Festival internacional de las letras

El infatigable Dave Eggers

El niño prodigio y contestatario de las letras norteamericanas relató en Kosmopolis su proyecto de escritura creativa dedicado a jóvenes de barrios marginales

ELENA HEVIA
BARCELONA

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Procedente de Siria y camino de Málaga, donde espera entrevistar a la familia de un emigrante en Estados Unidos, que será el protagonista de su próxima novela, Dave Eggers (Boston, 1970), escritor, editor, activista social, entre otras cosas, ha dedicado unas horas de su apretada agenda a disertar en Kosmopolis. El tema, uno de sus proyectos más queridos,826 National,una red de talleres de escritura creativa dirigidas a niños entre 6 y 18 años que inició en uno de los barrios más conflictivos de San Francisco, The Mission, con el nombre de826 Valencia--así se llama la calle-- y hoy cuenta con 10 centros en siete ciudades distintas.

El taller original es hoy uno de los lugares de peregrinación literaria --en clavecool,vertiente comprometida-- junto con la mítica librería de losbeatniks,City Lights. "Exploramos nuevas posibilidades para que el mundo de los libros no sea una torre de marfil y llegue a la calle", dice meditando profundamente sus palabras.

Ese es tan solo uno de los numerosos productos surgidos de la fábrica de ideas sociales y culturales que el también editor --como tal ha publicado, por ejemplo, a Javier Marías-- ha creado junto a su esposa, la escritora Vendela Vida. El más publicitado e influyente y por el que se ha convertido en uno de los gurús de la nueva narrativa estadounidense es la magnífica revistaMcSweeney's--el nombre procede de un tipo algo majareta que le escribía cartas sin sentido a la madre del escritor-- que trimestralmente recoge relatos originales de los mejores autores estadounidenses con formatos rompedores. Uno de los números se titulaba¿Qué vamos a invadir en el futuro?,en clara alusión a las actividades bélicas de la que es la bestia negra de Eggers, Bush.

En contrapartida, no dudaría en fichar para un próximo número al mismísimo Barack Obama: "Hemos recaudado fondos para apoyar su campaña. Creo que ha aportado energía a todo el mundo y a los autores en concreto porque él es un buen escritor. Kennedy a quien también se le daba bien escribir llegó a ganar el Pulitzer y Obama es mucho mejor. Sí, por supuesto, si el quisiera lo contrataría. Si no fuera político le veo como un intelectual público al estilo de Gore Vidal".

Como escritor también es una rareza en el ferozmente individualista panorama de las letras estadounidenses: un autor que bebe de la realidad --"empecé como periodista"-- para alertar sobre las atrocidades del mundo.Qué es el qué(Mondadori), su último y exitoso trabajo, sigue la experiencia de un personaje real, Valentino Achak Deng, uno de los 4.000 niños perdidos de la guerra civil de Sudán que encontraron un nuevo campo de batalla, más cotidiano y un poco menos cruento, en Estados Unidos, por obra y gracia del gobierno norteamericano. La historia, ya fuera de un libro que es una sucesión de hechos terribles, tiene final feliz. "La fundación creada con las ganancias de la novela está construyendo una escuela en el sur de Sudán. Valentino se ha casado y está a punto de tener un hijo".