Los 4 baches que pueden hacer tropezar el plan de digitalización de tu empresa

El proceso de transformación digital de las organizaciones está en auge y en continua evolución. Sin embargo, todavía queda mucho camino por recorrer. Las empresas ya han detectado la necesidad de digitalización y la gran mayoría ya se han sumado al descubrimiento y aplicación de herramientas ágiles en sus procesos. 

De hecho, a la pregunta sobre en qué fase se encuentra su empresa respecto a la transformación digital, el 49,9% de los profesionales españoles encuestados ha señalado que está en proceso de digitalización y el 38,8% asegura que está en una fase muy avanzada o totalmente a la vanguardia, según los datos recogidos en el ‘Informe Adaptación Digital 2021’, elaborado por IEBS. Solo el 11,3% señalan que su compañía todavía no ha empezado el proceso. 

"En un momento como el actual, la pequeña y mediana empresa debe hacer autocrítica y valorar cuáles son los aspectos en los que tiene mayor margen de mejora", afirma Carlos Gató, director general de LCRcom, compañía perteneciente a Grupo Aire. En opinión de este experto, este primer paso "es el que va a permitir a cualquier pyme apostar por una transformación digital que le capacite para afrontar con éxito los retos a los que se va a enfrentar en su día a día". 

Pese a la aceleración registrada en los últimos meses, estos procesos no son fáciles y un proceso de digitalización demasiado rápido o sin una estrategia clara puede hacer caer a las compañías en errores que impidan una digitalización 100% efectiva. La consultora tecnológica Entelgy ha identificado una serie de obstáculos recurrentes que es conveniente prevenir para que la transformación no fracase. 

Idear un proceso poco ambicioso

La evolución no consiste simplemente en convertir en digital todo aquello que ya existía en el negocio, que es uno de los errores más habituales, sino ir más allá y transformar también el modelo de negocio al completo. 

Cada tipo de compañía tiene una necesidad que la digitalización puede abordar de una manera distinta. Por eso, las empresas deben evitar instaurar soluciones generalistas y hacer un análisis profundo sobre cómo transformar el negocio para aprovechar distintas oportunidades que ofrecen las nuevas tecnologías y utilizarlas como herramienta para conseguir beneficios a largo plazo.

En este sentido, en la valoración de si las empresas son ágiles para adaptarse a los

nuevos cambios del entorno, la balanza se inclina del lado positivo: más de la mitad de los encuestados por el IEBS (el 53,5%) considera que sí, aunque con margen de mejora, mientras que el 22,9% cree que no. De hecho, tres de cada diez profesionales no utiliza ningún tipo de plataforma de gestión de trabajo Agile, Scrum o Kanban como pueden ser Asana, JIRA, Clickup o Slack.

Apoyarse solo en perfiles TIC

La digitalización parte de la tecnología, pero tiene que abarcar todo: cultura, procesos y, sobre todo talento, ya que va a ser el motor del cambio. Que la empresa esté alineada con el departamento tecnológico es imprescindible. En este sentido, un reciente estudio de Pure Storage pone de relieve que el alineamiento entre los responsables de TI y la empresa ha mejorado en España, donde ha pasado de una media del 58% hace dos años a un 73% en la actualidad.

"Cuando la pandemia impactó por primera vez, los responsables de TI tuvieron una responsabilidad enorme para mantener el funcionamiento y proteger a sus organizaciones de las disrupciones físicas y económicas. A lo largo del último año, esta presión ha ido evolucionando y ahora lo más importante es proporcionar una visión estratégica global de las necesidades cambiantes de una organización", comenta Adela de Toledo, Country Manager de Pure Storage Iberia.

Pero al mismo tiempo, también contribuirá a la correcta implantación de los cambios el grado de madurez digital de los trabajadores. Esto implica que en el caso de que sea necesario, habrá que darles formación para que se pongan al día en sus competencias digitales. Así, además de reforzar los equipos con nuevos perfiles TIC, hay que también suplir las posibles carencias del resto de empleados y acompañarles "para llevar a nuestra plantilla a su máximo potencial", destacan desde Entelgy.

No reforzar la ciberseguridad

Cuando una organización transforma sus procesos para hacerlos más digitales, por ejemplo al implantar una dinámica alojada en la nube, debe tener en cuenta también la ciberseguridad. Es necesario proteger el nuevo entorno, ya que los ciberdelincuentes aprovechan cualquier brecha de seguridad para atacar.

Las compañías caen en el error de pensar que los ataques llegan a través de los puestos más altos de la organización, que son los que manejan una información más sensible, pero todo empleado es vulnerable. De hecho, el factor humano es el primer desencadenante de un ciberataque. Por eso, la digitalización debe acompañarse de un esfuerzo global en ciberseguridad y, sobre todo, de concienciación de toda la plantilla. 

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Desaprovechar las posibilidades del análisis de datos

Al digitalizar tantos procesos, las empresas obtienen una enorme cantidad de información que puede ser de gran utilidad para el desarrollo del negocio, ya que proporciona información sobre los clientes, el correcto funcionamiento del negocio en tiempo real, cómo mejorar la eficiencia o cómo ganar en competitividad. Sin embargo, según indican los expertos de Entelgy, no siempre los aprovechan con una correcta gestión y análisis.

"Las empresas españolas tienen la oportunidad de liderar en el ámbito de digitalización, de convertirse en un referente europeo, pero sin caer en los errores de una aplicación rápida y sin estrategia, sino de manera consciente para que la transformación sea duradera en el tiempo", añade Miguel Ángel Barrio, director de Entelgy Digital.