consumo 'ecofriendly'

La startup que quiere que compres productos de limpieza sostenibles sin arruinarte

La startup Dicha&Hecho nace con el objetivo de ofrecer alternativas sostenibles e innovadoras en el sector de la limpieza a precios asequibles. Y son las primeras en comercializar productos líquidos en cajas de cartón: han diseñado y patentado un envase pionero. 

La startup Dicha&Hecho nace con el objetivo de ofrecer alternativas sostenibles e innovadoras en el sector de la limpieza a precios asequibles.

detergente

detergente / economia

María Refojos

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Comprar un producto sostenible no tiene por qué ser prohibitivo. Estamos cada vez más concienciados con el consumo responsable y, en consecuencia, más dispuestos a mirar las etiquetas de los productos que compramos y a rascarnos el bolsillo. Sin embargo, existe la posibilidad de compatibilizar una compra eficiente con un gasto ajustado a nuestro presupuesto. 

Así lo afirma Ana Guerrero Alonso, científica y emprendedora al frente de la startup Dicha&Hecho, que nace con el objetivo de ofrecer productos de limpieza que sean 100% respetuosos con el medio ambiente y, además, económicos.

“Creemos que esto es muy importante porque muchas marcas ecológicas no son asequibles, y lo que queremos es que la mayor gente posible pueda acceder a ellos; que lo más normal sea comprar productos sostenibles”, explica la fundadora de la empresa. “El impacto real de nuestros productos en los ríos o en la calidad del aire no lo vamos a ver si solo los puede comprar una minoría con sueldo alto”, añade.

El impacto real de nuestros productos en los ríos o en la calidad del aire no lo vamos a ver si solo los puede comprar una minoría con sueldo alto"

La predisposición del consumidor existe, si atendemos a las estadísticas. Según el estudio GlobalWebIndex, en España seis de cada diez millennials pagarían más por productos ecológicos, seguidos por el 58% de la ‘generación Z’ y el 55% de la ‘generación X’. También es elevado el porcentaje entre los baby boomers: el 46% de los entrevistados se muestran favorables a comprar productos más caros si son ecofriendly.

Precios asequibles

Estamos por tanto ante un terreno abonado para el cambio, lo que en opinión de la fundadora de Dicha&Hecho debe aprovecharse para amplificar la posibilidad de optar por productos verdes especialmente en su sector, que forma parte del día a día de los ciudadanos y en el que hay "muy pocas alternativas”.

“Es cierto que producir un producto ecológico cuesta más que uno más convencional”, corrobora. Esto se debe, fundamentalmente, a dos cuestiones: una demanda menor que hace que los costes de fabricación suban, y unos ingredientes más caros, por estar homologados por la certificación Ecolabel. 

Esta etiqueta, Ecolabel, es el distintivo ecológico oficial de la Unión Europea que se aplica a todo tipo productos y avala que tienen en cuenta la protección del medio ambiente y cumplen con todos los requisitos exigidos. Encontrar este sello en los lineales de los supermercados españoles es todavía complicado, confirma la startup, y nos aleja de otros países europeos: "Lo que queremos es que se haga corriente y que lo más normal sea comprar productos ecológicos y sostenibles". 

¿Cuál es el secreto entonces para poner a la venta un detergente o un limpiacristales sostenible pero asequible? En este punto, la emprendedora es clara: “Llegar a estos precios ha sido a costa de bajarnos el margen y que con cada producto ganemos poco”.

Su estrategia es enfocarse en el volumen, de forma que “mucha gente lo compre y que mucha gente acceda, porque si solo nos regimos por el beneficio no vamos a superar los retos que nos está planteando el mundo: cambio climático, cuidado de los recursos…”, asegura.

100% sostenible

Esta startup se orienta plenamente hacia la sostenibilidad y lo hace a través de todos sus procesos, tanto los relacionados con el producto, como es la composición y la fabricación, como en el envase y la distribución.

Los cuatro ejes bajo los que están diseñados los productos buscan: 

Alargar la vida de los recursos: con el objetivo de “huir de la cultura de usar y tirar” cuidan las materias primas, emplean energía renovable para abastecer fábrica, oficina y almacén, y siguen un método de producción pensado para ahorrar agua y reducir los residuos que generan. 

Proteger suelos y océanos: para el desarrollo de las fórmulas se han asegurado de cumplir los estándares básicos europeos del sello ecológico y han eliminado fosfatos, EDTA, microplásticos… Además, han suprimido los sulfatos “porque está demostrado a nivel científico que pueden tener un impacto en los ecosistemas acuáticos”. "Para nosotras el sellado Ecolabel supone por dónde empezar, el básico para trabajar, por eso hemos querido ir más allá. No comprendemos cómo puede ser que algunos detergentes lleven todavía microplásticos", detallan.

Alternativa al plástico: ofrecen sprays con vida ilimitada para recargar. Aunque la medida estrella es el envase que contiene los productos: han diseñado y patentado un sistema de packaging que permite comprar líquidos en cajas de cartón 90% reciclado, con monodosis solubles en agua. “Somos las primeras en el mundo que ofrecemos esta posibilidad. Es una tecnología muy innovadora que nos permite envasar en paquetes muy pequeños”, señala Ana Guerrero. 

Reducir la huella de carbono: lo consiguen aligerando el peso de los envases que transportan, gracias al sistema que han patentado. Y también apuestan por la economía de proximidad, por lo que no se plantean producir ni vender fuera de la Península. 

Una marca que sobrevivió

En conjunto, supone una optimización de procesos integral que es el resultado de más de tres años de investigación propia y contactos con ONGs medioambientales, institutos tecnológicos y productores que compartían sus experiencias y necesidades. 

Y cuando la fecha de lanzamiento estaba ya marcada en rojo en el calendario, la pandemia por el coronavirus les hizo pisar el freno. “Esta es la historia de una marca que sobrevivió: fue durísimo, íbamos a salir la semana que se declaró el estado de alerta y tuvimos que pararlo todo”, relata la fundadora de Dicha&Hecho. 

Una vez comenzó la desescalada, tanto sus productores como su red logística pudieron retomar el trabajo. Con ellos en marcha, la startup pudo iniciar por fin su actividad. Tras un mes en funcionamiento, han evitado el uso de “1.014 envases de plástico”, según el contador de su web, y han comenzado a comercializar sus productos en puntos físicos en toda España. Y han logrado entrar en la segunda fase del Premio Emprendedoras de Madrid 2020.