirma: "Siempre trabajó mucho, entre 10 o 12 horas diarias, hasta las 12 de la noche. Durante su último año, hasta 14 horas y a menudo hasta las 3 o 4 de la madrugada. Creo que esa carga de trabajo tan extrema lo mató". Larsson tuvo un ataque al corazón el 9 de noviembre del 2004 cuando subía a pie al ático donde está la redacción de Expo. El ascensor estaba estropeado.

EL PERIODISTA AMENAZADO

"Desde 1983, cuando Stieg empezó a escribir para la revista antifascista inglesa Searchlight, empezaron las amenazas y tuvimos que tomar medidas de seguridad", explica Gabrielsson. Baksi, compañero de trabajo a quien han disparado en su casa también por su labor antirracista y por el apoyo a su pueblo, el kurdo, cuenta que Larsson se bajaba del bus una parada antes por precaución y que no se fiaba de la policía.

Larsson escribió libros y artículos contra los grupos neonazis, fue consultado por Scotland Yard y la OSCE y creó en los 80 el proyecto Stop the Racism. "Tenía el mejor archivo de Escandinavia sobre extrema derecha racismo e intolerancia", explica Baksi, quien recuerda que Stieg "decía que había tres fuentes de problemas: el sexo, la raza y la clase social y que en todas partes hay gente mala y buena pero que hay que buscar en las personas la parte buena".

Según Gabrielsson "Stieg y Blomkvist se parecían en su defensa de la integridad periodística y la libertad de opinión, y en su fe profunda en las capacidades de las mujeres". Su compañera atribuye sus ideas a la influencia en la niñez de su "abuelo antinazi y a su abuela, con quienes se crió hasta los 9 años" porque sus padres no tenían dinero. Larsson vivió en el ambiente pobre de los bosques suecos en Ume, 600 kilómetros al norte de Estocolmo y allí conoció a su mujer, en 1972 en un mitin contra la guerra del Vietnam.

EL NOVELISTA COMPROMETIDO

Larsson usó la ficción para denunciar todo lo que repudiaba. "Sus novelas, llenas de suspense y acción, muestran la posibilidad de ir contra las injusticias y maldades", opina Elin Sennerö, de la editorial sueca de Larsson, Norstedts. Gabrielsson coincide: "crean la esperanza de que se puede ganar a los 'tipos malos'". Así, si la primera entrega denunciaba el abuso de poder económico, a los neonazis y defendía a las mujeres, la segunda ataca el tráfico de mujeres de los países del Este y las redes de prostitución.

Larsson, a quien le apasionaba la ciencia ficción y la novela negra, tenía, según Baksi, "material para escribir 10 libros" de Millennium, pero solo pudo entregar el tercer manuscrito a la editorial poco antes de morir, sin ver aún publicado el primer volumen, que salió en el 2005. En Norstedts "sabíamos que eran algo fuera de lo ordinario", dice Sennerö. Baksi, al que Larsson hizo personaje en el tercer libro, recuerda una llamada en la que le anunciaba que había firmado un contrato "fenomenal" por tres libros y que iba a terminar el cuarto: "Me dijo 'en 6 meses voy a ser un hombre millonario'". "Para él el dinero no era importante, siempre se olvidaba de ir al banco a cobrar los cheques que le pagaban por artículos y seminarios", añade Baksi.

