negociación en el trabajo

7 estrategias para mejorar la relación con tu jefe (y que usa el FBI)

Las relaciones con el jefe siempre son complejas. Y en tiempos de pandemia, si cabe aún más. Si necesitas negociar algo con un superior, toma nota de estas 7 claves y técnicas que te serán de ayuda.

Las relaciones con el jefe siempre son complejas. Y en tiempos de pandemia, si cabe aún más. Si necesitas negociar algo con un superior, toma nota de estas 7 claves y técnicas que te serán de ayuda.

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Equipos / economia

Redacción BYZness

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La pandemia mundial que estamos sufriendo parece haber provocado cambios importantes en prácticamente todos los ámbitos de nuestra vida. Y la relación con nuestros compañeros y jefes en el trabajo no es una excepción.

Con muchos equipos trabajando en remoto o con fórmulas presenciales o semi presenciales donde se guarda distancia, con la adaptación a nuevos protocolos y tecnologías a toda prisa y con las dificultades logísticas y emocionales que muchos atraviesan en el ámbito personal, la hora de la negociación o el reporting a un superior pueden ser un auténtico reto.

Para aquellos que quieran mejorar la relación con su jefe, negociar con él o, incluso pelear por un ascenso, David Castellón, experto en negociación en el INCE (Instituto de Negociación y Comunicación Eficiente), ha elaborado una lista de técnicas que, según él, utiliza el mismísimo "FBI" estadounidense y que son aplicables a una relación o negociación empresarial:

  1. Busca puntos en común reales y trata de ver a tu jefe como a un compañero. Esto permitirá construir una relación buena y verdadera que también es positiva en las negociaciones del día a día.
  2. Elige bien el momento. David Castellón señala: "He visto personas que me venían al despacho en un momento de tensión fatal, viéndome la cara desencajada, y justo me sacaban en ese momento un asunto que requería cierta negociación entre los dos de forma inmediata". Debemos encajar nuestras conversaciones importantes en momentos en los que el superior esté más tranquilo y no negociar ciertos asuntos demasiado pronto o demasiado tarde.
  3. Las amenazas nunca son una buena opción. Este tipo de técnica denota debilidad, deslealtad y falta de control. Cualquiera que fuera la situación anterior a la negociación, esto seguramente la va a empeorar. 
  4. La preparación es la clave del éxito. Prepara los motivos objetivos en que se apoyan tus propuestas, piensa en las contraargumentaciones que recibirás y si son legítimas o no y por qué. Escribe que responderías a cada cosa y qué motivo objetivo hay detrás de cada caso. Prepara las opciones que puedes proponer para llegar a un acuerdo y piensa en qué intereses tiene la otra parte que podrías cubrir. 
  5. Evita un tono desilusionado. Esto provoca en el receptor una sensación de querer deshacerse del ‘engorro’ antes de una exposición completa del problema a tratar. Nada es más aburrido y desmoralizador que alguien hablando en una actitud negativa o victimista. “Trata siempre de usar un tono agradable, cercano y positivo, aunque cuentes algo desagradable. Acompáñalo de una sonrisa siempre que puedas. Puedes hacer esto y al mismo tiempo ser rotundo y claro con el mensaje. Si lo haces bien, el mensaje no pierde peso porque lo hagas en tono positivo”, explica David Castellón. 
  6. No digas nunca un NO rotundo. Podemos cambiar la posición negativa por un traslado del problema a dirección en una búsqueda común de opciones. 
  7. No informes a otros miembros del equipo de tu negociación. Muchas personas comunican sus intenciones a otros compañeros de la oficina, solo para sentirse reforzados. Muchas veces, la información circula rápidamente entre las personas y no se puede prever exactamente cómo puede eso influir en el resultado de la conversación con el responsable. Quizás otro empleado está planteándose una subida salarial, por ejemplo, y simplemente el hecho de conocer tu intención acelera su negociación y se adelanta. Este hecho, en principio ‘menor’, puede por sí mismo variar las opciones que tienes en tu caso.