entrevista al ceo de visualeo

Pedro Martín: "Quiero que Visualeo se use como un commodity que ayude a verificar cosas y a decir la verdad"

La gig economy o economía de las pequeñas tareas se refiere a aquellos trabajos que se pueden desarrollar de forma rápida. Son cuestiones puntuales, específicas, que no requieren mucho tiempo de ejecución. En este concepto se basó Pedro Martín, fundador y CEO de Visualeo, para desarrollar su startup.

Entrevistamos al CEO y fundador de Visualeo, la app que con tecnología blockchain convierte las fotografías y vídeos en documentos legales válidos.

App Visualeo

App Visualeo / economia

María Refojos

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La gig economy o economía de las pequeñas tareas se refiere a aquellos trabajos que se pueden desarrollar de forma rápida. Son cuestiones puntuales, específicas, que no requieren mucho tiempo de ejecución. En este concepto se basó Pedro Martín, fundador y CEO de Visualeo, para desarrollar su startup.

La idea de negocio se le ocurrió durante un viaje de reseteo laboral. Había acabado un proyecto y decidió hacer la maleta y marcharse un año a Estados Unidos. Se llevó a su familia a San Francisco y allí es donde se le aparecieron las musas. En menos de dos años ha desarrollado esta app que utiliza blockchain para dotar de validez legal las fotografías y videos que se recogen a través de esta herramienta digital. 

Cuando un usuario saca una fotografía a través de Visualeo, la aplicación genera un informe de verificación visual que demuestra que la imagen se ha tomado en una fecha, hora y lugar determinado. Las características que aporta esta tecnología permite que estos informes, con toda la información que contienen, sean considerados documentos legales válidos.

Es más sencillo de entender si pensamos, por ejemplo, en un caso de uso. Al ir a recoger un coche de alquiler vemos que está rayado, pero en la documentación pone que está todo perfecto, de forma que lo más probable es que cuando vayamos a devolverlo nos responsabilicen de los desperfectos y nos hagan abonar la fianza o franquicia que hayamos contratado. Si hacemos fotografías con la app de Visualeo, tendremos una prueba legal con la que certificar que, el día y hora en que recogimos el coche, ya estaba así. 

Lanzáis Visualeo en 2018, tras una estancia en EEUU. ¿Cómo surge el proyecto? 

Allí fue donde me familiaricé con la gig economy y muchas startups que estaban surgiendo, como Task Rabbit o Uber, y vi la oportunidad de un proyecto como Visualeo. La ideación surgió en EEUU, pero nos teníamos que volver a España, así que la montamos aquí. 

¿El concepto inicial era el mismo o fue evolucionando al traerlo a España? 

En EEUU vi varias ideas similares y me empapé de ellas, también como usuario. Pero lo que hicimos fue adaptar el modelo de negocio, que es multisectorial, a una mentalidad más europea. 

¿Qué particularidades os encontrasteis en el mercado español? 

Lo que vi es que para tareas muy sencillas pero muy deslocalizadas, una empresa tiene que invertir mucho tiempo y muchos recursos. Por ejemplo, para hacer una verificación de un producto en un lugar concreto, a lo mejor sí se puede hacer desde el lugar de trabajo. Pero cuando supone un desplazamiento, se está invirtiendo tiempo y recursos. 

¿Cómo funciona la app?

El negocio de Visualeo es de dos tipos. Por un lado es B2B: para empresas como pueden ser aseguradoras o inmobiliarias, que nos hacen peticiones porque necesitan saber el estado de un producto o una propiedad. Este formato es de pago por uso: ellos nos retribuyen por el servicio.

Y por otro lado, está la parte B2C, que estamos investigando porque hemos visto que funciona muy bien. Hemos dado con un caso de uso de blockchain del que no hay muchos y con una tecnología que es muy sencilla y a la vez puede ser muy útil. Estamos terminando la app para iOS pero ya está disponible en Android. Es gratuita con límite de cuatro fotos y un vídeo: así vamos recibiendo ya feedback y podemos ir desarrollando y mejorando. 

Me gustaría que se convirtiese es una herramienta que la gente usa cada vez que coje un patinete, una bici, un coche de alquiler... Que digan, "uso Visualeo porque quiero asegurarme del estado de este producto". Quiero que Visualeo se use como un commodity que ayude a la gente a verificar y a decir la verdad. Es decir, queremos empoderar a la gente con una herramienta que pueda demostrar cosas y que pueda agilizar la resolución de problemas. 

Queremos empoderar a la gente con una herramienta que pueda demostrar cosas y agilizar la resolución de problemas"

Habláis de la figura del ‘verificador’ como una opción profesional. ¿En qué consiste? 

Tenemos una red de personas de distintos perfiles y que están en distintos lugares de España. Cuando quieres verificar el estado de un producto o de una propiedad, ellos se acercan y pueden hacer una foto o una gestión sencilla que no requiere pertenecer a una categoría profesional concreta sino simplemente la disponibilidad de estar ahí. 

Por ejemplo, un coche ha tenido un golpecito de nada y está en tal sitio; mandas un perito para allá y son solo unos rayones. A lo mejor simplemente con unas fotos hubiera bastado… Visualeo puede hacer también de tercero de confianza: no es el del taller ni el dueño del coche ni el del seguro; no gana ni pierde.  

¿Cuál es la vinculación laboral de los 'verificadores' con Visualeo?

