ENTREVISTA CON James Patterson, Escritor

James Patterson: "En mis novelas, todo se averigua. Eso gusta"

OLGA PEREDA
MADRID

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James Patterson (Nueva York, 1947) arrasa. Es un auténtico número uno en Estados Unidos, donde solo el año pasado vendió 16 millones de libros. Incluso, los estudiantes de Harvard estudian su modelo de negocio. Ahora, el autor intenta consolidarse también en otros países, como España. Tras varias adaptaciones al cine (El coleccionista de amantes), la cadena Cuatro ha comprado los derechos para emitir la serieEl club de las mujeres contra el crimen.

--¿Cómo un publicista acaba siendo un escritor superventas?

--La verdad es que de pequeño no leí mucho. Pero cuando fui a la universidad trabajé en un hospital psiquiátrico para pagarme los estudios. Tenía mucho tiempo libre y dediqué las noches a leer. Leí de todo: novelas, poesía, teatro... Ojo, que conste, yo trabajaba en el hospital. No era uno de los enfermos.

--Y ahora, una vez consagrado, ¿cuál es su método de trabajo? ¿Es usted de los que lee atentamente los sucesos en los periódicos o todas las historias que escribe las saca de su cerebro?

--Efectivamente, todo está en mi cabeza que, después de todo lo que he leído, es como un archivo de diez centímetros de espesor. Tengo acumuladas más historias de las que jamás podré escribir.

--Y teniendo tanto en la cabeza ¿por qué se decanta tanto por el misterio? ¿Es el thriller la mejor manera de captar público?

--Escribo de todo, desde novelas históricas o de amor hasta libros para niños. Pero me encanta el misterio. En la vida real, los crímenes casi nunca quedan resueltos. Pero en mis novelas todo se averigua y, además, los finales son felices. Y eso gusta a la gente. A la gente le gusta sentir cosas. Están un poco dormidos y este tipo de libros les da vida.

--En el 2007 usted vendió 16 millones de libros en EEUU. En Harvard se estudia su éxito comercial. ¿Me puede desvelar su secreto?

--¿Y qué me dará usted a cambio? ¿Cinco dólares?

--No tengo cinco dólares. Pero sí cinco euros.

--Bueno, está bien. Le cuento. Yo intento ser consciente de que a la gente lo que le gusta es la acción, que avance el libro. Por eso, cada uno de mis capítulos permite hacer avanzar la historia y al protagonista. No hablo nunca de tomar el té o el tiempo que hace. No sé si es mejor o peor. Es mi manera.

--¿Es una responsabilidad ser el número uno en ventas o es algo que le trae sin cuidado a la hora de escribir?

--No. No siento ninguna responsabilidad especial en ese sentido. Yo solo me siento responsable a la hora de entretener. Soy como un actor que se presenta en un escenario y lo único que busca es hacer un buen espectáculo.

--Usted escribe una media de 10 libros al año. ¿Cómo es posible? ¿Cuántas horas trabaja al día? ¿Hace alguna otra cosa?

--No escribo 10. Solo ocho. Escribo siete días a la semana. Escribo por la mañana y por la tarde. Para algunos libros tengo colaboradores. Yo siempre redacto un primer esbozo, que es muy explícito. Luego, el coautor escribe el primer borrador. Luego yo me ocupo de los borradores siguientes hasta encontrar el estilo. Hay otros libros que escribo yo solo.

--Perdón por la pregunta. ¿Es habitual que los escritores tengan colaboradores?

--No es tan inusual. Hay equipos para eso. Stephen King los ha tenido. Es algo normal en el mundo de la publicidad y del cine.

--¿Y es usted un buen jefe?

--Nadie se ha despedido.

--Hablando de Cross (Ediciones B) ¿es el más dramático de toda la serie del detective Alex Cross? En esta ocasión, el agente ve cómo la investigación de unas violaciones se mezcla con la muerte de su esposa.

--No sé si es el más dramático. Desde luego, sí es el más vendido. Efectivamente, en otros libros de detectives la familia no es especial. Aquí, en cambio, es protagonista. Se trata de un padre solo con tres niños y con una abuela. Aunque un lector no haya leído ningún otro libro de la serie, este es una buena manera de empezar a hacerlo porque cuento muchas cosas del pasado de Alex Cross.

--¿Habrá mas libros de Alex Cross?

--¡Claro! Mi hijo necesita zapatos nuevos cada tres meses. En serio, sí sigo escribiendo sobre Cross. De hecho, hace nada estaba escribiendo en mi habitación.

--Los críticos suelen ser mortales con los escritores que venden millones de libros. A juicio de muchos supuestos expertos, nadie puede ser bueno si le gusta a la masa.

--Esa actitud no solo daña al mundo editorial sino también a los derechos humanos. Algunos críticos predican la tolerancia, pero luego no la practican. No todos los libros tienen que ser serios. Yo no juzgo por el mismo rasero un restaurante de lujo y una cafetería. La tortilla de la cafetería también puede ser un excelente desayuno.