ENTREVISTA A FRAN CHUAN, EXPERTO EN INNOVACIÓN

"La innovación es como el sexo, cada uno la entiende y la practica a su manera"

Cuando hablamos de innovación lo primero que nos viene a la cabeza es tecnología y herramientas digitales pero, ¿qué pasa con las personas? Hablamos de la ‘Innovación 2.0’  con Fran Chuan, experto y consultor que lleva estudiando esta materia más de 25 años.

Cuando hablamos de innovación lo primero que nos viene a la cabeza es tecnología y herramientas digitales pero, ¿qué pasa con las personas? Hablamos de la 'Innovación 2.0' con Fran Chuan, experto y consultor que lleva estudiando esta materia más de 25 años

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Lidia Álvarez Vellido

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Lleva más de 25 años estudiando la innovación, pero no desde el punto de vista que todos la entendemos, basada en quién avanza más en cuanto a tecnología y a herramientas, sino desde una visión que modifica por completo su concepto, basándose en lo que realmente es: un intangible que sin curiosidad ni ideas creativas queda vacío y cuya clave radica en las personas. 

“Si yo no tengo una actitud proclive hacia el bricolaje y no sé nada de esta materia aunque me des la caja de herramientas más completa del mundo no podré hacer nada”.

Así lo explica en una entrevista a BYZness Fran Chuanexperto y consultor en innovación y autor de libros como ‘Innovación 2.0 ¿por qué cuando hablamos de innovación nos olvidamos de las personas?’

¿Qué es para ti la innovación?

Es una aptitud en la cual las tres habilidades fundamentales para que ocurra y funcione la tenemos en el sistema operativo base de toda persona que es la curiosidad, la imaginación y la creatividad. 

¿Por qué innovación 2.0, cuál es la anterior?

Como decía, para mi la innovación es la consecuencia de una aptitud, por eso lo llamo innovación 2.0, ya que la innovación 1.0 está basada en tecnologías, conceptos, métodos y herramientas y nos olvidamos que si las aptitudes y actitudes de las personas no son las adecuadas ningún concepto, método o herramienta va a ser útil. 

Si son tan necesarias, ¿por qué nos hemos olvidado de las personas cuando hablamos de innovación?

Hasta ahora las grandes empresas han contratado a consultoras para obtener la medalla de innovadoras, lo que deriva en tener que hacerlo cada vez que quieras innovar, además de generar un efecto muy perverso internamente y es que el 8% de las personas son un Steve Jobs en potencia, algo que también ocurre en las compañías. 

¿Qué ocurre con estas personas cuando contratas a alguien externo para innovar?

Si una empresa de 500 empleados decide contratar a alguien externo para innovar se genera una frustración en los 40 que son potenciales profesionales ya que les habría gustado y motivado aportar su opinión e ideas.

El problema está en que las organizaciones están estructuradas para sacar provecho de lo que se conoce. Cuando alguien propone hacer las cosas diferentes al ser algo desconocido genera sensación de pérdida de control y por lo tanto no se les tiene en cuenta, por lo que este gran talento termina yéndose y terminas con equipos y culturas mediocres en cuanto al aspecto innovador y dificultades en la gestión de capital humano. 

Las organizaciones están estructuradas para sacar provecho de lo que se conoce actualmente y cuando alguien propone hacer las cosas diferentes al ser algo desconocido genera sensación de pérdida de control.

¿Cómo se encuentra el tejido empresarial en cuanto a innovación?

Si se clasifica entre pequeña, mediana y gran empresa diría que la pequeña es la más innovadora ya que este tipo de entidades tienen que “buscarse la vida” lo que supone ser más proclive a escuchar, cuestionar, interconectar, inspirar… en cambio el objetivo de la gran compañía es la eficiencia y la mejora continua.

Aunque depende del tejido que tenga y su estructura, la mediana empresa puede estar en un mundo o en otro; pero suelen ser las que que hacen las mejores innovaciones. El truco está en mantener el espíritu de cuando la compañía nació.

¿Cómo alcanzar esta innovación?

Lo último que tiene que hacer una empresa es crear un departamento de innovación ya que en cuanto hacen esto se quitan el muerto de encima y tienen la excusa perfecta para decir que son innovadoras. 

De lo contrario, lo primero que deberían hacer es ponerse de acuerdo tanto el comité de innovación como el consejo de administración de qué es para ellos innovación.

¿Cuál es el problema que existe para que las empresas no sean completamente innovadoras?

Esto es como el sexo o la felicidad, todo el mundo habla de ello, todo el mundo dice que lo practica y le gusta, pero cada uno lo entiende y lo pone en práctica de una manera diferente. 

Además, para crear una cultura innovadora es necesario conseguir que toda la organización tenga curiosidad para detectar oportunidades, imaginación para encontrar soluciones y el aliciente y la creatividad para experimentar rápido y aprender.

¿Como ves esta situación en unos años?

Estoy luchando y tengo un propósito en la vida: que los consultores de innovación desaparezcamos. La función que hacemos en realidad es hacer que los directivos desaprendan, no se hagan las preguntas oportunas, no piensen por sí mismos y no involucren a sus empleados.