TECNOLOGÍA PARA MAYORES

Esta startup española ha creado un asistente virtual para vigilar la salud de los mayores

Con Tucuvi el paciente solo tiene que descolgar el teléfono y responder a las preguntas que el cuidador virtual le va formulando, hablando de manera natural. 

Con Tucuvi el paciente solo tiene que descolgar el teléfono y responder a las preguntas que el cuidador virtual le va formulando, hablando de manera natural.

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tucuvi / economia

Alberto Payo

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Los mayores son la población de mayor riesgo frente al coronavirus, sobre todo cuando cuentan con patologías previas. La mayor parte de los fallecimientos que está ocasionando el COVID-19 son de la Tercera Edad.

En estas semanas de cuarentena es fundamental que los ancianos no salgan de su domicilio, y si lo hacen, que sea para lo indispensable y el menor número de veces posible. Muchos hijos y nietos pueden sentir impotencia al no poder verlos y no poder saber si están bien, más allá de lo que les cuentan por teléfono. 

¿Cómo asegurarse de que gozan de buena salud? ¿Cómo saber que están tomando su medicación? ¿Es posible que tengan un seguimiento médico pese a la saturación que tienen los servicios de salud? Una startup española permite monitorizar su estado mediante inteligencia artificial. 

Tucuvi es un cuidador virtual orientado al sector sociosanitario y a los mayores. La tecnología efectúa llamadas de teléfono personalizadas a los usuarios y mantiene conversaciones con ellos. La IA puede mantener diálogos referentes a su medicación, síntomas, buenos hábitos, bienestar general y hasta sus cuidadores. La idea es no solo recoger datos cuantitativos, sino también cualitativos. “La persona mayor simplemente debe descolgar el teléfono, fijo o móvil, y comenzar a hablar con el asistente”, cuenta para BYZness la CEO y fundadora de la startup, María González Manso. La herramienta incluso puede invitarles a realizar ejercicios de estimulación cognitiva. 

“Tucuvi trabaja con empresas que ya prestan servicios asistenciales a esta población, como hospitales, empresas de teleasistencia y asistencia domiciliaria, aseguradoras de salud o asociaciones de pacientes. Por tanto, son los profesionales sociosanitarios de estas empresas los que eligen qué tipo de llamadas realizar a cada uno de sus usuarios, y con los que después compartimos el análisis de las conversaciones para que puedan actuar ellos personalmente si lo consideran necesario”, explica la emprendedora. Cada empresa puede personalizar las preguntas como quiera. 

Muchos mayores no llevan muy bien o no se aclaran a la hora hablar con un contestador automático cuando llaman a un servicio de atención al cliente. ¿No puede ocurrirles algo similar al usar Tucuvi? ¿No puede ser un hándicap para ellos? González aclara que Tucuvi no es un IVR (Interactive Voice Response), es decir, que los usuarios no tienen que pulsar las teclas numéricas para decir Sí o No o acceder a distintas opciones. “Es un asistente virtual inteligente. La inteligencia artificial permite que puedan hablar en lenguaje natural, como ellos se expresan normalmente, y Tucuvi les entiende y responde en consecuencia”, apostilla.

En cuanto a los ancianos “todos saben que no están hablando con una persona real, pero que tampoco es un contestador. Al iniciar el seguimiento por llamadas, se les explica cómo va a ser y se les pone un ejemplo de llamada. Así saben qué tipo de preguntas se les van a hacer, y se les insiste en que pueden contestar de manera natural, no como si fuera un contestador”. Además, la CEO de Tucuvi aclara que si hay algo que se sale del protocolo de llamada original se les hace llegar a sus responsables de cuidado y estos pueden ayudarles de manera personal. 

Pensando en los mayores sin tener en cuenta a los mayores

María González tuvo la idea para su startup cuando trabajaba en una multinacional de dispositivos médicos. En este entorno se percató de que gran parte de la innovación en monitorización continua se creaba para gente joven, pero las soluciones orientadas a la población mayor continuaban siendo “las de 30 años atrás”. Por eso decidió crear una solución que garantizase que todos los mayores pudieran disfrutar también de “un seguimiento continuo de su salud desde su propio hogar y beneficiarse de la tecnología igual que el resto de nosotros”.

Hasta ahora la compañía se ha financiado con fondos propios de sus fundadores y sus primeros clientes, además de con los premios que han recibido en los últimos meses. La startup ha participado en varios programas de incubación, entre los que se encuentran Lazarus de Eurocaja Rural, Citizen Bootcamp de Deusto Business School y HealthStart de la Fundación para el conocimiento de Madr+d. Actualmente también están siendo apoyados por Open Future de Telefónica. El mes que viene esperan cerrar su primera ronda de financiación.

Tucuvi tiene un precio variable dependiendo de los módulos de las llamadas a realizar, frecuencia y volumen de usuarios. Cuentan con rangos que van desde 0,5 euros usuarios al mes hasta 10 euros. No obstante, la emprendedora asegura que se amoldan a las necesidades específicas de cada empresa o centro. Para el usuario final cada llamada no tendría ningún coste.  

La crisis, una oportunidad

No cabe duda de que las empresas de telemedicina y ehealth están siendo de suma importancia ante todas las necesidades asistenciales que está ocasionando el coronavirus y el estado de alarma. “Es en estos momentos cuando más podemos ayudar. Por eso estamos trabajando en un módulo de conversación de seguimiento de síntomas para personas mayores en su hogar, especializado en personas con y sin patologías previas”, revela María. 

La fundadora de Tucuvi también cuenta que están trabajando en un módulo para identificar a aquellas personas mayores que, debido a la reducción de ayuda domiciliaria de sus cuidadores habituales, requieren de apoyo con situaciones específicas como hacer la compra, comidas, medicación o limpieza. “Mediante las conversaciones, podemos informar a servicios sociales de qué necesidades tiene cada persona para que puedan prestar una atención individualizada y optimizar los recursos que tienen disponibles, y así, que todas ellas tengan los cuidados que necesitan”. 

Para esta emprendedora durante los días de cuarentena la ehealth está demostrando “todo su potencial y lo imprescindible que puede llegar a ser. Ya no es una opción ofrecer o no telemedicina”. Cree que “en cuanto pase el temporal, todos los proveedores de salud, privados y públicos, van a incluir en su portfolio soluciones de ehealth y monitorización y va a cambiar radicalmente la experiencia de cómo consumimos la sanidad”.