El plan NextGenerationEU ofrece nuevas oportunidades económicas

Los Fondos Europeos de Recuperación reflotarán las economías con 750.000 millones

Sector de la construcción

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Anna Solà

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Tras las primeras muestras de la debacle económica global que ha supuesto el impacto de la Covid-19 a nivel global, los principales líderes europeos han llegado a un acuerdo histórico para lanzar un plan de rescate económico extraordinario a través de la Unión Europea. Este proyecto se ha bautizado como NextGenerationEU o Fondo de Recuperación Europeo (FRE) y consta de 750.000 millones que, vehiculados a través de ayudas y créditos, se destinarán a frenar la volatilidad de los mercados europeos. Todo ello para construir una nueva Europa más ecológica, digital, resiliente y mejor adaptada a los retos actuales y de futuro. 

Alejándose de la política de austeridad impuesta en la última crisis, la unión europea ha apostado en esta ocasión por una inyección económica de gran calibre, que se añade al presupuesto europeo, y que recibirán las economías locales en forma de capital para reactivarse y, al mismo tiempo, hacerlo sentando las bases de la economía del futuro a través de vectores como las transiciones ecológica y digital. 

Las ayudas europeas se distribuyen en tres pilares: instrumentos para apoyar los Estados miembro para recuperarse, con el objetivo que la iniciativa pública traccione del sector privado; medidas para impulsar la inversión privada y apoyar a las empresas que están sufriendo dificultades económicas; y dotar de refuerzos a los programas claves de la UE, dedicados a la resiliencia del mercado e impulsar el desarrollo digital y hacia una economía verde. Este es el eje prioritario a seguir en los primeros pasos del plan económico. 

Para distribuir correctamente esta inyección extraordinaria de capital, el ejecutivo español ha desarrollado el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, a través del cual se movilizarán hasta 140.000 millones de euros, la mitad de ellos entre este año y el 2023. Aunque esta primera inyección económica, que supone hasta el 11% del PIB español anual, está en proceso de definición. El plan de recuperación que el gobierno español presentará en las próximas semanas a la Comisión Europea vira sobre distintos ejes, todos ellos alineados con el plan europeo original. El primero es el de la transición ecológica (37% del total), a través del cual se impulsarán los vehículos eléctricos, los puntos de recarga, la rehabilitación de viviendas, la transformación del sistema energético del país y se fomentará el turismo sostenible y de calidad. 

Las primeras ayudas destinadas a este objetivo ya están incorporadas en los Presupuestos Generales del Estado de 2021 y constan de 6.800 millones que se destinarán, en gran medida, al fomento de las energías renovables y al impulso de la movilidad sostenible, segura y conectada. El ejecutivo español presta una atención prioritaria a los proyectos vinculados este eje, teniendo en cuenta que la península sufre un gran impacto por los efectos del cambio climático, con consecuencias visibles como la reducción de los recursos naturales y la desertificación. 

Tal como prevé NextGenerationEU, el plan español también se centra en la transición digital (33% de los fondos). Este eje, pensado para pequeñas y medianas empresas, busca garantizar una conectividad adecuada, impulsar el despliegue del 5G e incentivar las nuevas tecnologías como la Inteligencia Artificial. Asimismo, pone el foco en la digitalización de pymes y 'start-ups', así como en el fomento de las competencias digitales de la población.

Junto con ambos objetivos, los proyectos propuestos que se elijan también incidirán en la cohesión social y territorial, para frenar la despoblación que afecta una parte del territorio español; en el impulso del empleo; en la rehabilitación de infraestructuras; en el refuerzo de la sanidad y la educación; y en las políticas para la igualdad de género, para de esta forma reducir la brecha de género en el mercado laboral.

La premisa general es la de transformar el modelo productivo español, por lo que todos los sectores de la economía española podrán beneficiarse de estas ayudas. Sin embargo, se prestará especial atención a la construcción, las telecomunicaciones y los servicios públicos, como la electricidad, el gas, el agua o las autopistas, considerados vertebrales en las prioridades de la administración española.

La convocatoria de presentación de proyectos para estas ayudas aún no está abierta: se encuentra en fase de aprobación y revisión tanto por parte de las comunidades autónomas como de Bruselas, que tiene plazo para validar las propuestas nacionales hasta el 30 de abril. De esta forma, está previsto que las primeras convocatorias se publiquen en los próximos meses. 

Se utilizarán tres instrumentos distintos para distribuir los fondos previstos: el plan de Proyectos Estratégicos para la Recuperación y la Transformación Económica, centrado en el fomento de la colaboración público-privada; subvenciones para activos privados a través de convocatorias; y licitaciones para la administración pública.

Apoyo a las empresas

Conscientes del peso que tienen estas nuevas medidas económicas en el tejido económico español, Banco Sabadell, como entidad financiera especializada en el apoyo a las compañías, está desarrollando un plan de ayuda y acompañamiento para asesorar a las empresas en el proceso de definición de sus proyectos en las convocatorias de estas subvenciones, con el fin de que encuentren su propio encaje en el FRE.

Con el objetivo de mantener actualizadas a las empresas y garantizar que disponen de la información más reciente, Banco Sabadell ha publicado el portal fondorecuperacioneuropeo.bancsabadell.com, que actualizará a medida que se publiquen más informaciones sobre el plan. Banco Sabadell ha sido la primera entidad financiera en preparar un portal web de estas características, pensado para ofrecer a las firmas españolas la información que necesiten. De hecho, tal como estima KPMG en un sondeo junto a la CEOE, el 45% de las empresas españolas asegura que quiere optar a las ayudas previstas, aunque la mayoría de empresas admiten que carecen de información para adaptar sus planes de futuro con las previsiones del FRE.