Opinión

Cómo gestionar con éxito en la era post COVID

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oficina digital / Unsplash

Alfonso Ramírez

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Mientras la pandemia sigue ocupando titulares, los líderes empresariales que quieren mantenerse a la vanguardia y seguir teniendo éxito buscan puntos de apoyo estables en esta época de incertidumbre, concentrándose, por ejemplo, en las previsiones sobre la forma de la curva de la recuperación económica una vez haya acabado la pandemia. 

Sin embargo, las discusiones en torno a tales predicciones pasan por alto un punto esencial: independientemente de la forma que tenga la curva de recuperación, la realidad empresarial post pandemia será muy diferente a todo lo anterior.

A continuación, se exponen cuatro consideraciones que tendrán un impacto importante en el futuro de las empresas. 

Adaptarse sigue siendo la clave del éxito

La necesidad de trabajar y gestionar a distancia ha demostrado que los equipos que tuvieron más éxito durante la pandemia fueron los que se adaptaron rápidamente a la llamada 'nueva normalidad' y respondieron a los cambios constantes.  

Al igual que el resto de los trabajadores, los responsables de los equipos tuvieron que ajustar sus capacidades digitales, hacerse con nuevas herramientas y formas de comunicación, colaborar virtualmente, remodelar los procesos empresariales y conseguir resultados cuando la incertidumbre se interponía en su camino. Para muchos, la gestión a distancia supone un reto evidente en cuanto al seguimiento de las tareas, las lagunas de comunicación, los problemas de seguridad y otras cuestiones que deben abordar a diario.

Sin embargo, a medida que muchos entornos de trabajo evolucionan hacia el uso de modelos híbridos y siguen enfrentándose a nuevos retos, la capacidad de adaptación será una habilidad cada vez más necesaria para que los equipos y sus responsables tengan éxito. Esto incluye la necesidad de reaccionar rápidamente a los cambios externos y optimizar los procesos, aumentar la velocidad de los procedimientos de toma de decisiones, movilizar recursos para responder tanto a una amenaza como a una oportunidad, ser proactivo y abordar las incertidumbres.

"Las especies que sobreviven no son las más fuertes, ni las más rápidas, ni las más inteligentes; sino aquellas que se adaptan mejor al cambio”. Fuera quien fuera el autor, su significado sigue siendo válido y relevante para las empresas.

El factor humano seguirá creciendo en importancia

El éxito de la gestión de un equipo internacional está estrechamente ligado a las conexiones emocionales construidas sobre la base de la empatía, la capacidad de escuchar, comprender y proporcionar la ayuda necesaria. Generar confianza era difícil y requería mucho tiempo incluso antes de la pandemia, pero en medio de la actual falta de comunicación offline su valor se ha disparado. 

Los directivos que no prestan suficiente atención a la creación de un ambiente familiar entre sus equipos pueden tener dificultades para crear valores emocionales adicionales a la rutina diaria de las personas, o para inspirar, motivar y persuadir a sus empleados.

Al fin y al cabo, las estructuras y los procesos corporativos dependen de las personas. Quienes lideran el cambio deben sembrar y aprovechar la confianza entre los empleados. Gestionar las conexiones y crear equipos a distancia requerirá más tiempo y esfuerzo, pero el resultado merecerá la pena. 

La 'nueva normalidad' puede ser más acogedora e inclusiva para las profesionales

Las mujeres trabajadoras se vieron muy afectadas por la pandemia. Históricamente están sobrerrepresentadas en muchos de los sectores más afectados, como la hostelería, el comercio minorista y el entretenimiento. Además, durante el confinamiento muchas tuvieron que dejar sus trabajos para ocuparse de sus hijos y de las tareas domésticas no remuneradas.

Incluso las que trabajan en sectores más versátiles, como el de la tecnología, se enfrentaron a dificultades en su carrera. De acuerdo con el informe de Kaspersky 'Mujeres en TI, ¿en qué momento estamos? Evolución de las mujeres en la tecnología' el 41% de las mujeres españolas que trabajan en el sector tecnológico cree que los efectos de la COVID-19 han retrasado su progresión profesional. Al mismo tiempo, el estudio encontró un número similar de mujeres que piensan que la tan necesaria igualdad de género es más probable que se logre a través de estructuras de trabajo a distancia. 

De hecho, el trabajo a distancia y flexible, así como el cambio de enfoque de los reclutadores, que no se fijan ya tanto en los títulos como en las habilidades transferibles necesarias para el trabajo, tienen el potencial de beneficiar a las profesionales femeninas con conocimientos competitivos. 

Además, la idea de trabajar desde casa ha reducido la barrera de entrada para las mujeres que desean incorporarse a empresas con sede en otras ciudades e incluso países. Y para las empresas es más importante que nunca contratar y promocionar a personas capacitadas que beneficien a la empresa, con lo que los prejuicios y los sesgos disminuyen.  

Las empresas con visión de futuro prestarán más atención a la creación de equipos equilibrados en cuanto al género, ya que cada vez más investigaciones indican que la diversidad de género tiene un impacto positivo en el éxito financiero.  

Por ejemplo, un informe de McKinsey reveló que "las empresas que se encuentran en la parte más alta del ranking en cuanto a diversidad de género en los equipos ejecutivos tienen un 25% más de probabilidades de tener una rentabilidad superior a la media que las que presentan niveles más bajos". 

La ciberseguridad será aún más importante

El año 2020 ha demostrado que la digitalización es una parte integral de cualquier empresa de éxito, ya que todos hemos tenido que adaptarnos al trabajo a distancia y a realizar los procesos online. Pero lo más importante es que nos hemos acostumbrado a ello. También ha demostrado que las empresas que no se transformen digitalmente en la "nueva normalidad" pueden quedarse atrás y dejar de existir. Esto hará que las empresas sigan digitalizando todo lo que puedan, para hacer el trabajo más eficiente y resiliente. 

Sin embargo, a medida que las organizaciones se digitalizan más y más, se exponen a más amenazas. Durante la pandemia, los ciberdelincuentes aprovecharon el tiempo para seguir puliendo sus habilidades y probar nuevos métodos. Vimos un fuerte aumento de la ciberdelincuencia de todo tipo, desde el malware hasta las amenazas persistentes avanzadas (APT). Además, entraron en escena nuevos grupos de hackers y, con ellos, nuevos tipos de ataques. Y los ciberdelincuentes difícilmente disminuirán su actividad una vez que la pandemia haya terminado.

Teniendo esto en cuenta, cuanto más se digitalicen las empresas y organizaciones, mayor deberá será la atención a la ciberseguridad para poder utilizar y disfrutar plenamente de lo que aporta la tecnología. Esto incluye no sólo la inversión en soluciones de ciberseguridad, sino también la organización de una formación periódica en TI para los empleados, ya que los errores humanos se encuentran entre las principales razones del éxito de los ciberataques.