CRISIS DE LA COVID

Riesgos de tanta financiación a pymes y autónomos

La concesión de crédito a empresas está resultando fundamental. Pero el Banco de España advierte: los estímulos deben continuar. Si no, el crédito puede encarecerse y sus efectos positivos llegarían a menos compañías. Poniendo riesgo empleos y la economía.

La concesión de crédito a empresas está resultando fundamental. Pero el Banco de España advierte: los estímulos deben continuar

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José Antonio Calvo

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Una de las principales diferencias entre esta crisis y la de 2008 es que su germen no tiene carácter financiero. Las entidades de crédito cuentan ahora con recursos y posibilidad de financiación que no tenían en aquel momento. Esto ha permitido inyectar liquidez, que ha resultado vital para el sostenimiento de las pymes durante esta pandemia. 

Sin embargo, algunos análisis ya alertan de ciertos riesgos de tanta estimulación. “Retos de la economía española ante el impacto de la pandemia”, recoge la reciente intervención del Gobernador del Banco de España en ‘El impacto del COVID-19’ del Consejo Económico y Social (CES). En ella advierte de que la última Encuesta sobre Préstamos Bancarios se atisba un endurecimiento de las condiciones de acceso a crédito en este tercer trimestre. 

Esto obliga a asegurar más recursos financieros para las pequeñas y medianas empresas, si se quiere promover su sostenimiento. Es decir, hará falta más financiación desde las entidades bancarias. Porque su escasez encarecería peligrosamente una liquidez vital. Especialmente en nuestro país, donde se pronostica una recesión mayor que en otras economías de nuestro entorno. 

Financiación sólo para quien asegure que sobrevivirá

Esta probable falta de recursos financieros generará también, según los datos aportados, una necesaria desviación de los mismos a las pymes que tengan “perspectivas sólidas de viabilidad”. 

Sin estímulos, hay menos financiación. Esta escasez provocaría una reorientación a empresas y sectores ‘ganadores’. Las que no sean capaces de reorientarse adecuadamente podrían quedarse en el camino. Mientras que, las que sí consigan financiación, la obtendrán a precios más elevados.

No será el único riesgo. En su intervención, Pablo Hernández de Cos también da importancia a revisar los procesos de reestructuración e insolvencia. Se trata de que si una pyme necesita reorientar su actividad, no sea lastrada por procesos administrativos tediosos, complejos y poco ágiles. De no ser así, estaremos poniendo en riesgo a la pyme, a su sector y al empleo generado.

Un piropo a los avales

En todo este proceso, el Banco de España ve con buenos ojos la activación de avales. Porque han conseguido limitar las reticencias de los bancos a conceder crédito a determinadas pymes. En un entorno como el actual, el riesgo de morosidad puede dispararse. En este punto, se valoran como adecuado este tipo de mecanismos en favor de la financiación. 

En concreto, los avales están favoreciendo, según la información aportada por el Banco de España, el acceso a crédito de pymes más pequeñas. Las más vulnerables en este contexto, por lo que el riesgo de impago en ellas es mayor. Los avales contrarrestan estos riesgos, por lo que son valorados positivamente como activadores del crédito a empresas. 

Tanto que el propio análisis reconoce que está siendo de “suma importancia”, porque “está contribuyendo a reducir el riesgo de que se produzcan quiebras de empresas viables, pero que se enfrentan a problemas transitorios de liquidez, con las implicaciones negativas que esto tendría en términos de destrucción de empleo y de tejido productivo”.