El verano también es una buena época para ahorrar

*Andrea Carreras-Candi es directora de EFPA España

Llegan las ansiadas vacaciones, el momento de tomarnos un respiro, pasar más tiempo con la familia y amigos, hacer turismo y también un buen momento para planificar con calma nuestros próximos planes de vida. Pero antes del merecido descanso, también merece la pena pararnos un momento a pensar cómo podemos disfrutar de las vacaciones sin que nos suponga un roto para nuestros bolsillos. El objetivo: disfrutar al máximo sin hipotecarnos en los próximos meses. 

El primer consejo que conviene cumplir es evitar endeudarse en exceso para costear las vacaciones. Las tarjetas de crédito y otras fórmulas como los créditos rápidos conllevan una serie de obligaciones en el largo plazo que nos pueden provocar más de un dolor de cabeza. De ahí que una buena opción es crear un plan de ahorro unos meses antes, para reservar una pequeña cantidad periódica, aunque sea casi simbólica, para ir acumulando un ahorro que nos ayude a sufragar las vacaciones.  

Una vez que hayamos decidido nuestro destino vacacional, estaría bien realizar un cálculo de todos los gastos que vayamos a afrontar, desde el coste del desplazamiento, hasta el gasto del alojamiento, pasando por la manutención y los gastos fijos diarios. Conviene comparar diferentes alternativas de alojamiento para encontrar la más competitiva y que mejor se adapte a nuestras necesidades. Dedicar algo de tiempo en ese proceso de búsqueda reducirá de manera considerable el coste de nuestro viaje. No obstante, siempre hay que estar muy atentos a las comisiones, recargos o gastos de servicios que muchas veces se esconden detrás de ofertas que se presentan como auténticos ‘chollos’. Una vez que hayamos llegado a nuestro destino vacacional, limitar nuestro presupuesto diario será una buena forma de evitar el despilfarro y gastar mucho más de lo que nos podemos permitir.

Si viajas al extranjero, no te olvides de consultar con tu entidad las condiciones de tus tarjetas de crédito y débito y los acuerdos con entidades locales. Y si en tu destino utilizan una divisa diferente al euro, es conveniente viajar con la divisa local en el bolsillo y evitar lo posible transacciones con bancos u oficinas de cambio del país. De todas formas, no olvides infórmate antes de los tipos de cambio frente al euro y las variaciones.  En definitiva, la clave es planificar bien los gastos, calcular hasta dónde nos podemos permitir y dedicar un poco de tiempo a comparar opciones de alojamiento, actividades recreativas… 

Después de las vacaciones, no debemos bajar la guardia y será un buen momento para hacer borrón y cuenta nueva, planificar nuestras finanzas, analizando qué gastos mensuales podemos evitar y revisando los productos de ahorro que tenemos contratados, con la ayuda de un asesor financiero cualificado que nos pueda ayudar a resolver nuestras dudas. En el entorno actual de tipos bajos y volatilidad en los mercados, los fondos de inversión pueden ser un buen vehículo con el que rentabilizar nuestro dinero en el largo plazo, por su diversificación, seguridad, ventajas fiscales y gestión profesional. Como último consejo, no olvides acordarte del ahorro para la jubilación, cuanto antes empecemos a ahorrar, menor será el esfuerzo en el futuro y mejores nuestras condiciones económicas que disfrutar al máximo tras muchos años de trabajo.