Ahorrar es posible... con las estrategias adecuadas

Cuando se es joven, solo preocupa el dinero cuando falta y esa preocupación lleva a decisiones equivocadas. Al llegar justo de dinero a fin de mes, se cae en la tentación de pensar que "nos pagan poco" o que "la vida es muy cara". Y, probablemente, sea verdad, pero esos pensamientos negativos no ayudan en nada. Lo que sí ayuda es pensar cómo solucionar el problema.

Actualmente, la sociedad se encuentra sumida en una crisis sanitaria que, lamentablemente, acarrea consecuencias económicas muy negativas. Muchos han perdido su trabajo o lo perderán en los próximos meses y es común ver como múltiples negocios se han visto obligados a echar el cierre permanentemente. La pandemia mundial ha traído consigo una nueva crisis económica y, una vez más, los más afectados son los millennials, que comenzaban a sacar la cabeza tras la última crisis iniciada en 2008. Años después, vuelven a enfrentarse a un periodo de gran incertidumbre.

 Ahorrar depende, en gran medida, de la actitud, el conocimiento y la valoración de las opciones existentes

En momentos de dificultad, el ahorro se convierte en un tema crucial, mucho más entre los jóvenes, que se preguntan por qué no haber empezado a ahorrar antes. Las excusas son infinitas. Los jóvenes piensan que el problema es externo, que depende de los gastos o ingresos, que no hay tiempo suficiente ni formación adecuada para invertir... Sin embargo, ahorrar depende, en gran medida, de la actitud, el conocimiento y la valoración de las opciones existentes.

Sí, se debe pensar en ahorrar cuanto antes y sí, se puede invertir y rentabilizar el dinero sin necesidad de grandes conocimientos financieros ni tiempo infinito para conocer y analizar las opciones. Además, siempre existe la opción de pedir ayuda profesional o automatizar las finanzas para olvidarse de preocupaciones, aunque eso es otro asunto.

Hay cinco claves a la hora de enfrentarse al ahorro cuando se es joven que se deben aplicar siempre que sea posible, no solo cuando el dinero se ha convertido en una preocupación:

1. Crear hábitos correctos: ahorrar no es solamente guardar dinero, sino crear los hábitos correctos que, en el futuro, ayudarán a que, incluso, una pequeña cantidad vaya creciendo mucho más rápido. Es necesario convertirse en gastadores conscientes, capaces de discernir, ordenar por prioridades y, sobre todo, de no gastar en lo que no podemos permitirnos.
2. Optar por el ahorro eficiente: el ahorro eficiente parte de la base de reducir los gastos con el mínimo esfuerzo posible. La estrategia es centrarse primero en los gastos grandes, para, al final, con un poco de esfuerzo, conseguir ahorrar mucho.
3. Planificar el ahorro: los más jóvenes piensan en el ahorro como algo que queda para los mayores o los más ricos. Sin embargo, vivir ahorrando no tiene que entrar en conflicto con disfrutar de la vida. Es esencial diferenciar entre los distintos destinos del ahorro (inversión, imprevistos, gastos diferidos), estudiar las posibilidades y decidir en cuál enfocarse. Al principio, es necesario centrarse en los gastos diferidos programados para un período corto, como un año, y en el fondo de imprevistos, cuando esos destinos estén cubiertos, puede pensarse en la inversión.
4. Automatizar el sistema para ahorrar siempre a principio de mes, no al final: podría resumirse esta recomendación en una frase: págate a ti primero. La clave está en, según la planificación del punto anterior, separar automáticamente el porcentaje acordado de dinero al principio de mes para asegurarse de que se ahorra o se invierte adecuadamente. De esta manera, cuando llegue el momento de hacer grandes desembolsos, no será a costa del equilibrio económico ni de la calidad de vida y será posible seguir viviendo igual que siempre, sin la preocupación de llegar a fin de mes.
5. Elegir un buen banco: esta puede ser una decisión más relevante que elegir un coche o una casa. La mayor parte de los jóvenes escogen “el banco de sus padres”, “el más próximo al trabajo" o cualquier otro con un criterio que no siempre responde a razones de gestión. Y mantienen esa elección sin reevaluarla periódicamente. A la hora de contratar un banco se ha de ser consciente de las implicaciones que esto conlleva. Si se analiza bien, es posible encontrar bancos y neobancos sin comisiones, accesibles y operativos desde cualquier parte del mundo, con cajeros en cualquier ciudad y con una oferta de rentabilidad alta que permita maximizar el ahorro.

El ahorro eficiente parte de reducir los gastos con el mínimo esfuerzo: centrarse primero en los gastos grandes, para, al final, conseguir ahorrar mucho.

Interiorizar estas claves es esencial para poder aplicarlas en cuanto nos sea posible. Decidir en función de ellas es la base de un ahorro inteligente y productivo.