Satélite de telecomunicaciones

Sateliot orbita en la era de los nanosatélites

La compañía prevé gestionar 100 satélites de comunicaciones en el 2015 y facturar 236 millones

Cuenta atrás para el despegue del satélite catalán

Cuenta atrás para el despegue del satélite catalán / Sateliot

Eduardo López Alonso

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En tiempos de pandemia y crisis económica, el sector tecnológico se consolida como el motor de la economía. Dentro de ese macrosector puntero se ha reavivado en los últimos años la ignición del sector espacial. Aseguran los expertos que el negocio previsto será de altos vuelos y que en torno al espacio la nebulosa empresarial beneficiada puede llegar a límites más allá de lo previsible. El banco de inversión Morgan Stanley estima que "la industria espacial global podría generar ingresos de más de un millón de millones de dólares o más en 2040", frente a los 350.000 millones actuales a escala mundial. Apunta que las mayores oportunidades se configuran a corto y medio plazo en el negocio del acceso a internet de banda ancha por satélite. En esa batalla está inmersa Sateliot, operador de telecomunicaciones satelital que lanzó el 22 de marzo su primer nanosatélite de una constelación de un centenar prevista para el 2025. Su dispositivo dotará de conectividad global y continua a todos los elementos que compondrán el universo del internet de las cosas (IoT) -como el coche o la casa conectados- bajo una arquitectura 5G.

El servicio ofrecido por Sateliot se basa en una constelación de nanosatélites de última generación, ubicados a baja altitud, que actúan como torres móviles. La empresa es independiente y vende sus servicios a grandes compañías de telecomunicaciones para cubrir zonas donde las tecnologías terrestres no llegan. El lanzamiento del nanosatélite ha estado envuelto en la bandera catalana del Govern de Catalunya, que ha financiado en parte el proyecto (574.750 euros) y que recibirá el servicio del aparato cuando sobrevuele Catalunya. Cada 90 minutos el nanosatélite da una vuelta completa al planeta y se comunica durante una media seis minutos con la base espacial catalana. Pero Sateliot ha firmado ya acuerdos con otros clientes y afirma estar en conversaciones "con el 34% de las operadoras mundiales". Impulsa también proyectos piloto en Brasil y Alaska.

Si hace unas décadas el sector espacial giraba alrededor de aparatos geoestacionarios del tamaño de un autobús, desarrollados durante décadas y con precios de entre 100 y 500 millones de euros, ahora esta industria trabaja con satélites del tamaño  de un microondas, desarrollados en cuestión de meses y con precios entre 1 y 5 millones, que ya incluyen toda la misión completa y con tecnologías adaptables para el sector marítimo, de infraestructuras, medio ambiente, agricultura.

Según Jaume Sanpera, fundador y CEO de Sateliot, "nos encontramos en un momento ideal para hacer una apuesta decidida por el sector del New Space y desarrollar un nuevo mercado con un efecto tractor y aglutinador de otras tecnologías. Una apuesta que además debería reforzarse con la inversión de una parte de los fondos de recuperación de la Unión Europea destinados a potenciar este sector clave para el crecimiento económico".

Sateliot prevé empezar a ofrecer servicio en 2022 para facturar más de 236 millones de euros en 2025. Entra la firma en una nueva fase tecnológica, que le permitirá hacer pruebas de campo en entornos reales, lo que proporcionará información muy útil de cara a la evolución y al diseño integral de esa constelación soñada de artilugios pensados para multiplicar los servicios de telecomunicaciones.

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La compañía estima que cerrará el año 2025 con una plantilla total superior a 100 personas. Para hacerlo posible, Sateliot ya ha cerrado por valor de cinco millones su serie A, el primer tramo de financiación que cuenta con la participación mayoritaria de inversores y fondos europeos. Precisamente, esta operación se enmarca en un plan de financiación específico dividido en tres fases bien diferenciadas: la Serie A, que servirá para completar las fases de I+D relacionadas con la carga útil y el lanzamiento de los primeros nanosatélites; la Serie B, cuyo objetivo es desplegar otros 16 nanosatélites 5G para lanzar el servicio comercial de cara a 2022-2023 y, por último, la Serie C, por valor de 70 millones, para el despliegue total de la constelación de artilugios que garantice un servicio comercial prácticamente en tiempo real. 

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