No tienen ninguna vinculación a Visualeo. Se firma un contrato de colaboración: ellos definen su radio de acción y también su disponibilidad. En función de esta información, nosotros proponemos trabajos y ellos deciden si lo aceptan o no. Es una labor de economía de pequeñas tareas o misiones. 

¿Y cuál es su retribución?

Visualeo cobra un porcentaje a la empresa y ellos se llevan una parte, que va variando en función del tipo de tarea y de la dificultad que conlleva. De media, un verificador puede ganar entre 15 y 20 euros por una tarea de unos 15 minutos.    

De media, un verificador puede ganar entre 15 y 20 euros por una tarea de unos 15 minutos"

Contáis actualmente con 300 ‘verificadores’ ubicados en toda España y os habéis marcado como objetivo llegar a los 2.000 en 2020. En una meta ambiciosa, ¿cómo planteáis alcanzarla?

Dependemos de la oferta y demanda: ya sabemos cuánto tardamos en captar un verificador y formarlo, pero no queremos que no haya trabajo para ellos. Nos ponemos objetivos porque son necesarios para el modelo de negocio, pero dependemos de que haya empresas interesadas. 

Para llegar hasta los 300 nos han servido el boca oído, también los premios que hemos recibido o las menciones en medios. 

¿El ‘verificador’ entra en conflicto con las figuras del tasador y del notario o son complementarios?

Nosotros o complementamos el trabajo del tasador, o en muchos casos el propio verificador es un tasador. y también es complementaria para un notario. De momento lo que hemos conseguido es que Visualeo funcione como prueba legal, pero es complementario. Somos prudentes porque estos trabajos son importantes, por supuesto. A nosotros lo que nos gustaría es aportar nuestro granito de arena con una herramienta que pudiese ayudar a este trabajo.  

¿A qué empresas estáis proporcionando estos servicios? 

Empezamos con el sector seguros para complementar el peritaje y también con el sector inmobiliario por el tema de las propiedades, que muchas veces no sabes en qué estado están, etc. Estos son nuestros principales sectores, con los que estamos evolucionando y creciendo. 

Y estamos haciendo casos de uso para otros sectores, como puede ser por ejemplo en la exportación: para dar forma a las incidencias en la entrega de contenedores, por ejemplo. Y estamos investigando también casos de uso para temas de mistery shopping, de ingeniería de obras, etc. 

También estamos hablando con varios ayuntamientos, como en Madrid o Córdoba, aunque las conversaciones aquí van un poco más despacio. Pero sí notas que hay interés.

Empleáis tecnología blockchain para generar una prueba jurídica de cada imagen o vídeo. ¿De qué forma se aplican las características de las cadenas de bloques? 

Pensamos que podíamos aplicar blockchain a la solución tecnológica. Lo que hacemos es crear una evidencia digital: cuando una persona llega a un sitio, el verificador utiliza aplicación para sacar fotografías y así se demuestra que has estado en esa fecha, a esa hora y en ese lugar. La información se encripta y queda registrado en la cadena de bloques. 

A día de hoy no necesitamos smart contracts muy complejos porque los casos de uso que estamos viendo requieren simplemente certificar. Como cuando vamos a un notario para que nos den fe de algo: el notario no hace más que certificar. Nosotros hacemos lo mismo pero con el móvil y la herramienta de Visualeo. 

En el futuro nos gustaría ampliar esta cadena. Seguimos con el ejemplo del coche: si nuestra aplicación tiene un sistema que con las fotografías e Inteligencia Artificial puede detectar que se han roto los cristales delantero y trasero, se puede generar un smart contract que vaya haciendo los encargos al taller para que el coche, cuando llegue, ya tenga los repuestos preparados y se pueda hacer la reparación más rápido.   

Teniendo en cuenta las lagunas legales que existen todavía en España con respecto al blockchain, ¿la validez jurídica de los documentos que generamos con Visualeo está garantizada? Es decir, ¿van a ser válidos ante un juez o un funcionario de la Administración, por ejemplo?

Lo que decidí es acudir a un despacho de abogados tecnológico para cerciorarme de que era posible. Ellos elaboraron el documento en el que se explica qué pasaría si utilizamos los documentos de Visualeo como prueba legal; expone la casuística. 

Ellos confirmaron que sí se puede emplear Visualeo como prueba legal. En teoría tendría la misma prueba que un documento del tipo tecnológico, como sería un burofax, por ejemplo. 

Si bien es cierto que las cadenas de bloques son prácticamente impenetrables, existen amenazas. McAfee señala en un informe reciente que “los usuarios particulares de tecnología blockchain son los objetivos más fáciles”, ¿estarán protegidos nuestros documentos? 

Nosotros no volcamos toda la información en la blockchain. Tenemos nuestros servidores con toda la información protegida. Lo que nosotros generamos con la app son hashes criptográficos de cada foto y eso es lo que se queda en la blockchain. Nadie puede coger la información: solo el propietario puede ver que ese hash pertenece a esa fotografía. Esto es lo que publicamos, lo que se puede contrastar que está hecho en esa fecha, y que incluso si se ha manipulado la fotografía cambia el hash y la criptografía, por lo que se puede detectar cualquier falsificación. 

Habláis de captar la imagen o el vídeo a través de la aplicación Visualeo. ¿No podemos utilizar una imagen o un vídeo que ya tengamos en el teléfono?

No, deben tomarse a través de la aplicación. Tampoco puede utilizarse una cámara de fotos: solo se puede usar Visualeo desde el móvil por ahora porque es necesaria la geolocalización y una conexión a internet 3G o 4G.