MODELO ECONÓMICO

Economía del bien común: así es el modelo que antepone las personas al dinero

Sobreponer el interés general por encima del particular. Primar a las personas y sus derechos por encima del capital y el dinero. Estos son algunos de los pilares de la economía del bien común, que apela a concebir la economía desde un punto de vista más ético y humano.

Sobreponer el interés general por encima del particular. Primar a las personas y sus derechos por encima del capital y el dinero. Estos son pilares de la economía del bien común, que apela a concebir la economía desde un punto de vista más ético y humano

Economía del bien común

Economía del bien común / economia

Nora Benito

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El interés particular por debajo del general. La colaboración por encima de la competencia. Anteponer a las personas y sus derechos sobre el capital, minimizar el impacto ecológico, democratizar las empresas, fomentar la democracia participativa... El bien común aboga por abordar la economía desde un lado más ético y humano. Esos son algunos de los cimientos sobre los que se asienta la economía del bien común, que persigue el bienestar de la sociedad más que el capital o el dinero.

Según el informe “Otro consumo para un futuro mejor”, realizado por OCU y Foro NESI, la economía del bien común hace referencia a la economía como un “medio para conseguir el bien común para todos los seres humanos y el planeta, para lo que propone cambiar la competencia por la colaboración e incorporar indicadores de dignidad humana, solidaridad, medioambiente y transparencia”.

Joan Ramón Sanchis Palacio es catedrático de Organización de Empresas y director de la Cátedra de Economía del Bien Común de la Universitat de Valencia, la primera en el mundo sobre este tema. Según explica a BYZness, el bien común es “un modelo económico basado en la sostenibilidad que pretende transformar la sociedad a través de una visión más humana y ética de la economía”. Tal es así que, como él mismo aclara, el fin de la economía no debe ser “el crecimiento ni el dinero, sino la mejora del bienestar social y de la calidad de vida de las personas. Crecimiento económico y dinero han de ser los medios o instrumentos para alcanzar el fin último, que es el bien común”.

UN MODELO QUE ENGLOBA OTRAS OPCIONES ECONÓMICAS

Este modelo, que nació en el centro de Europa y “engloba la economía feminista, la economía circular, la economía azul, la economía social y muchas otras opciones actuales”, tal y como subraya Sanchis Palacio, ya cuenta con aproximadamente 400 empresas que lo tienen implantado en el continente. 

Girando el foco hacia España, también existen municipios que lo están estableciendo, tales como Miranda de Azán en Salamanca -que fue el primero de todos-; Muro, Villena o Betxí, en Comunidad Valenciana; distritos de Barcelona y Tenerife. 

DECISIONES FINANCIERAS SEGÚN FACTORES ÉTICOS

Del citado estudio de OCU y Foro NESI se extrae que el 46% de los encuestados no conoce qué es la economía del bien común. En el lado opuesto de la balanza, un 18% reconoce estar influidos por ella y un 9% se define como “muy activo”.

En lo que respecta a las decisiones financieras, un 18% de los encuestados asegura que no las relaciona con comportamientos ecológicos o éticos. Por el contrario, un 49% declara evitar contratar productos con bancos implicados en escándalos de corrupción. Sumado a esto, un 34% dice que financia proyectos que “aporten valor a la sociedad, en vez de proyectos especulativos en los que no sé a dónde va mi dinero”, un 30% contrata productos de banca ética y un 28% financia proyectos éticos a través de crowdfunding.                    

UNA ECONOMÍA CON VALORES

La dignidad humana, la igualdad, la justicia, la solidaridad, la democracia, la transparencia, la confianza o la sostenibilidad ecológica son los principales valores sobre los que se asienta esta economía

“A través de estos principios o valores se puede medir la contribución al bien común o al interés general de un sistema económico y de cualquier organización (pública, privada sin ánimo de lucro y privada con ánimo de lucro)”, informa Sanchis Palacio, al tiempo que añade que este modelo económico propone sustituir “el afán de lucro por el bien común y la competencia por la cooperación”.