CADENA DE BLOQUES

El blockchain toma posiciones en la desescalada y la recuperación económica

La tecnología de cadena de bloques, que venía avanzando paulatinamente antes de la pandemia, tiene ahora una oportunidad de oro para mostrar todas sus virtudes, en un escenario en el que la digitalización de empresas y administraciones ha subido de marcha

La tecnología de cadena de bloques, que venía avanzando paulatinamente antes de la pandemia, tiene ahora una oportunidad de oro para mostrar todas sus virtudes, en un escenario en el que la digitalización de empresas y administraciones ha subido de marcha.

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Fran Leal

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La tecnología está desempeñando un papel fundamental en estos meses de pandemia. Es una realidad que, a medida que avanzan las semanas, surgen cada día nuevos proyectos que, basados en la tecnología, persiguen una mejor gestión de la información y los datos de cara a un mayor control del virus, una desescalada más segura y una recuperación económica temprana y fuerte.

En este sentido, una de las tecnologías que van ganando terreno es el blockchain que, si bien suele relacionarse casi exclusivamente al universo cripto, lo cierto es que su aplicabilidad se extiende ya a múltiples sectores y está jugando un rol importante en estos tiempos.

Arma para combatir el COVID-19

Una de las bondades que muestra la tecnología de cadena de bloques es la eficacia en el combate contra el coronavirus, ya que, como apunta Raúl Jaime Maestre, director del Máster en Blockchain de IEBS Business School, “la trazabilidad que permite puede contribuir a optimizar la gestión en el seguimiento del suministro de medicamentos, la gestión de datos médicos, el asesoramiento a los ciudadanos o la identificación de los síntomas de la infección”. 

Además, supone un elemento de verificación de la información de primer orden. Como sostiene Daniel Díez, profesor del PE en Blockchain del Instituto de Estudios Bursátiles (IEB), para evitar la importación de material médico falsificado o que no cuente con los estándares requeridos, “la función de sello temporal nos permite tener una mayor disponibilidad de la información y mayor certidumbre sobre su veracidad”.

Pero el COVID-19 no solo ha supuesto una crisis sanitaria a nivel planetario, sino que ha derivado en una económica. Y ahí, tanto organismos públicos como empresas “se han visto obligados a buscar soluciones alternativas que pudieran ejecutar y validar procesos de la forma más eficiente y automatizada”, subraya Raúl López, Country Manager de Coinmotion. Un buen ejemplo es el de TramitApp, el software de recursos humanos y control horario que, tal y como nos explica su Head of Technology, Product & Marketing, Pablo Caselas, “utilizamos la tecnología blockchain en nuestro sistema de firma electrónica, función con la que hemos ayudado a muchas empresas a comunicar y gestionar ERTEs, recontrataciones o acuerdos de teletrabajo”.

Aplicación en múltiples sectores

El coronavirus, además de hacer estragos entre la población y la economía a nivel global, ha puesto de relieve deficiencias en el ámbito de la “comunicación, coordinación y gestión de la información relacionada con el virus entre instituciones, países y compañías de todo el mundo”, defiende López.

Y ante este panorama, han surgido proyectos con el blockchain como solución. Uno de ellos es MiPasa, un centro blockchain sobre el coronavirus respaldado por importantes actores como la OMS, IBM, Hacera, Microsoft u Oracle, que permite la creación de “un mapa de la infección mediante la información aportada por profesionales de la salud sobre el tiempo y la localización exacta de cada infección que registran”, puntualiza López. Así, según asevera, gracias al blockchain y la inteligencia artificial, “el análisis y la monitorización de estos datos permitirá prever tendencias en las epidemias en determinados niveles”.

Del mismo modo, también en relación con el ámbito sanitario, como nos cuenta Maestre, esta tecnología la podemos encontrar en el seguimiento de las donaciones, aportando transparencia en la recaudación de fondos para la lucha contra el virus: “Permite a los donantes ver dónde se necesitan los fondos con mayor urgencia y rastrear sus donaciones en cada etapa”, asegura. Al fin y al cabo, lo que se produce es un proceso de verificación “de que su dinero ha sido recibido en los hospitales como material médico”. 

Sin embargo, su utilidad no se circunscribe al sector sanitario, pues ya venía ganando protagonismo en un gran abanico de actividades. Para Ángel Luis Quesada, CEO de Onyze, uno de los sectores donde se ha visto mucho más interés es en el financiero. De hecho, “tanto bancos como fintech están viendo la necesidad de trabajar con activos digitales como alternativas de financiación”, sostiene. En este sentido, Caselas añade el sector legal, que junto al financiero son los más avanzados en la implantación de soluciones blockchain, “ya que mejora la transparencia y la seguridad de las transacciones”.

Pero lo cierto es que los avances se van viendo en prácticamente todos los sectores, como en el del turismo que, siendo uno de los más golpeados por la actual crisis, “también está viendo alternativas sobre blockchain para reducir costes, procesos y, sobre todo, contacto con los clientes finales”, añade Quesada. 

Por su parte, Mariano Torrecilla, profesor en el máster de IEBS, resalta también que “estamos viendo cosas muy interesantes en la trazabilidad logística y transporte con la gestión de contratos y cargas, de la misma manera que conocemos proyectos en suministros de construcción, certificación de origen, venta y gestión de consumos de energía”. Como vemos, raro es el sector que no esté buscando soluciones basadas en blockchain pero, ¿qué futuro le espera a esta tecnología?

Al respecto, la opinión más compartida por los expertos apunta a un avance indudable, aunque este no será radical. Más bien, se irá afianzando en empresas y administraciones, aprovechando estos momentos en los que la digitalización se ha tornado en obligación de cara a ahorrar costes y eliminar intermediarios. Como ocurre con toda tecnología, las proyecciones son difíciles de formular, pero la pandemia ha demostrado el determinante papel que puede tener la tecnología, no solo para el control y la gestión del propio virus, sino para afrontar la recuperación económica.