Feriantes españoles, los olvidados en la crisis

Son muchos los sectores que se han visto afectados por la crisis del coronavirus pero sin ninguna duda al que se ha llevado por delante ha sido al de los feriantes.

La crisis del coronavirus ha pillado a este colectivo en el peor momento, su temporada de trabajo, que comienza en abril y suele terminar en el mes de octubre. Sin facturar nada desde el año pasado y con pocas previsiones de futuro debido a la anulación en todo el territorio español de los festejos populares; los feriantes se encuentan en una situación bastante complicada. 

Sin liquidez alguna, sin ningún tipo de protección y sin perspectivas de trabajo

“Los autónomos pertenecientes al sector de las ferias suelen cotizar después de Semana Santa y terminar a finales de octubre por lo que a la inmensa mayoría el Estado de Alarma les pilló de baja y por lo tanto, sin ningún tipo de protección”.

Así lo explica a BYZness José Luis Perea, secretario general de ATA, quien añade un agravante más y es que a principios de año estos trabajadores por cuenta propia tuvieron que ir depositando la fianza en los distintos municipios donde iban a desarrollar su actividad.

“Hemos defendido a este colectivo y hemos conseguido que tengan una ayuda de cuatro meses siempre que demuestren que han sido autónomos estacionales, es decir, que hayan cotizado al menos cinco meses durante 2019”, asegura Perea aunque asegura que es “insuficiente” ya que “dificilmente podrán volver a trabajar hasta el año que viene”.

En esto coincide Fernando Piquieras, presidente de la Asociación Cultural Unión de Feriantes de la Comunidad de Madrid (ACUFCAM) y uno de los más de 30.000 feriantes que llevan más de 10 meses sin facturar absolutamente nada.

Esta ampliación de la prestación por cese de actividad, en concreto la dedicada a los autónomos de temporada, “es la única respuesta que hemos obtenido por parte del Gobierno y ni está pensada específicamente para nosotros, ni en muchas ocasiones nos la conceden”, destaca Piqueras, quien asegura que conoce varios casos en los que les ha sido denegada esta ayuda.

Un colectivo olvidado

Sin ingresos, en muchos casos sin respaldo de las ayudas dadas por el Ejecutivo y obligados a pagar los gastos fijos, tanto profesionales como personales; Piqueras apunta que son muchos los feriantes que han tenido que buscar trabajo “donde han podido” e incluso llegar al límite de “pedir ayuda a personas cercanas o a Cáritas”.

Con todo esto el presidente de ACUFCAM señala que el colectivo está “muy caliente” y han sido varias las manifestaciones y protestas que se han venido organizando durante estos meses en todo el territorio español. 

“Sabemos que son muchos los sectores afectados por el coronavirus pero en el único que han prohibido todo es en el nuestro”.

Ferias por toda Europa, menos en España

La situación del sector en nuestro país es algo que no entiende Jean Charles Manca, vicepresidente de ventas de Fabbri Group, empresa de fábrica y venta de atracciones en distintos países europeos; quien asegura que es el único país de Europa que ha prohibido la apertura de cualquier tipo de ferias. 

“Trabajamos en varios países, por lo que podemos comparar. En Francia se han abierto muchas ferias, con sus respectivas medidas de seguridad. No entendemos que en España esté todo tan parado”, explica Manca. 

Asimismo denuncia la falta de importancia que le está dando el Gobierno a este sector en específico ya que, a pesar de tener pérdidas de hasta un 40%, los parques de atracciones fijos sí han podido abrir sus puertas.

“Tenemos la visión de cómo eran estas concentraciones antes de la pandemia y también he de destacar que los españoles son los que mejor están cumpliendo con las medidas de sanidad, por lo que en mi opinión se podrían haber celebrado muchos de los festejos con sus correspondientes medidas de seguridad”, declara Manca.