CONSUMO RESPONSABLE Y SOLIDARIO

Historia de una camiseta feminista: ¿qué hay tras los productos que apoyan causas?

Camisetas con lemas como ‘No puedo vivir sin mí’, pendientes contra el cáncer de mama, velas y cuadernos de la Fundación Aladina… Cada vez son más los productos que, con su venta, financian directamente una causa social. Los lucen famosos e influencers y los vemos en las redes sociales. ¿Qué y quién hay detrás de ellos?

Descubrimos qué y quién hay detrás de los productos solidarios que llevan los famosos y encontramos en redes sociales

Camiseta feminista

Camiseta feminista / economia

Agustina Barbaresi

Agustina Barbaresi

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En 2018, dos concursantes del reality Operación Triunfo aparecieron en antena con camisetas en las que se leían los mensajes ‘No es No’ y ‘#YoSíTeCreo’, en apoyo a la víctima de la manada de Pamplona. No es el único ejemplo: un vistazo rápido a redes sociales como Facebook o Instagram nos muestra gran cantidad de productos vinculados a causas sociales. Pero, ¿quién y por qué fabrica este tipo de productos? 

Javier Aparici es el creador de la marca que estaba tras aquellas camisetas que llevaron Julia Medina y Natalia Lacunza: So Human Brand. Aparici estuvo desde muy joven y por convicción familiar vinculado a causas y organizaciones como Feder (Federación Española de Enfermedades Raras). De hecho, fundó Madeinterraneas, una firma de zapatos “sostenibles y artesanos en cuya fabricación intervienen niños con enfermedades raras. De hecho, un 20% de la recaudación de los productos de la marca va destinada a la investigación en enfermedades poco frecuentes. Cuando este negocio empezó a crecer es cuando decidí crear también moda y así surgió So Human”.

Según su fundador, So Human más que una empresa es "una plataforma de activismo que me ha permitido convertirme en un emprendedor social”. SHB contacta con organizaciones con las que hace un convenio (generalmente anual), para producir productos que, en su precio de venta, incluyan un porcentaje de donación. Preguntan vía formulario al cliente final dónde quiere poner su dinero y para qué fin concreto servirá. Y lo producen de forma sostenible.

Producción sostenible, la columna vertebral de este modelo

Si hay algo que tienen en común los fabricantes de productos solidarios es su compromiso con el consumo responsable y la fabricación sostenible.

Inés Echevarría, fundadora de la marca Uttopy, afirma que esto “es básico y perdería sentido el producto de no ser así. Nuestro proyecto nace para mejorar el mundo y la sociedad en la que vivimos. Hemos llegado a un nivel de consumismo que no es sostenible y está amenazando el planeta. La industria textil es la segunda más contaminante del planeta, así que es muy importante mirar la trazabilidad de los productos: dónde se fabrican, de dónde vienen las materias primas…”.

El modelo de negocio de Uttopy es lo que se llama crowdfunding de recompensa: “son campañas que duran 40 días, en las que se invita al ciudadano a participar con el objetivo de llegar a una cierta cantidad recaudada para hacer un mínimo de producción. El beneficio de esto es que, al ser una pre venta limitada, podemos ofrecer un producto a un coste más ajustado. Además, como aún no está producido, se puede una ofrecer una mayor gama, por ejemplo, de colores. Así la persona que participa consigue un producto único”, explica Echevarría. Este modelo permite evitar excedentes de stock y testar qué productos funcionan mejor, para darles continuidad.

Y no solo es importante dónde se fabrica el producto: también importa el envoltorio. Eduardo Brioso, de la plataforma Crowdence (que sirve de enlace entre asociaciones que quieren crear camisetas con serigrafía y fabricantes textiles sostenibles), explica que están “analizando soluciones de packaging más sostenibles, que sustituyan el plástico por papel”.

En el mercado de productos solidarios, también hay asociaciones, ONG y fundaciones que han decidido crear sus propios productos sin intermediarios y crear su propia tienda. Por ejemplo, la Fundación Aladina, referente en la ayuda a niños y adolescentes enfermos de cáncer, cuenta con La Tienda de Aladina, que vende de forma online “desde accesorios como bolsas de playa o de la compra, neceseres, velas, espejos, cuadernos, tazas y pulseras, hasta aquellos más específicos para celebraciones solidarias, donde destacan nuestros packs solidarios de tarjetón y pulsera, que están disponibles en las modalidades de boda, bautizo, comunión y cumpleaños”.

Famosos e 'influencers' y redes sociales, el altavoz perfecto

Sin duda, hoy por hoy buena parte del éxito de estos productos se debe al efecto amplificador que tienen las redes sociales. Y a la ayuda de famosos e influencersinfluencers, que la mayoría de veces hacen de altavoz sin contraprestación económica.

Una de las campañas con más repercusión para Crowdence fue la lanzada por InteRed en San Valentín de 2018 (con las camisetas con el lema “No puedo vivir sin mí”), que contó con el apadrinamiento de María Murnau, alias Feminista Ilustrada, ilustradora con mucha influencia en redes como Instagram.

La lista de rostros conocidos que ha lucido algún producto de Su Human o acudido a sus desfiles o eventos es extensa: Miguel Bernardeau, Aitana Ocaña de Operación Triunfo, Sara Carbonero, Anne Igartiburu, Samantha Vallejo-Nágera, Fernando Hierro, Berta Collado, Rossy de Palma

Según Inés Echevarría, lo que se busca en todo caso es “una colaboración natural”, detectando las causas sociales con las que estas celebrities ya tenían un vínculo o por las que habían mostrado interés. O “a través directamente de las entidades con las que colaboramos, que tienen vínculos con gente influyente”.

En todo caso, el fin es el mismo: aportar un granito de arena.  “Al final esta gente, igual que el resto de nuestros consumidores, comprenden que hay un cambio que tiene que llegar y es necesario buscarlo”, concluye Javier Aparici.