LOS JÓVENES Y LAS PANTALLAS

La brecha de género en tecnología: la confianza tecnológica es la clave para cerrarla

La brecha de género se encuentra en muchos aspectos de nuestro día a día. La tecnología no es una excepción. Los jóvenes hombres de entre 15 y 29 años consideran que tienen más competencias digitales que lo que consideran las mujeres. Un problema, ya que la confianza hace progresar y formarte para el empleo del futuro.

Los jóvenes hombres de entre 15 y 29 años consideran que tienen más competencias digitales que lo que consideran las mujeres

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Marta Gracia

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Los jóvenes españoles tienen un grado de conocimiento tecnológico alto. O por lo menos esa es su percepción. El colectivo entre 15 y 29 años considera que tiene más habilidades tecnológicas que sus mayores, es decir, que sus padres y/o profesores. El 71,4% de los jóvenes se considera más habilidoso que sus padres, según el informe “De puertas adentro de pantallas afuera. Jóvenes en el confinamiento”, realizado por FAD y el Centro Reina Sofía.

La brecha generacional es algo lógico, ya que son los jóvenes los que pasan más tiempo delante de la pantalla de un ordenador, de un móvil o de una consola. El estudio también hace hincapié en la brecha de género, ya que los hombres de entre 15 y 29 años consideran que tienen más competencias digitales que lo que consideran las mujeres de la misma edad. 

Las mujeres sienten que son mucho más o algo más habilidosas que sus padres o madres. El 74,8% de las jóvenes consideran que tienen más competencias que sus progenitores, frente al 67,9% de los hombres. En referencia a profesores y/o empleadores, el porcentaje está igualado, el 55,9% de las mujeres se consideran por encima en competencias frente al 55,5% de los hombres. Pero la gran diferencia llega cuando hay que compararse con tus amigos y gente de tu edad. 

El 38,3% de las mujeres jóvenes considera que tiene más habilidades tecnológicas que sus amigos, mientras que en el caso de los hombres el porcentaje aumenta hasta el 47,5%. Por lo que respecta a compararse con la gente de su edad, el 33,1% de las mujeres considera que tiene más competencias en este sector, mientras que entre los hombres el porcentaje aumenta hasta el 41,3%.

Anna Sanmartín, subdirectora del Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud, explica que esta brecha de género se ve con el uso de los jóvenes hombres en las consolas, porque ven más contenidos para ellos. “Esto hace que digitalmente estén siempre por delante, porque tienen más confianza tecnológica, que es importante para los puestos de futuro”, apunta Sanmartín.

La encuesta apunta que los hombres y aquellos encuadrados en la clase alta o media alta son los que destacan en la percepción de mayores habilidades que sus compañeros generacionales o incluso que sus amigos más cercanos. Por otro lado, las mujeres parecen más inclinadas que ellos a preguntar dudas sobre TIC, por lo menos a amigos o familiares, mientras que los hombres son algo más favorables a consultar libros o documentación. 

LA CONFIANZA ES FUNDAMENTAL

Los jóvenes tienen una mirada crítica acerca de la cantidad de tiempo que utilizan en internet y en las redes sociales. Según el informe, un 47,3% declara que pasa mucho más tiempo en internet del que debería y un 33,5% algo más. Sumados, más del 88%. Aquí vuelve a haber diferencias por sexo. Las mujeres tienen mucho más acentuada esa sensación de sobrepasar el límite que ellos, tanto en internet como, especialmente, en redes sociales.

Sanmartín explica que la mayor confianza de los chicos afecta al aprovechamiento tecnológico. “Que los hombres jóvenes a estas edades se identifiquen como más competentes digitalmente tiene que ver con cómo se relacionan cotidianamente con la tecnología”, comenta la subdirectora del Centro Reina Sofía. Tal y como explica que “cacharreen” más con los dispositivos “les da más familiaridad con la tecnología”. Esta familiaridad supone una brecha importante “porque hace que se puedan identificar con más profesiones tecnológicas”. 

Anna Sanmartín lo tiene claro: tener más confianza con la tecnología es “fundamental” para hacerla cotidiana. “Es aquí cuando nace un gap importante. Es una brecha que hay que mirar y que es más sutil y más cualitativa”, puntualiza. 

Existe una importante heterogeneidad dentro del colectivo juvenil; por un lado, 4 de cada 10 jóvenes se siente menos habilidoso que sus amigos, siendo los niveles de competencia auto-percibida menores en el caso de las mujeres, lo que incide en el argumento de que la brecha de género tiene que ver tanto con el nivel real de competencias, asentadas en procesos diferenciales de socialización digital, como en la autopercepción y confianza para desenvolverse con las TIC. 

LOS JÓVENES, AUTODIDACTAS

El estudio también se centra en las fuentes de alfabetización digital, esto es, los medios utilizados por los y las jóvenes para solucionar problemas relacionados con la tecnología e incrementar su nivel de competencias digitales. Particularmente, destaca la capacitación de tipo individual a través de la búsqueda de información online (53%) y el aprendizaje probando y aprendiendo de los errores (46,5%). A continuación, el informe revela las formas de alfabetización mediadas socialmente, destacando el apoyo social de los amigos y conocidos (33%) por encima de los familiares (21%) y profesores (10%). 

Los y las jóvenes, en gran medida, han encarnado la figura del mediador experto, apoyando y solucionando los problemas y dificultades relacionadas con la tecnología dentro de su entorno familiar, el 72,4% de los jóvenes. Estas formas de intercambio de conocimiento intergeneracionales han sido sumamente importantes durante el confinamiento, constituyendo un mecanismo de transmisión de competencias de abajo a arriba desde los y las jóvenes hacia sus progenitores y abuelos, permitiendo la inclusión digital de aquellas personas más reacias a incorporarse al uso de las TIC.