GRAN EXPOSICIÓN DE UN ARTISTA CLAVE

El Museo del Prado muestra al Goya que mejor reflejó la España del XIX

La carga de los mamelucos (a la izquierda) y Los fusilamientos, dos de los cuadros de la exposición, ayer.

La carga de los mamelucos (a la izquierda) y Los fusilamientos, dos de los cuadros de la exposición, ayer.

MERCEDES JANSA
MADRID

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Vital, arriesgado, universal, profundamente racional, decidido y valiente sin llegar al aventurismo son algunos de los calificativos que sugieren la personalidad y la obra de Francisco de Goya, uno de grandes pintores universales que abrió las puertas de la modernidad en el arte. Así queda demostrado en la extraordinaria exposición de 200 obras, entre óleos y dibujos, que presenta el Museo del Prado hasta el 13 de julio, dentro de la programación del bicentenario del 2 de mayo de 1808 y del inicio de la guerra de la Independencia.

Pese a que el pintor aragonés vivió en primera línea estos acontecimientos, la muestra, tituladaGoya en tiempos de guerra,no está centrada en la contienda contra las tropas napoleónicas y sus consecuencias, sino en el trabajo del artista. Los dos lienzos representativos --Dos y Tres de mayo, conocidos comoLa carga de los mamelucosyLos fusilamientos-- han recobrado todo su esplendor en la reciente restauración. Y junto a losDesastres, definen la mirada del artista sobre la violencia y es el espejo que devuelve la imagen de la España moderna.

EL ENCARGO

Los cuadros reflejan el trauma que el enfrentamiento causó al pueblo y a quienes, como Goya, lo vieron desde una óptica liberal. Los realizó de junio a octubre de 1814 por encargo de Fernando VII al mismo tiempo que la Inquisición reprimía a los librepensadores.

Una de las grandes expertas en el pintor de Fuendetodos (Zaragoza), Manuela Mena, explicó emocionada la "profunda mirada al interior del ser humano" que contiene la obra de Goya. La exposición abarca de 1795 a 1819, desde el "renacimiento" del pintor que a finales del siglo XVIII acaba de salir de la enfermedad que le dejó sordo hasta el exilio en Burdeos; desde el gran retrato de la familia de Carlos IV hasta la comunión de San José de Calasanz.

Las escenas dramáticas se completan con naturalezas muertas, retratos, cuadros religiosos y, sobre todo, con los dibujos y aguafuertes. Especialmente losCaprichosy losDesastresexpresan la modernidad de estilo y de concepto que imprimió Goya a su obra con el cambio del siglo.