Digitalización y otras claves operativas para autónomos y pymes en 2022

A finales de noviembre, el Gobierno anunció la puesta en marcha del programa ‘kit digital’, enmarcado en los fondos europeos Next Generation UE. Con él, se espera impulsar la transformación digital de un millón de pymes y autónomos mediante un bono de digitalización con 3.000 millones de euros de presupuesto. 

El primer paso será que las organizaciones realicen un autodiagnóstico digital. Y una vez analizadas sus carencias y necesidades, la idea es que utilicen esta inyección económica para financiar la implementación de servicios y soluciones digitales. La primera convocatoria, dotada con unos 500 millones, está orientada a empresas de entre 10 y 49 trabajadores. Las organizaciones tendrán acceso a diferentes soluciones clasificadas por categorías y accesibles a través de un catálogo, y podrán contratar una o varias de ellas. Las ayudas serán de hasta un máximo de 12.000 euros por empresa, que se entregan con un bono digital válido por 24 meses. 

En función de sus necesidades, podrán elegir entre diversas herramientas digitales: para la creación de una página web, para la creación de una ecommerce, para la gestión de redes sociales, para digitalizar la gestión de clientes y/o proveedores, para implementar ‘business intelligence’ y analítica de datos, o para digitalizar la gestión de procesos. 

"El 'kit digital', que se enmarca dentro de las ayudas para la digitalización de pequeñas empresas microempresas y autónomos financiado por la UE, es una oportunidad única para acelerar la transformación digital de las pymes", ha manifestado Alejandro Pérez de Cárdenas, CEO de Yotramito, plataforma que detecta y comunica toda la oferta disponible de ayudas y subvenciones públicas.

La digitalización también se dejará sentir en los procesos con la Administración. Las administraciones públicas comenzaron a apostar por la gestión online en 2013 con la presentación telemática de los modelos tributarios, y con la pandemia la transformación ha aumentado. En respuesta, pymes y autónomos se ven forzados a elevar la automatización de tareas diarias y el autocompletado de documentos de gestión de negocio. 

Desde Quipu, software de facturación online, recuerdan que la nueva Ley Antifraude también va en esta dirección. Roger Dobaño, CEO de esta empresa, asegura que "es el momento de prepararse e implantar todo lo que vaya requiriendo la administración antes de que sea demasiado tarde y comiencen los problemas". "Estamos en la antesala de la digitalización, esta ley es una preparación. No únicamente porque las empresas y autónomos quieran, sino porque la ley obliga en muchos casos. Ahora toca renovarse o morir", advierte.

Y, de forma general, cumplir la nueva ley antifraude debe ser una de las principales cuestiones que autónomos y pymes han de tener en mente en 2022, según los expertos de Quipu. Desde el pasado 11 de octubre, Hacienda puede sancionar con 50.000 euros a los negocios que usen programas informáticos capaces de falsear las cuentas para declarar menos. En virtud de esta norma, también se limitan los pagos en efectivo o se rebaja el umbral para entrar en la lista de morosos. 

Otra clave en el horizonte del próximo año es la revisión de las cuotas de autónomos, que se incrementarán en la base mínima y máxima de cotización. "Tras el aumento progresivo durante varios años, los tipos de cotización aplicados a las bases serán: 28,30% para las contingencias comunes, 1,30% por contingencias profesionales, 0,10% por formación profesional y 0,90% por cese de actividad. Es decir, quienes coticen por base mínima su nueva cuota mensual en 2022 ascenderá a 293,94 euros; para la base máxima serán 1.266,66 euros y para los autónomos societarios pasará a ser de 377,87 euros", expone el CEO de Quipu.

Los servicios públicos a los que tendrán acceso los autónomos se mantienen: atención sanitaria especializada, incapacidad debido a una enfermedad o un accidente (ya sea temporal o permanente), baja por maternidad o paternidad y pensión de jubilación, por orfandad o por viudedad.

Para 2023, también se esperan cambios significativos como la cotización por ingresos reales que sigue pendiente. Lo que sí sigue adelante para el próximo año es el incremento de las pensiones mínimas. Las pensiones contributivas, además de depender de la cotización del autónomo, tendrán en cuenta otros factores. Por ejemplo, la de jubilación y las de incapacidad valorarán tener un cónyuge a cargo, la de viudedad tendrá en cuenta las cargas familiares y la de orfandad evaluará los beneficiarios. "Se darán casos en los que el trabajador cobre más o menos que lo que le corresponde por su cotización. Es decir, un autónomo con la base máxima puede percibir menos pensión que lo que debería y un con la base mínima puede tener una jubilación más alta que la esperada", especifica Dobaño.

La eficiencia energética se ha hecho un hueco, de la mano de los compromisos de la Agenda 2030 y con ayuda de los récords en los precios eléctricos. De hecho, ya en octubre desde UPTA habladan de "golpe de estado energético" para los pequeños negocios. Así las cosas, pymes y autónomos podrían tener que empezar a priorizar la eficiencia en todas las operaciones. Para ello, la fintech Nomo recomienda optimizar el consumo de recursos analizando qué tipo de materiales utiliza, el sistema de transporte, la climatización de la oficina, el sistema de reciclaje…