TRANSFORMACIÓN DIGITAL

Así afrontan la transformación digital las empresas energéticas

La automatización, la posición hegemónica del dato, junto a la sensorización de plantas y redes de distribución, las principales tendencias en el sector.

La automatización, la posición hegemónica del dato, junto a la sensorización de plantas y redes de distribución, las principales tendencias en el sector

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Fran Leal

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Cuesta encontrar un sector económico que no esté inmerso en un proceso de transformación de calado debido a la revolución tecnológica. El energético no es una excepción y se halla en una etapa de optimización de procesos y ahorro de costes operacionales, apoyado en la innovación tecnológica.

Desde Appian, compañía que ofrece una plataforma de desarrollo de software low-code para automatizar de forma inteligente aplicaciones de negocio, han señalado las 5 grandes tendencias dentro de este proceso de transformación digital en el sector energético.

1. Exprimir al máximo la tecnología

Las nuevas oportunidades que presenta la innovación digital están relacionadas con la rapidez, la inteligencia de los procesos y la conectividad. De hecho, la transversalidad de las novedades alcanza tanto la forma de operar de las compañías, como el servicio al cliente o la relación con los socios en toda la cadena de valor.

Concretamente, destaca la posibilidad de automatizar procesos, crear apps que atajen la productividad o mejorar las comunicaciones y la visibilidad de proyectos y activos.

2. Automatización Robótica de Procesos (RPA)

La robótica, la inteligencia artificial y el machine learning conllevan un proceso de automatización de los puestos de trabajo más repetitivos y de baja cualificación, con lo que, gracias a la RPA, se logra mejorar los niveles de eficiencia y calidad.

Según Appian, esta automatización lleva asociado un ahorro de entre un 20 y un 40 por ciento y, citando a McKinsey, hoy día podrían ser automatizadas ya el 45 por ciento de las actividades laborales.

El director general de Appian Iberia, Miguel González, resalta precisamente que “uno de los grandes valores de la automatización es que se ocupa de las tareas más tediosas para liberar a los trabajadores y puedan centrarse en otras labores que añaden más valor a la compañía”.

En su opinión, y gracias a la automatización, los procesos del negocio se verán beneficiados, tanto desde el punto de vista de la reducción de costes como del aumento de la productividad. Además, también se verá una mejora en el área del cumplimiento y gestión de riesgos, así como el seguimiento de los proyectos, facilitando la adherencia a los estándares y requisitos.

3. Datos e Internet de las cosas (IoT)

Como en todo sector que se precie, en el energético también ocupa un lugar prominente el dato. A través del IoT, y gracias a la sensorización, una explotación pertinente del dato revierte directamente en la toma de decisiones y la seguridad.

No solo se aprovecha a posteriori, sino que permite responder a determinadas circunstancias, de la mano de sensores o notificaciones. Con ello, se verían beneficiadas la rapidez en los procesos, la comunicación interna y la gestión y reducción de los riesgos, tanto en las propias plantas como en las smart homes.

Al respecto, Mariano Jaquotot, responsable de Energía y Utilities de Appian Iberia, puntualiza que, aunque el dato siempre ha estado ahí y la información crece de la mano de una mayor y mejor sensorización, “lo que ha dado un salto significativo es la conectividad y la disponibilidad de la información. Ahora es más accesible y está estructurada de forma que es más sencillo explotarla”.

En el contexto de las plantas de las compañías, Jaquotot afirma que “ahora es posible tratar información de maquinaria por parte de cualquier operario en tiempo real”. Gracias a ello, según nos cuenta, “se mejora el mantenimiento preventivo y el tiempo de actuación desde que se detecta cualquier anomalía”. Para aprovechar al máximo estas ventajas es fundamental “dotar a los operarios de la planta de tecnología que les permita estar en sintonía con la maquinaria, además de trazar y documentar toda la actividad llevada a cabo”, sostiene Jaquotot.

Esta sensorización también se ha llevado a la distribución y, aunque “los retos superados en planta también lo están en distribución, la conectividad, las distancias, los trabajos en exteriores o el acceso a materiales son las grandes oportunidades de mejora”, concreta.

4. Plataformas low-code

Estas plataformas permiten acelerar los procesos, reduciendo tiempos de espera. Desde Appian afirman que están cambiando las reglas del juego en el sector, impactando tanto en la mejora de operaciones, como en el cumplimiento de las regulaciones o la transformación del servicio al cliente.

Más concretamente, González expone que “las herramientas y funcionalidades que permite el low-code facilitan y promueven que cualquier empleado implicado en la gestión comercial o que encuentre un fallo tenga la capacidad de crear, por sí mismo, una aplicación que le ayude a enfrentarse y resolver esa situación, reduciendo al mínimo el desarrollo de código de programación de forma manual, porque ya viene construido y preconfigurado”.

Estas aplicaciones accesibles “suponen un incremento importante en la agilidad para adoptar cambios y la reducción de forma considerable de la carga de trabajo sobre el departamento de TI”, sostiene el director general.

5. Centros de contacto inteligentes

La tecnología también está influyendo en todo lo que concierne a la experiencia de cliente, aspecto de capital importancia para las empresas de suministros de cara a retener clientes y cuota de mercado.

Por ello, ganan protagonismo los centros de contacto inteligentes, que proporcionan una gestión del conocimiento integrada e interacciones asistidas por Inteligencia Artificial, para ganar velocidad en las respuestas y mejorar la experiencia de cliente.

Al respecto, los chatbots siguen generando sus dudas. En opinión de Miguel González, “para las interacciones más básicas con los clientes, un chatbot puede ser muy efectivo, pero para las más complejas, puede convertirse rápidamente en un punto de frustración para un cliente”. En todo caso, “a medida que la IA en chatbot progrese”, como comenta González, se irán limando esas deficiencias. 

La pregunta es si se acabará con la desconfianza que tenemos hacia los sistemas automatizados en las interacciones más sensibles.