Diez maneras de reducir la basura que generas (y por qué es importante hacerlo)

Con la Semana Global de Reducción de Residuos como telón de fondo, promovida por Break Free From Plastic, el objetivo es poner el foco en la contaminación de plásticos en los ecosistemas. La Alianza Residuo Cero, que forma parte de esta plataforma, exige la necesidad de un cambio de producción y consumo para reducir los residuos generados. 

Pero los plásticos no son el único problema. En España, tal y como apuntan desde la Alianza Residuo Cero, solamente se recicla el 30% de los 22 millones de toneladas de residuos urbanos que se ocasionan. Es decir, cada año, más de 15 millones de toneladas de estos residuos no se reciclan, con las consiguientes implicaciones. Una circunstancia que, de no atajarse pronto, supondrá la generación de 3 400 millones de residuos en 30 años, según alerta el Banco Mundial. 

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A más productos producidos, más residuos generados. De todos los que se ocasionan en España anualmente, un millón de toneladas son “electrónicos, altamente tóxicos, de los cuales el 60% no sabemos dónde va. La mayoría suele ser abandonado en entornos naturales o transportados a otros países, normalmente países empobrecidos, que son utilizados como ‘cementerios electrónicos’”, advierte la responsable del área de Recursos Naturales y Residuos de Amigos de la Tierra, Cristina Alonso.

Para atajar esta situación, esta experta enfoca el quid de la cuestión en “modificar nuestros hábitos de consumo a través de una compra consciente que minimice nuestro consumo y con ello la generación de residuos; y en una adecuada separación de los generados para facilitar su reciclaje”.

Generalmente, aunque nos viene a la mente el sector de la restauración, son muchos los ámbitos en los que se puede reducir la basura, como los sectores textil o industrial, y los contextos en los que se pueden generar menos como el hogar, el trabajo o los centros educativos.  

DIEZ MANERAS PARA REDUCIR LOS RESIDUOS

La responsable de la campaña de plástico de Greenpeace, Alba García, nos ofrece una serie de recomendaciones para reducir los residuos y la basura en nuestra vida diaria. ¿Qué podemos hacer como usuarios? Esta experta hace mención a dos factores fundamentales: en primer lugar, dejar a un lado la cultura de usar y tirar y, en segundo lugar, reducir el desperdicio alimentario. 

Para paliar ambos problemas, Alba García aconseja comprar las cantidades que consideremos necesarias para evitar el despilfarro de alimentos y consumir menos productos que lleven envases desechables, llevando nuestros propios recipientes al supermercado si vamos a consumir fruta o verdura y, si se trata de cualquier otro producto de alimentación, utilizar uno que sea “reutilizable, retornable, recargable, lo que sea que no sea desechable, independientemente del material”, recomienda.

Otro problema viene dado por la obsolescencia, una cuestión que disminuye la vida útil de los productos que compramos, lo que a su vez genera más consumo y, por ende, más residuos. “Las empresas son las mayores responsables del actual modelo de consumo de ‘usar y tirar’ a través de sus estrategias comerciales que nos transmiten si un producto ha pasado de moda o no (obsolescencia percibida), como puede ser el caso de la ropa; y de la obsolescencia programada, es decir, de la fabricación de sus productos a partir de materias primas de baja calidad, dificultando a su vez la reparabilidad de estos, como pasa con muchos productos informáticos”, apunta Cristina Alonso. 

Asimismo, en lo que respecta a la gestión de las administraciones, la experta de Greenpeace denuncia que el sistema de gestión de residuos en España es “en general bastante ineficiente, pero se dan algunos casos en los que se ha favorecido esa reducción de residuos, algo que creemos muy positivo”. Pero ¿cuáles son estos sistemas? “Por ejemplo, el de puerta a puerta y el de pago por generación. Ahora mismo, en general, excepto algunos municipios en Cataluña, de forma genérica pagamos una tasa fija de basura, pero no todo el mundo tira ni genera la misma cantidad de residuos, por lo que el pago por generación no solo es una forma justa de pagar ese servicio, sino que también fomenta que se reduzcan”, explica Alba García.

Desde el punto de vista empresarial, una de las maneras que recomienda es establecer una fuente con agua potable y no tener que depender de las bebidas embotelladas de las máquinas de vending. 

UNA CUESTIÓN ACUCIANTE

Pero ¿por qué es importante que nos pongamos ‘manos a la obra’ lo antes posible? Porque el sistema de reciclaje "está colapsado y no puede absorber todos los residuos que se generan. Ni siquiera somos capaces de hacernos cargo de los residuos que generamos aquí, uno de los motivos por los que se exportan a países lejanos”, denuncia García. 

“Todos los residuos que no sean capaces de reciclarse o reutilizarse, que son muchísimos, al final acaban en vertederos o incineradoras y en ambos casos se contamina mucho”, puntualiza. 

De ahí que el mejor residuo sea el que no se genera. Algo que pasa por “un cambio en nuestro modelo de consumo y de producción a través de políticas y alternativas que lo promuevan”, concluye Cristina Alonso.