LA HERENCIA

El cuarto libro al que alude Baksi, es otra fuente de enfrentamiento entre Gabrielsson y el padre y Joakim, el hermano. ¿Cuál es el origen de la pelea? Como Larsson murió sin hacer testamento y sin casarse la legislación sueca dio la herencia y los derechos de autor a la familia biológica dejando a su compañera sin un centavo. Tras cuatro años, el conflicto sigue vivo en los medios suecos y a buen seguro seguirá dando titulares pues Gabrielsson está escribiendo un libro denunciando lo ocurrido tras la muerte de Larsson. "Quiero cambiar las leyes suecas", afirma. "Stieg nunca esperó morir tan pronto, el éxito de Millennium aún no era evidente, no pensó que su padre y hermano se quedarían con todo. Pocas personas hacen testamento, él era uno más. Decidimos que los ingresos de los tres primeros libros serían para nosotros, los del cuarto para Expo y los del quinto para mujeres maltratadas", explica Gabrielsson, que añade: "los Larsson me dijeron que yo podía casarme con el padre si quería solucionar el problema". Por su parte, Joakim asegura que ni él ni su padre la han excluido: "quisimos administrar el patrimonio conjuntamente con ella. Eva es un miembro de nuestra familia y queremos tener una relación buena, pero lamentablemente ella no quiere hablar con nosotros para alcanzar un acuerdo".

"Stieg me escribió dos semanas antes de morir y me dijo que el cuarto libro estaba casi acabado. Tras su muerte, mi padre tuvo el manuscrito en sus manos y se lo dejó a Eva. Después el manuscrito desapareció en su ordenador de forma misteriosa", afirma Joakim. Gabrielsson lo desmiente: "no está terminado. El manuscrito nunca se imprimió y nadie lo ha tenido en sus manos".

Añadió leña al fuego un testamento que Larsson hizo en 1997 antes de viajar a Etiopía, de donde temía no volver vivo; cedía sus escasos bienes a un grupo comunista. Según Gabrielsson, no es legal pues no está firmado por testigos.

Las desavenencias familiares no se quedan solo en materia económica. Si Joakim dice que hablaba cada semana por teléfono con su hermano, que se escribían e-mails y se veían un par de veces al año (vivían en Ume), Gabrielsson afirma que Joakim nunca había ido a su casa, que la mayoría de sus amigos no sabían que él tenía un hermano y que "Stieg mantuvo las distancias con su padre y sobre todo con Joakim".

PIPPI CON 'PIERCINGS'

Larsson dio en el blanco al engendrar el personaje de Lisbeth Salander. Ella es aparentemente vulnerable --menuda: metro y medio de alto, menos de 50 kilos--; lleva piercings y tatuajes (entre ellos, un dragón en la espalda que da título a la edición inglesa del primer libro, The girl with the dragon tattoo); es una brillante hacker, inteligente, vengativa, huraña. Víctima y verdugo, le sobran motivos para no fiarse de la ley y la policía y no duda en tomarse la justicia por su mano. Bajo tutela de la asistencia social, gracias a su trabajo de freelance para una agencia de investigación conoce a Mikael, con quien tiene una relación muy especial.

"Es un personaje que crece, que se hace enorme, inmenso, que te enamora y se aleja de lo convencional, distinto a cualquier héroe contemporá-

neo; es una mujer muy frágil de aspecto pero muy autosuficiente de personalidad, no cumple ninguna de las reglas sociales que existen", explica Silvia Sesé, editora de Destino. "Lisbeth Salander era la mujer que odiaba a los hombres que no amaban a las mujeres", escribe Larsson en La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina. Para Baksi, "es un símbolo de las mujeres maltratadas de todo el mundo. Es una mezcla de Dulcinea del Toboso (Mikael se forma una imagen de ella), Dalai Lama, guerrera kurda con kalashnikov y Pippi Langstrump". Larsson se inspiró en Pippi Calzaslargas, así la llama más de una vez en el segundo libro, y así lo explicó al diario Svensk Bokhandel: "Pensé: '¿Qué aspecto tendría actualmente? ¿Qué tipo de adulta sería? ¿Cómo la calificarían? ¿Una sociópata? ¿Una autista? ... no observa la sociedad del mismo modo que el resto de la gente. La convertí en Lisbeth Salander, de 25 años, una chica que se siente como una extraterrestre entre la gente". El cine y la TV ya le han puesto rostro, el de Noomi Rapace. La película, dirigida por Niels Arden, y con Michael Nyqvist como Mikael, se estrenará en febrero en Suecia.

Habría que ver qué pensaría Larsson de todo esto si aún viviera.