Serie "17 caras para los ODS"

"La educación es la principal herramienta para concienciar sobre los problemas sociales, económicos y medioambientales"

En esta cuarta entrevista de la serie "17 caras para los ODS", hablamos sobre la importancia de la educación, del papel de las universidades en su contribución a los Objetivos impuestos por la ONU y de cómo adaptarse a los futuros trabajos resultado de las nuevas tecnologías.

En esta cuarta entrevista de la serie "17 caras para los ODS", hablamos sobre la importancia de la educación, del papel de las universidades en su contribución a los Objetivos impuestos por la ONU y de cómo adaptarse a los futuros trabajos.

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Lidia Álvarez Vellido

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Santiago García Granda (Verdicio, Asturias, 1955) es un químico español, especialista en cristalografía de rayos X. Realizó su formación en la Universidad de Oviedo, de la que es rector desde 2016.

Un año después fue nombrado presidente de Crue-Sostenibilidad que tiene como objetivo recopilar la experiencia de las universidades en materia de gestión ambiental, así como su desarrollo, compromiso y contribución a la materia.

Él nos concede la cuarta entrevista de nuestra serie “17 caras para los Objetivos de Desarrollo Sostenible” para hablar del cuarto punto relacionado con la educación de calidad.

Según el SDG Index and Dashboards Report 2018 “Global Responsabilities Implementing the Goals”, España sacó 88.1 puntos de 100 en este ODS, siendo uno en los que está mejorando.

A juicio de García Granda, la educación “es la única herramienta que podemos utilizar para que alguien tenga una visión global de los problemas que existen en el mundo, concienciarle y poder resolverlos”.

La OCDE informaba a finales de año de que el 43% de los españoles de entre 25 y 64 años no tienen un título de educación secundaria, ¿Cómo afecta esto?

Este dato acoge dos de los objetivos, el 4 de educación de calidad y el 10, de reducción de desigualdades. Es aquí donde tenemos que luchar pero de forma común.

En este aspecto, cabe destacar que estos ODS son para todo el mundo, por lo que no sólo nos podemos fijar en España y compararlo con el resto de países. Si logramos un alto o bajo nivel de alguno de ellos en nuestro país sólo estaríamos contribuyendo a nivel nacional y lo importante de los ODS es su visión global, por lo que es una labor de todos, no una competición

¿En qué situación se encuentran las universidades en la contribución?

Las universidades tenemos algo de trabajo hecho desde los anteriores Objetivos del Milenio. Estamos a un nivel muy alto en este objetivo relacionado con la educación de calidad, que es el que nos corresponde; pero también en otros como el 5 (Igualdad de género), el 7 (Energías asequible y no contaminantes) y sobre todo destacamos en el último objetivo, relacionado con la creación de alianzas. Es aquí donde las universidades tenemos nuestro potencial.

Además, según el informe del año pasado en el recopilamos datos de las universidades españolas, el 60% de las mismas están trabajando en todos los ODS, así como ofreciendo formación sobre los mismos e investigándolos. Aunque también cabe decir que tan sólo un 40% implanta los objetivos en la gestión de la universidad.

No estamos completamente alineados pero creo que estamos en muy buena posición para transmitir estos aspectos a nuestros alumnos.

¿Cómo se incluye esta formación para concienciar a los estudiantes?

Se están implantando proyectos en las universidad que durante 2019 se van a consolidar y van a extenderse al resto. Un ejemplo de esto es el programa que  está realizando la Universidad de Murcia a través del cual dedica 17 meses a cada uno de los ODS, y lo más importante, implicando al estudiante. Ahí es donde tenemos nuestra fuerza, hacer al estudiante el protagonista de este movimiento ya que creo que es aquí, en la universidad, donde están las personas que van a conducir la sociedad en el futuro y por tanto, lo que piensen estas personas será lo que transmitan el día de mañana.

Dejando a un lado la sostenibilidad y centrándonos en la educación del país, ¿Cómo pueden prepararse los estudiantes de hoy para los empleos del futuro?

Creo que estamos intentando hacer una formación cada vez más transversal, las titulaciones ya no tiene que ser comportamientos estancos y la existencia de una diversificación de los máster hace que la formación pueda tener varios componentes.

Ya hay muchas personas que están haciendo una doble titulación y a partir de aquí nos gustaría guiar la educación superior hacia las llamadas titulaciones abiertas, es decir, que los alumnos puedan autoconfigurarse el “menú” de sus grados y máster.

Este es el futuro, personas que tengan una formación muy transversal. Es imposible avanzar con una educación tan rígida y especializada.

En este sentido, ¿desaparecerán algunas carreras?

Creo que sí. La irrupción de los robots autosuficientes va a llegar y va a transformar la forma que nosotros tenemos de concebir la vida. Las máquinas serán capaces de pensar más rápido que nosotros y resolver los problemas con más facilidad.

A mi parecer, la filosofía y la psicología serán asignaturas muy importantes, ya que es casi imposible que las máquinas tengan esas capacidades.

La evolución hacia una sociedad absolutamente automatizada y robotizada es imparable.

En cuanto a educación financiera, ¿aprobamos los españoles?

Como decía antes, estamos demasiado especializados, lo que nos hace perder visión en otras disciplinas. Sin ir más lejos, yo soy químico y me sentiría perdido si tuviera que invertir en bolsa. Estas habilidades son imprescindibles para tener una vida de éxito en el mundo actual y por eso la Universidad de Oviedo va a hacer un nuevo curso sobre la economía de la vida cotidiana.

¿Cree que se alcanzarán los Objetivos de Desarrollo Sostenible de cara a 2030?

No estoy seguro, la experiencia nos dice que es muy difícil encontrar acuerdos internacionales para el avance.

La tarea es complicada, os intereses comerciales son enormes. Vivimos en una época en la que las compañías internacionales están gobernando el mundo y la política tiene cada vez menos importancia.

Tenemos que ser conscientes de que los recursos son limitados y no podemos explortar una parte del mundo, como pasa con África y América Latina; para nosotros vivir mejor.

Todos estos factores negativos son los que nos llevan a pensar que será complicado poner de acuerdo a la humanidad, pero si se pudo hacer una vez con el acuerdo para mejorar la capa de ozono… ¿por qué no se va a poder hacer de nuevo?